/ jueves 24 de marzo de 2022

Rincón de Luz | ¿Debemos hablar de muerte a los niños?

De las imágenes más significativas que tengo de mi niñez. fue cuando yo tenía cerca de 5 años y falleció mi abuelo materno. Recuerdo perfectamente el féretro ubicado en la sala de la casa de mis abuelos en Frontera, Tabasco, y a mi memoria llega la imagen de mi padre cargándome a mí y a mi prima Patricia para asomarnos al féretro. No es un recuerdo negativo, al contrario: al ser casi de los únicos recuerdos que tengo de mi abuelo, el Capitán Luis Julián Ibarra Sandoval siento una dulzura inexplicable y también agradecimiento a mi padre por haber tomado esa iniciativa que por lo visto, ha sido importante en mi mapa mental.

Si te sigues preguntando sobre la importancia de hablar con los niños de la muerte, la repuesta es: no solo es importante, sino necesario. “Hablar de la muerte es hablar de algo que forma parte de la vida”. Claro que para hablar con nuestros hijos según su edad sobre la muerte, es recomendable estar preparado: reflexionar sobre nuestras propias preguntas o creencias sobre ella, para que cuando hablemos con nuestros hijos, tengamos claro lo que queremos decir y lo que les queremos transmitir. Uno de los temas más recurrentes en mis consultas como tanatóloga es cómo tratar el duelo en los niños y los adolescentes.

Actualmente sigue siendo un tema tabú en casi todas las culturas, incluida la nuestra, y repito: la muerte forma parte de la vida; entender la muerte es poder aceptar que es una etapa final y, al margen de las propias creencias, debe explicarse como un hecho irreversible y universal.

Cuando un niño pregunta “mamá, ¿te vas a morir?” debemos de calmar y responder con naturalidad que todos nos vamos a morir, porque forma parte de la vida. ¿Se va a sentir triste en ese momento? Sí, normalmente sí se va a sentir triste, es importante reconocer la emoción, la nuestra y la del niño; podemos explicarle que cuando alguien se muere nos ponemos muy tristes porque lo perdemos para siempre, y es bueno llorar y recordar todos los momentos que hemos compartido y sido felices juntos, recordarle que no solo nosotros fallecemos, que también nuestras mascotas en algún momento se irán.

Pero que actualmente estamos todos aquí amándonos y disfrutando inmensamente de la vida. Por supuesto, no es necesario hablar todo el tiempo de la muerte, pero sí es importante abordar el tema en algunos momentos de la vida, y sobre todo, estar preparados para cuando se nos formule la pegunta. Hay que comunicarlo de manera sencilla sin ocultar los sentimientos; si el abuelo ha fallecido es normal que mamá esté triste y es saludable que el niño tenga la opción también de procesarlo o vivirlo.


¿La comprensión de la muerte depende de la edad y del desarrollo?

Efectivamente: su enfoque para hablar de la muerte dependerá del nivel de comprensión que tenga su hijo de 4 conceptos principales de la muerte: irreversibilidad (la muerte es permanente), irrevocabilidad (todo funcionamiento se detiene con la muerte), inevitabilidad (la muerte es universal para todos los seres vivos), causalidad (las causas de la muerte).

Te recomiendo que hables con ellos sobre la muerte a través de un recurso que todos tenemos a la mano: la literatura. Afortunadamente actualmente tenemos al alcance de la red un sinnúmero de material que puede servirte. Aquí te comparto una pequeña lista de cuentos cortos; léelos primero tu por si al niño le surgen preguntas cuando le toque su turno de leerlo, y cuando sea ese momento, acompáñale con la lectura para desdramatizar el hecho:


Cuentos para explicar a los niños la muerte

\u0009•\u0009Cuando estoy triste, de Michaelebe Mundy.

\u0009•\u0009Yo siempre te querré, de Hans Wilhelm.

\u0009•\u0009Lágrimas bajo la cama, de Ana Meilán.

\u0009•\u0009Un pellizco en la barriga, de Alma Serra.

\u0009•\u0009El árbol de los recuerdos, de Britta Teckentrup.

\u0009•\u0009El talismán de la luna, de Jorge Barudy y Maryorie Dantagnan.

Desde hacía tiempo, el pato notaba algo extraño.

-¿Quién eres? ¿Por qué me sigues tan de cerca y sin hacer ruido?

La muerte le contestó:

-Me alegro de que por fin me hayas visto. Soy la muerte.

El pato se asustó. Quién no lo habría hecho.

-Ya vienes a buscarme.

-He estado cerca de ti desde el día en que naciste… Por si acaso.

-¿Por si acaso? – preguntó el pato.

-Sí, por si te pasaba algo. Un resfriado serio, un accidente… ¡Nunca se sabe!

-¿Ahora te encargas de eso?

-De los accidentes se encarga la vida; de los resfriados y el resto de cosas que os pueden pasar a los patos de vez en cuando, también.

“El pato y la muerte” de Wolf Erlbruch.


Ileana Bolio

Tanatología y Acompañamiento de Muertes y Pérdidas online.

Contáctame por WhatsApp al (52) 9933117879

De las imágenes más significativas que tengo de mi niñez. fue cuando yo tenía cerca de 5 años y falleció mi abuelo materno. Recuerdo perfectamente el féretro ubicado en la sala de la casa de mis abuelos en Frontera, Tabasco, y a mi memoria llega la imagen de mi padre cargándome a mí y a mi prima Patricia para asomarnos al féretro. No es un recuerdo negativo, al contrario: al ser casi de los únicos recuerdos que tengo de mi abuelo, el Capitán Luis Julián Ibarra Sandoval siento una dulzura inexplicable y también agradecimiento a mi padre por haber tomado esa iniciativa que por lo visto, ha sido importante en mi mapa mental.

Si te sigues preguntando sobre la importancia de hablar con los niños de la muerte, la repuesta es: no solo es importante, sino necesario. “Hablar de la muerte es hablar de algo que forma parte de la vida”. Claro que para hablar con nuestros hijos según su edad sobre la muerte, es recomendable estar preparado: reflexionar sobre nuestras propias preguntas o creencias sobre ella, para que cuando hablemos con nuestros hijos, tengamos claro lo que queremos decir y lo que les queremos transmitir. Uno de los temas más recurrentes en mis consultas como tanatóloga es cómo tratar el duelo en los niños y los adolescentes.

Actualmente sigue siendo un tema tabú en casi todas las culturas, incluida la nuestra, y repito: la muerte forma parte de la vida; entender la muerte es poder aceptar que es una etapa final y, al margen de las propias creencias, debe explicarse como un hecho irreversible y universal.

Cuando un niño pregunta “mamá, ¿te vas a morir?” debemos de calmar y responder con naturalidad que todos nos vamos a morir, porque forma parte de la vida. ¿Se va a sentir triste en ese momento? Sí, normalmente sí se va a sentir triste, es importante reconocer la emoción, la nuestra y la del niño; podemos explicarle que cuando alguien se muere nos ponemos muy tristes porque lo perdemos para siempre, y es bueno llorar y recordar todos los momentos que hemos compartido y sido felices juntos, recordarle que no solo nosotros fallecemos, que también nuestras mascotas en algún momento se irán.

Pero que actualmente estamos todos aquí amándonos y disfrutando inmensamente de la vida. Por supuesto, no es necesario hablar todo el tiempo de la muerte, pero sí es importante abordar el tema en algunos momentos de la vida, y sobre todo, estar preparados para cuando se nos formule la pegunta. Hay que comunicarlo de manera sencilla sin ocultar los sentimientos; si el abuelo ha fallecido es normal que mamá esté triste y es saludable que el niño tenga la opción también de procesarlo o vivirlo.


¿La comprensión de la muerte depende de la edad y del desarrollo?

Efectivamente: su enfoque para hablar de la muerte dependerá del nivel de comprensión que tenga su hijo de 4 conceptos principales de la muerte: irreversibilidad (la muerte es permanente), irrevocabilidad (todo funcionamiento se detiene con la muerte), inevitabilidad (la muerte es universal para todos los seres vivos), causalidad (las causas de la muerte).

Te recomiendo que hables con ellos sobre la muerte a través de un recurso que todos tenemos a la mano: la literatura. Afortunadamente actualmente tenemos al alcance de la red un sinnúmero de material que puede servirte. Aquí te comparto una pequeña lista de cuentos cortos; léelos primero tu por si al niño le surgen preguntas cuando le toque su turno de leerlo, y cuando sea ese momento, acompáñale con la lectura para desdramatizar el hecho:


Cuentos para explicar a los niños la muerte

\u0009•\u0009Cuando estoy triste, de Michaelebe Mundy.

\u0009•\u0009Yo siempre te querré, de Hans Wilhelm.

\u0009•\u0009Lágrimas bajo la cama, de Ana Meilán.

\u0009•\u0009Un pellizco en la barriga, de Alma Serra.

\u0009•\u0009El árbol de los recuerdos, de Britta Teckentrup.

\u0009•\u0009El talismán de la luna, de Jorge Barudy y Maryorie Dantagnan.

Desde hacía tiempo, el pato notaba algo extraño.

-¿Quién eres? ¿Por qué me sigues tan de cerca y sin hacer ruido?

La muerte le contestó:

-Me alegro de que por fin me hayas visto. Soy la muerte.

El pato se asustó. Quién no lo habría hecho.

-Ya vienes a buscarme.

-He estado cerca de ti desde el día en que naciste… Por si acaso.

-¿Por si acaso? – preguntó el pato.

-Sí, por si te pasaba algo. Un resfriado serio, un accidente… ¡Nunca se sabe!

-¿Ahora te encargas de eso?

-De los accidentes se encarga la vida; de los resfriados y el resto de cosas que os pueden pasar a los patos de vez en cuando, también.

“El pato y la muerte” de Wolf Erlbruch.


Ileana Bolio

Tanatología y Acompañamiento de Muertes y Pérdidas online.

Contáctame por WhatsApp al (52) 9933117879