/ jueves 22 de septiembre de 2022

Rincón de luz | ¿Qué opina sobre Dios y las muertes lentas y dolorosas?

Carmen se estaba muriendo con tan solo 32 años de un padecimiento largo y doloroso, en su búsqueda de respuestas me lanzó la siguiente pregunta:

¿Qué opina sobre Dios y las muertes lentas y dolorosas?

“Las creencias ante la proximidad de la muerte...”

La muerte y la enfermedad terminal es una realidad que esencialmente atañe al hombre ante su inminente finitud, lo confronta y le hace –en ocasiones- cuestionarse trascendencia, intervención y la compasión de Dios.

Lo que Carmen quería saber es si en algún momento su estilo de vida había influído en su amargo y doloroso destino, si Dios la estaba castigando. Personalmente tengo que decir que es un no rotundo, todos nacemos y morimos sin saber cómo, cuando y donde. Cuando una persona se encuentra en una etapa donde se plantea estos temas tenemos que ser sumamente sensibles ante el momento vital de su vida, es deseable que se acompañe y se rodee de mucho amor, comprensión, compasión e incluso muchas veces solo de compañía, si no tienes respuestas es mejor estar y no decir o contribuir más a la confusión.

Es una casualidad biológica el hecho de que nuestro cuerpo y nuestra vida termine en determinadas circunstancias agobiado por alguna enfermedad, factores genéticos, ambientales, estilo de vida, etc determinarán muchas veces nuestro final, incluso del azar porque nadie está exento de ser víctima de un accidente y quedar postrado en una cama para siempre pero afirmo rotundamente que no es producto de un castigo divino.

CUANDO MERCEDES SUPO QUE TENÍA UN TUMOR CEREBRAL, su padre le dijo: “Seguro que has hecho algo muy malo para merecer esto. Por eso, Dios te está castigando”. Mercedes se sintió descorazonada.

A mis usuarios, seguidores y pacientes creyentes les haría esta pregunta: ¿Qué sentido tendría que Jesús curara a los enfermos? Si las enfermedades y el sufrimiento son siempre un castigo merecido de parte de Dios ¿No equivaldría eso a cuestionar la justicia divina? (Mateo 4:23, 24). Jesucristo “curó a todas las personas que estaban sufriendo” (MATEO 8:16). Las curaciones que hizo Jesús son solo una muestra de lo que el Reino de Dios hará a escala mundial. Yendo más lejos, ante una catástrofe de gran escala, ante un accidente de tráfico donde fallecen todos los pasajeros, ¿Dios iba a permitir que murieran todos como castigo a una sola persona? La respuesta sigue siendo no: en otras palabras, Dios nunca nos envía los problemas, que tanto dolor nos producen.

Si Dios no me está castigando, ¿De quién es la culpa que yo esté sufriendo esta enfermedad, este dolor en mi cuerpo y que esté muriendo lentamente? ¿Por qué hay tanto dolor y sufrimiento en el mundo? Estas preguntas han intrigado a la humanidad durante siglos.

Si estás pasando por un momento doloroso ante una larga y dolorosa enfermedad, es normal tener estrés debido a todos los cambios por los que está pasando en su vida. La ansiedad significa que tienes preocupaciones adicionales, no puedes relajarse y sientes tensión. La gente se da cuenta de que cuando expresa sus sentimientos fuertes como enojo o tristeza, tiene más oportunidad de deshacerse de ellos. Algunas personas ordenan sus sentimientos hablando con amigos o familiares, con otros supervivientes de nuestra enfermedad, un grupo de apoyo, un tanatólogo, psicólogo, líder religioso o un consejero. Pero si decides no hablar de tu enfermedad con otros, puede ordenar tus sentimientos conectando en ellos o tomando notas escritas en un diario. Por último, Intenta hacer tus meditaciones y rodearte de pensamientos que te protejan.5

"Cuando empiezo a sentirme culpable de haber causado mi enfermedad, pienso en cómo los niños pequeños pueden padecer cáncer. Con eso me doy cuenta de que el cáncer puede suceder sin razón. No es mi culpa". Sandra

Un abrazo sincero y virtual.

Ileana Bolio Tanatóloga

Citas al (+52) 9933 117879

Carmen se estaba muriendo con tan solo 32 años de un padecimiento largo y doloroso, en su búsqueda de respuestas me lanzó la siguiente pregunta:

¿Qué opina sobre Dios y las muertes lentas y dolorosas?

“Las creencias ante la proximidad de la muerte...”

La muerte y la enfermedad terminal es una realidad que esencialmente atañe al hombre ante su inminente finitud, lo confronta y le hace –en ocasiones- cuestionarse trascendencia, intervención y la compasión de Dios.

Lo que Carmen quería saber es si en algún momento su estilo de vida había influído en su amargo y doloroso destino, si Dios la estaba castigando. Personalmente tengo que decir que es un no rotundo, todos nacemos y morimos sin saber cómo, cuando y donde. Cuando una persona se encuentra en una etapa donde se plantea estos temas tenemos que ser sumamente sensibles ante el momento vital de su vida, es deseable que se acompañe y se rodee de mucho amor, comprensión, compasión e incluso muchas veces solo de compañía, si no tienes respuestas es mejor estar y no decir o contribuir más a la confusión.

Es una casualidad biológica el hecho de que nuestro cuerpo y nuestra vida termine en determinadas circunstancias agobiado por alguna enfermedad, factores genéticos, ambientales, estilo de vida, etc determinarán muchas veces nuestro final, incluso del azar porque nadie está exento de ser víctima de un accidente y quedar postrado en una cama para siempre pero afirmo rotundamente que no es producto de un castigo divino.

CUANDO MERCEDES SUPO QUE TENÍA UN TUMOR CEREBRAL, su padre le dijo: “Seguro que has hecho algo muy malo para merecer esto. Por eso, Dios te está castigando”. Mercedes se sintió descorazonada.

A mis usuarios, seguidores y pacientes creyentes les haría esta pregunta: ¿Qué sentido tendría que Jesús curara a los enfermos? Si las enfermedades y el sufrimiento son siempre un castigo merecido de parte de Dios ¿No equivaldría eso a cuestionar la justicia divina? (Mateo 4:23, 24). Jesucristo “curó a todas las personas que estaban sufriendo” (MATEO 8:16). Las curaciones que hizo Jesús son solo una muestra de lo que el Reino de Dios hará a escala mundial. Yendo más lejos, ante una catástrofe de gran escala, ante un accidente de tráfico donde fallecen todos los pasajeros, ¿Dios iba a permitir que murieran todos como castigo a una sola persona? La respuesta sigue siendo no: en otras palabras, Dios nunca nos envía los problemas, que tanto dolor nos producen.

Si Dios no me está castigando, ¿De quién es la culpa que yo esté sufriendo esta enfermedad, este dolor en mi cuerpo y que esté muriendo lentamente? ¿Por qué hay tanto dolor y sufrimiento en el mundo? Estas preguntas han intrigado a la humanidad durante siglos.

Si estás pasando por un momento doloroso ante una larga y dolorosa enfermedad, es normal tener estrés debido a todos los cambios por los que está pasando en su vida. La ansiedad significa que tienes preocupaciones adicionales, no puedes relajarse y sientes tensión. La gente se da cuenta de que cuando expresa sus sentimientos fuertes como enojo o tristeza, tiene más oportunidad de deshacerse de ellos. Algunas personas ordenan sus sentimientos hablando con amigos o familiares, con otros supervivientes de nuestra enfermedad, un grupo de apoyo, un tanatólogo, psicólogo, líder religioso o un consejero. Pero si decides no hablar de tu enfermedad con otros, puede ordenar tus sentimientos conectando en ellos o tomando notas escritas en un diario. Por último, Intenta hacer tus meditaciones y rodearte de pensamientos que te protejan.5

"Cuando empiezo a sentirme culpable de haber causado mi enfermedad, pienso en cómo los niños pequeños pueden padecer cáncer. Con eso me doy cuenta de que el cáncer puede suceder sin razón. No es mi culpa". Sandra

Un abrazo sincero y virtual.

Ileana Bolio Tanatóloga

Citas al (+52) 9933 117879