Las encuestas son fotografías del momento que generan eso, una instantánea para conocer dónde estamos, qué pensamos o cómo nos sentimos los ciudadanos respecto a asuntos que son de nuestro interés. En el caso de la evaluación popular al gobernador de Tabasco, los datos de los sondeos de opinión son extremos; Consulta Mitofski lo ubica en el sexto lugar en el mes de octubre, el mismo mes que Massive Caller lo pone en el lugar 16, es decir, en la media de una tabla de gobernadores mayoritariamente reprobados.
En lo que sí coinciden los encuestadores es que los mandatarios estatales que mejor son vistos y calificados por sus conciudadanos, son los de Yucatán, Mauricio Vila Dosal, del Partido Acción Nacional, y el de Sinaloa, Quirino Ordaz, del PRI. Algo estarán haciendo bien en esas entidades los gobiernos de ambos, como para ubicarse en posiciones envidiables frente al juicio social.
La oposición tabasqueña tiene encuestas que no son públicas, como seguramente el gobierno de Tabasco tiene las suyas. Cada uno tiene derecho a hacer uso de la información como mejor crea que le convenga. Lo que debe quedarnos claro es que los tabasqueños vieron llegar el arribo de un gobierno que generó demasiadas expectativas y que definitivamente no ha estado a la altura de los problemas.
Para el caso de nuestra entidad, no hay encuesta ni campaña de publicidad capaz de tapar el sol con un dedo. Los ciudadanos sabemos que no hay inversión, que hay un altísimo desempleo, que los salarios no han mejorado y que seguimos padeciendo los problemas que nos dijeron que cuando ellos llegaran al cargo, iban a desaparecer como por arte de magia.
Me parece que son cuatro los principales retos que tenemos los tabasqueños y que la administración del licenciado Adán Augusto López Hernández debe revisar si quiere de verdad pasar a la historia como un gobernador distinto a su antecesor y con una visión clara de futuro, que hasta ahora no conocemos.
1. El desempleo. En Tabasco, el desempleo se ubica en 7 por ciento al mes de septiembre de este año, casi el doble de la media nacional que es de 3.8%, cuando hay estados como Yucatán, que tienen un desempleo de apenas 2 %, e incluso Guerrero, que tiene un desempleo de apenas 1.5%.
2. La carestía de la vida. De acuerdo a datos oficiales del INEGI, la inflación anual acumulada al mes de septiembre, se encuentra en alrededor de 3.02%. Las ciudades con mayor variación en el Índice Nacional de Precios al Consumidor, son Ciudad Acuña, Coahuila, que tuvo un incremento mensual de 3.41%; la segunda ciudad fue Tampico, Tamaulipas, con 2.06% y la tercera ciudad Villahermosa, con 1.77 de incremento de precios.
A nivel Estados, Tabasco es el estado que ocupó el porcentaje de variación mayor en los precios al consumidor, lo que significa que no sólo no tenemos ingresos, sino que además, vivir en Tabasco es demasiado caro.
3. La falta de fortaleza de las finanzas estatales. No es un asunto que tenga que ver con esta administración, por supuesto. El 91.0% de los ingresos estatales son participaciones federales, y al haber menos recursos federales y venir una baja en el sector petrolero, se fueron empresas. Entre 2014 y 2018, el dinero que recibe Tabasco de la Federación ha tenido un decrecimiento de 3.5 %, y la tendencia no se ha revertido en 2019, a pesar del paisanaje con López Obrador.
Las calificadoras están viendo debilidades estructurales y por eso, apenas el jueves pasado, la Calificadora Fitch Ratings bajó la calificación crediticia del estado, de “Estable, a Negativa” y justificó: “La perspectiva Negativa de la calificación de Tabasco refleja la evaluación de un perfil de riesgo mayor con respecto a pares en la misma categoría de calificación.
4. La inseguridad. En Tabasco es otra de las grandes preocupaciones de los ciudadanos. La OMS dice que 10 homicidios por cada 100 mil habitantes es epidemia y en Tabasco traemos un 16.43 por ciento de homicidios por cada 100 mil habitantes. El mes de septiembre de 2019 reporta 432 homicidios dolosos y 22 Feminicidios, un total de 454 homicidios. El promedio es 50 homicidios por mes.
¿Qué informó el gobernador en su primer informe? Que ha habido avances en seguridad. Y sí, ha habido avances, pero son magros, escasos. El problema es que no se puede cambiar lo que no se conoce. Sin un diagnóstico correcto, no hay plan que funcione. La próxima semana le contaré cuál es el error de este gobierno y por qué sus esfuerzos en seguridad desde ahora están condenados al fracaso, lo que debe preocuparnos a todos los tabasqueños.
