/ lunes 27 de enero de 2020

Los Otros Datos | Pensar para Comunicar

Pensar es un trabajo para el cual muy pocas personas destinan tiempo, y desafortunadamente para los ciudadanos, cuando tenemos gobernantes y funcionarios públicos que no conectan la lengua con el cerebro, los resultados son adversos para la sociedad. Y es que aunque parezca extraño, es más común de lo que creemos que servidores públicos no se den el tiempo para pensar lo que hacen y lo que dicen.

Tomarse tiempo para pensar es vital para todos. En el entorno personal, en el familiar, en el trabajo. Pero resulta fundamental para quienes gobiernan.

Detenerse a pensar y tomarse tiempo para ello no debe ser algo extraño, si no la conducta normal de los funcionarios. No ocurre así y un ejemplo son las incongruencias, inconsistencias o contradicciones entre los funcionarios del gobierno de las 4T, que desde luego lo mismo aplica para el gobierno federal, que para el gobierno estatal.

Para contextualizar en Tabasco, el gobernador Adán Agusto López Hernández dice una cosa y sus funcionarios dicen exactamente lo contrario, un ejemplo de ello, es el hasta hoy Secretario de Energía, reducido por el mismo a cobrador de la CFE. Este funcionario, sin duda está jugando un papel protagónico en lo que amenaza con ser la definición histórica del primer gobierno de Morena en Tabasco.

Siempre la definición sobre el rumbo de una administración gubernamental se da en los primeros meses de haber iniciado.

Colaborar en un equipo con quien tiene la difícil tarea de gobernar a su pueblo, sin dudad es una alta responsabilidad que se tiene que desempeñar con lealtad y compromiso, pero sobre todo conducirse siempre con verdad para no traicionar la confianza de quien lo invitó a trabajar en ese equipo y sobre todo no traicionar la confianza de los gobernados, que confían y creen en el hombre que eligieron para esa tarea.

Quienes colaboran de cerca con un gobernante deben tener muy claro, para qué y porque llegaron ahí, no solo por ser amigos del gobernante, seguramente este les reconoce alguna habilidad o cualidad para acompañarlo en la tarea de gobernar y están obligados a ser leales a través de la única forma de expresar lealtad, debe el respeto irrestricto a la norma jurídica, la lealtad y el compromiso con los gobernados, sin olvidar la sensibilidad y eficiencia en el desempeños de la función pública.

La función de los colaboradores del gobernante no es decirle al jefe siempre lo que él quiere oír, la función de los miembros del equipo es conocer la misión y la visión del líder del equipo y traducirla en políticas públicas, programas y acciones de gobierno que beneficien a los ciudadanos, garantizándoles mejores condiciones de vida

Un servidor público realmente honesto, leal siempre y comprometido debe tener presente, la delgada línea que separa la amistad personal con el gobernante y la responsabilidad de cumplir como profesional y como ciudadano el trabajo de ser empleado de los ciudadanos.

Pensar es un trabajo para el cual muy pocas personas destinan tiempo, y desafortunadamente para los ciudadanos, cuando tenemos gobernantes y funcionarios públicos que no conectan la lengua con el cerebro, los resultados son adversos para la sociedad. Y es que aunque parezca extraño, es más común de lo que creemos que servidores públicos no se den el tiempo para pensar lo que hacen y lo que dicen.

Tomarse tiempo para pensar es vital para todos. En el entorno personal, en el familiar, en el trabajo. Pero resulta fundamental para quienes gobiernan.

Detenerse a pensar y tomarse tiempo para ello no debe ser algo extraño, si no la conducta normal de los funcionarios. No ocurre así y un ejemplo son las incongruencias, inconsistencias o contradicciones entre los funcionarios del gobierno de las 4T, que desde luego lo mismo aplica para el gobierno federal, que para el gobierno estatal.

Para contextualizar en Tabasco, el gobernador Adán Agusto López Hernández dice una cosa y sus funcionarios dicen exactamente lo contrario, un ejemplo de ello, es el hasta hoy Secretario de Energía, reducido por el mismo a cobrador de la CFE. Este funcionario, sin duda está jugando un papel protagónico en lo que amenaza con ser la definición histórica del primer gobierno de Morena en Tabasco.

Siempre la definición sobre el rumbo de una administración gubernamental se da en los primeros meses de haber iniciado.

Colaborar en un equipo con quien tiene la difícil tarea de gobernar a su pueblo, sin dudad es una alta responsabilidad que se tiene que desempeñar con lealtad y compromiso, pero sobre todo conducirse siempre con verdad para no traicionar la confianza de quien lo invitó a trabajar en ese equipo y sobre todo no traicionar la confianza de los gobernados, que confían y creen en el hombre que eligieron para esa tarea.

Quienes colaboran de cerca con un gobernante deben tener muy claro, para qué y porque llegaron ahí, no solo por ser amigos del gobernante, seguramente este les reconoce alguna habilidad o cualidad para acompañarlo en la tarea de gobernar y están obligados a ser leales a través de la única forma de expresar lealtad, debe el respeto irrestricto a la norma jurídica, la lealtad y el compromiso con los gobernados, sin olvidar la sensibilidad y eficiencia en el desempeños de la función pública.

La función de los colaboradores del gobernante no es decirle al jefe siempre lo que él quiere oír, la función de los miembros del equipo es conocer la misión y la visión del líder del equipo y traducirla en políticas públicas, programas y acciones de gobierno que beneficien a los ciudadanos, garantizándoles mejores condiciones de vida

Un servidor público realmente honesto, leal siempre y comprometido debe tener presente, la delgada línea que separa la amistad personal con el gobernante y la responsabilidad de cumplir como profesional y como ciudadano el trabajo de ser empleado de los ciudadanos.