/ jueves 7 de febrero de 2019

Aflora puerqueza de Sabino y Núñez en Huimanguillo

La podredumbre de las anteriores administraciones apenas comienza a salir a flote. Así se observa ahora mismo en Huimanguillo, en donde una costosa obra del trienio de Sabino Herrera Dagdug resultó ser de mala calidad, y desde hace más de mes y medio provoca severas molestias a la población.

A la par, quedó al descubierto, igualmente, una de tantas puerquezas del régimen nuñista.

A través de redes sociales, el alcalde Carmito Torruco explicó que en las primeras semanas de su administración encontró hundimientos en el pavimento hidráulico que no hace mucho tiempo fue inaugurado, por lo que solicitó a la empresa responsable de la obra hacerse cargo del daño. Esto último ocurrió el 5 de diciembre.

La afectación se produjo por las malas condiciones en que quedó el drenaje sanitario. Ese es el antecedente de los referidos trabajos de reparación, en las calles Fernando Aguirre Colorado e Ignacio Gutiérrez y calle Constitución con Ignacio Gutiérrez.

El día 13, al no haber quedado resuelto satisfactoriamente el problema, se volvió a requerir a la empresa, para realizar las reparaciones de hundimientos, pero la solicitud no fue atendida. En consecuencia, el 17 el ayuntamiento requirió la garantía correspondiente de la fianza de vicios ocultos de fecha 26 de diciembre de 2017.

Se tuvo respuesta el 21 de enero: la empresa empezó con las correcciones en los tramos observados. Realizó excavaciones para descubrir tuberías que presentan vicios ocultos.

No obstante, el nivel de aguas negras no se logró abatir, debido a que el cárcamo donde se desfogan dichas aguas cuenta con tres motores, de los cuales solo uno está en funcionamiento y es de poca capacidad. Es responsabilidad de la Comisión de Agua y Saneamiento (CEAS).

El ayuntamiento ya estableció comunicación con la representación de esa dependencia estatal en Huimanguillo, por lo que se espera que este jueves quede resuelto el problema en lo que se refiere al cárcamo, para que entonces poder realizar los trabajos de reparación.

Hasta ahí, lo que informó el presidente municipal. Debemos suponer que el Organo Superior de Fiscalización del Congreso del Estado levantará un peritaje y que en específico los diputados se cerciorarán de que este asunto, que trasluce corrupción y negligencia criminal -porque además de las molestias por estos trabajos, ello implica riesgos sanitarios- no sea ejemplo de impunidad.

En lo que se refiere al cárcamo, habrá que esclarecer el porqué nada más se dejó funcionando a uno de tres motores y qué destino se dio al dinero público programado para ese rubro. Al respecto, en principio, deberá rendir cuentas el ex director del CEAS, Alejandro de la Fuente.

En Huimanguillo, Carmito Torruco recibió un boquete financiero que, según el último dato que supimos, asciende a más de 170 millones de pesos. Ello incluye unos 40 millones de Impuesto Sobre la Renta cuyo traslado evadió la administración de Sabino, así como dinero del ISSET, adeudos a la Comisión Federal de Electricidad, entre otros rubros.

En la emergencia

El gobernador Adán Augusto, este miércoles en la radio:

1. La situación financiera del estado es grave y comprometida, por 3 mil 500 millones de pesos ejercidos fuera de presupuesto con cargo a la actual administración; por ello, la necesidad de aplicar una política de austeridad emergente.

2. Se atraviesa por un momento difícil. Hay que reordenar muchas cosas. El plan de

austeridad nos permitirá economías por más de dos mil millones de pesos que se podrán

reorientar a áreas de gobierno en las que hay urgencias.

La podredumbre de las anteriores administraciones apenas comienza a salir a flote. Así se observa ahora mismo en Huimanguillo, en donde una costosa obra del trienio de Sabino Herrera Dagdug resultó ser de mala calidad, y desde hace más de mes y medio provoca severas molestias a la población.

A la par, quedó al descubierto, igualmente, una de tantas puerquezas del régimen nuñista.

A través de redes sociales, el alcalde Carmito Torruco explicó que en las primeras semanas de su administración encontró hundimientos en el pavimento hidráulico que no hace mucho tiempo fue inaugurado, por lo que solicitó a la empresa responsable de la obra hacerse cargo del daño. Esto último ocurrió el 5 de diciembre.

La afectación se produjo por las malas condiciones en que quedó el drenaje sanitario. Ese es el antecedente de los referidos trabajos de reparación, en las calles Fernando Aguirre Colorado e Ignacio Gutiérrez y calle Constitución con Ignacio Gutiérrez.

El día 13, al no haber quedado resuelto satisfactoriamente el problema, se volvió a requerir a la empresa, para realizar las reparaciones de hundimientos, pero la solicitud no fue atendida. En consecuencia, el 17 el ayuntamiento requirió la garantía correspondiente de la fianza de vicios ocultos de fecha 26 de diciembre de 2017.

Se tuvo respuesta el 21 de enero: la empresa empezó con las correcciones en los tramos observados. Realizó excavaciones para descubrir tuberías que presentan vicios ocultos.

No obstante, el nivel de aguas negras no se logró abatir, debido a que el cárcamo donde se desfogan dichas aguas cuenta con tres motores, de los cuales solo uno está en funcionamiento y es de poca capacidad. Es responsabilidad de la Comisión de Agua y Saneamiento (CEAS).

El ayuntamiento ya estableció comunicación con la representación de esa dependencia estatal en Huimanguillo, por lo que se espera que este jueves quede resuelto el problema en lo que se refiere al cárcamo, para que entonces poder realizar los trabajos de reparación.

Hasta ahí, lo que informó el presidente municipal. Debemos suponer que el Organo Superior de Fiscalización del Congreso del Estado levantará un peritaje y que en específico los diputados se cerciorarán de que este asunto, que trasluce corrupción y negligencia criminal -porque además de las molestias por estos trabajos, ello implica riesgos sanitarios- no sea ejemplo de impunidad.

En lo que se refiere al cárcamo, habrá que esclarecer el porqué nada más se dejó funcionando a uno de tres motores y qué destino se dio al dinero público programado para ese rubro. Al respecto, en principio, deberá rendir cuentas el ex director del CEAS, Alejandro de la Fuente.

En Huimanguillo, Carmito Torruco recibió un boquete financiero que, según el último dato que supimos, asciende a más de 170 millones de pesos. Ello incluye unos 40 millones de Impuesto Sobre la Renta cuyo traslado evadió la administración de Sabino, así como dinero del ISSET, adeudos a la Comisión Federal de Electricidad, entre otros rubros.

En la emergencia

El gobernador Adán Augusto, este miércoles en la radio:

1. La situación financiera del estado es grave y comprometida, por 3 mil 500 millones de pesos ejercidos fuera de presupuesto con cargo a la actual administración; por ello, la necesidad de aplicar una política de austeridad emergente.

2. Se atraviesa por un momento difícil. Hay que reordenar muchas cosas. El plan de

austeridad nos permitirá economías por más de dos mil millones de pesos que se podrán

reorientar a áreas de gobierno en las que hay urgencias.