/ viernes 15 de febrero de 2019

Grillos bicicleteros

¡El espíritu granierista vive! En momentos en que el ex gobernador celebraba el Día de San Valentín en su “casa de cartón” del Pedregal en CDMX, aquí la diputada perredista Elsy Lidia Izquierdo retomó aquí la inventiva del “inocente” personaje, quien durante su gestión como alcalde obsequió -o al menos eso se acreditó en la cuenta pública- unas 300 mil bicicletas.

La flamante legisladora amarilla presentó una iniciativa para implementar un programa llamado Chocobici, mediante el cual los gobiernos del estado y de los municipios de Tabasco obsequiarían bicicletas. Así se resolverían los problemas ambiental, del transporte, de congestionamiento vial, etcétera. Bueno, ¡hasta para no sufrir cuando haya bloqueos!

¡Eureka! Desde la óptica de la diputada, al prosperar su iniciativa de Ley de Fomento para el Uso de la Bicicleta y Protección al Ciclista de Tabasco, los dos niveles locales de gobierno verían cómo se las arreglan para conseguir presupuesto para tal efecto, pero ya no tendríamos qué preocuparnos más por los referidos problemas.

El lector debe saber que iniciativas como esta por lo regular no son ideadas y elaboradas por tan brillantes diputados. Para eso le pagan a asesores, quienes con frecuencia reciclan viejos proyectos inviables o carentes de pertinencia. Ellos están en lo suyo: ganándose la vida. Total que sus jefes no tienen la menor idea de lo que les corresponde.

Ya sucedió con otros dos temas que en días pasados fueron retomados por otros diputados. Uno de ellos es el cardenense Nelson Gallegos Vaca, quien a su vez propuso, tal como ya se hizo en el ejercicio de otras legislaturas, que en las casas de empeño se exija factura a cualquier persona que pretenda empeñar algún artículo.

Como el ex director de Obras Públicas de Cárdenas nunca ha tenido necesidad de optar por ese recurso extremo, ignora que en su desesperación la gente pobre acude a esos negocios a empeñar hasta una licuadora por 40 pesos o un teléfono celular por 200 o 500, sin haber tenido la previsión de guardar la factura correspondiente.

Por una parte puede ser cierto que los amantes de lo ajeno obtengan ganancia por ese medio, pero por el otro -y ahí entra el aspecto de la sensibilidad social y conocimiento de la gravedad de la pobreza que se vive- se estaría cerrando la última posibilidad de subsistencia que muchas personas tienen a su alcance antes que delinquir, o no poder comprar una bolsa de arroz o medicamentos.

Igualmente, hace poco el diputado José Manuel Sepúlveda, es su afán de obtener reflectores, retomó otra iniciativa presentada hace seis años por la cunduacanense Araceli Quevedo, que dice ser para la protección de los periodistas.

Quiso aparecer como redentor de los periodistas, e ignora la problemática real que enfrentan los trabajadores de los medios de comunicación, pese a que el Sistema Interamericano de Derechos Humanos y el derecho convencional mexicano ya contemplan no solo esa protección -sin que se concrete- sino además la obligatoriedad del Estado en cuanto a brindar las condiciones para que las palabras pasen a ser hechos.

Por desfortuna, en general el desempeño de los actuales diputados locales de Tabasco no se caracteriza por tener nivel ya no digamos alto sino mediano.

Tenemos representantes populares mayormente de nivel bicicletero. ¿Es lo que nos merecemos?

Tenemos alcaldes y funcionarios diversos que no llenan el perfil requerido. El de Paraíso quizá ni terminó la primaria.

¡El espíritu granierista vive! En momentos en que el ex gobernador celebraba el Día de San Valentín en su “casa de cartón” del Pedregal en CDMX, aquí la diputada perredista Elsy Lidia Izquierdo retomó aquí la inventiva del “inocente” personaje, quien durante su gestión como alcalde obsequió -o al menos eso se acreditó en la cuenta pública- unas 300 mil bicicletas.

La flamante legisladora amarilla presentó una iniciativa para implementar un programa llamado Chocobici, mediante el cual los gobiernos del estado y de los municipios de Tabasco obsequiarían bicicletas. Así se resolverían los problemas ambiental, del transporte, de congestionamiento vial, etcétera. Bueno, ¡hasta para no sufrir cuando haya bloqueos!

¡Eureka! Desde la óptica de la diputada, al prosperar su iniciativa de Ley de Fomento para el Uso de la Bicicleta y Protección al Ciclista de Tabasco, los dos niveles locales de gobierno verían cómo se las arreglan para conseguir presupuesto para tal efecto, pero ya no tendríamos qué preocuparnos más por los referidos problemas.

El lector debe saber que iniciativas como esta por lo regular no son ideadas y elaboradas por tan brillantes diputados. Para eso le pagan a asesores, quienes con frecuencia reciclan viejos proyectos inviables o carentes de pertinencia. Ellos están en lo suyo: ganándose la vida. Total que sus jefes no tienen la menor idea de lo que les corresponde.

Ya sucedió con otros dos temas que en días pasados fueron retomados por otros diputados. Uno de ellos es el cardenense Nelson Gallegos Vaca, quien a su vez propuso, tal como ya se hizo en el ejercicio de otras legislaturas, que en las casas de empeño se exija factura a cualquier persona que pretenda empeñar algún artículo.

Como el ex director de Obras Públicas de Cárdenas nunca ha tenido necesidad de optar por ese recurso extremo, ignora que en su desesperación la gente pobre acude a esos negocios a empeñar hasta una licuadora por 40 pesos o un teléfono celular por 200 o 500, sin haber tenido la previsión de guardar la factura correspondiente.

Por una parte puede ser cierto que los amantes de lo ajeno obtengan ganancia por ese medio, pero por el otro -y ahí entra el aspecto de la sensibilidad social y conocimiento de la gravedad de la pobreza que se vive- se estaría cerrando la última posibilidad de subsistencia que muchas personas tienen a su alcance antes que delinquir, o no poder comprar una bolsa de arroz o medicamentos.

Igualmente, hace poco el diputado José Manuel Sepúlveda, es su afán de obtener reflectores, retomó otra iniciativa presentada hace seis años por la cunduacanense Araceli Quevedo, que dice ser para la protección de los periodistas.

Quiso aparecer como redentor de los periodistas, e ignora la problemática real que enfrentan los trabajadores de los medios de comunicación, pese a que el Sistema Interamericano de Derechos Humanos y el derecho convencional mexicano ya contemplan no solo esa protección -sin que se concrete- sino además la obligatoriedad del Estado en cuanto a brindar las condiciones para que las palabras pasen a ser hechos.

Por desfortuna, en general el desempeño de los actuales diputados locales de Tabasco no se caracteriza por tener nivel ya no digamos alto sino mediano.

Tenemos representantes populares mayormente de nivel bicicletero. ¿Es lo que nos merecemos?

Tenemos alcaldes y funcionarios diversos que no llenan el perfil requerido. El de Paraíso quizá ni terminó la primaria.