/ lunes 21 de enero de 2019

Lo que la gente exige

No habrá impunidad, refrendó Adán Augusto López Hernández, de gira en Cárdenas. El reclamo a que obedece esa puntualización, se escucha en los 17 municipios y, desde luego, en lo que se refiere a Arturo Núñez Jiménez y su mafia.

Empero, la gente debe entender que serán el Poder Legislativo a través del Organo Superior de Fiscalización, y en su momento la Fiscalía General del Estado, las instancias que se encarguen de hacer valer esa exigencia, que corresponde al compromiso de combate a la corrupción.

Mientras tanto, el propio gobernador y sus colaboradores, así como los alcaldes, enfrentan el reto de atender tanto la severa problemática existente en diversos rubros, como demandas ciudadanas específicas, lo que incluye el abatimiento de la inseguridad y, de sobremanera, la reactivación económica de Tabasco.

Los ediles, en su mayoría, encaran fuertes cuestionamientos por parte de quienes creyeron que las nuevas autoridades traían consigo varita mágica y costales de dinero para repartir a la mano; independientemente de los esperados señalamientos oposicionistas, así como de los que por promover el voto pensaron que obtendrían empleo o algún otro beneficio personal y no se pudo.

Los 17 han rebasado los primeros cien días. Están informados de que se tendrá un 2019 muy complicado y que hay que actuar con mano firme en la administración, pero poniéndole especial énfasis a la atención personal a la gente. Esto último, por desfortuna, no lo hace la mayoría: ya se esconden y pareciera que nada los acongoja.

Hay excepciones. Con la experiencia adquirida durante su primera gestión como presidentes municipales a inicios de siglo, Carmito Torruco de Huimanguillo y Saúl Plancarte en Balancán, saben -y actúan en consecuencia- que además de mantener una estricta disciplina en el gasto hay que dejarse ver, no esconderse, ante las demandas ciudadanas.

Plancarte presentó el pasado sábado un recuento de las primeras tareas del ayuntamiento de Balancán. Al término de la ceremonia, él y su esposa, María Eugenia Rivera, pusieron en marcha el programa Mi Amigo el Médico.

Con el apoyo de una ambulancia, profesionales de la medicina acudirán a las comunidades de Balancán para brindar atención a niños, jóvenes y personas de la tercera edad. Se tiene un censo inicial de 199 individuos. Desde un inicio, Saúl Plancarte hizo suya la línea de trabajo del Presidente Andrés López Obrador y de Adán: primero los pobres.

Torruco recibió un profundo boquete en las finanzas municipales. Su antecesor, Sabino Herrera, le dejó adeudos por más de 170 millones de pesos.

En vez de sentarse a llorar, Carmito aplicó severas medidas de austeridad, con el respaldo de sus principales colaboradores, quienes de antemano sabían que no iban a recibir remuneración alguna hasta enero. Pero como el apretón general de cinturón rindió frutos, finalmente pudieron cobrar varias quincenas y el ayuntamiento cubrió todos sus compromisos a diciembre y enero.

Ambos, Saúl y Carmito, iniciaron obras y sentaron las bases para que, en los meses por venir, la gente de Balancán y Huimanguillo perciba la transformación prometida, porque además se irá sintiendo la mano del buen gobierno de Adán y las inversiones federales comprometidas por Obrador.

En Macuspana, Roberto Villapando Arias tiene ante sí el desastre que le dejó el payaso y pícaro de José Eduardo Rovirosa. No obstante, las cosas mejorarán pronto, de manera gradual. El ex edil paga para que se dé en redes sociales una campaña permanente de desprestigio en contra del nuevo alcalde.

Tampoco en Centro está fácil la cosa.

No habrá impunidad, refrendó Adán Augusto López Hernández, de gira en Cárdenas. El reclamo a que obedece esa puntualización, se escucha en los 17 municipios y, desde luego, en lo que se refiere a Arturo Núñez Jiménez y su mafia.

Empero, la gente debe entender que serán el Poder Legislativo a través del Organo Superior de Fiscalización, y en su momento la Fiscalía General del Estado, las instancias que se encarguen de hacer valer esa exigencia, que corresponde al compromiso de combate a la corrupción.

Mientras tanto, el propio gobernador y sus colaboradores, así como los alcaldes, enfrentan el reto de atender tanto la severa problemática existente en diversos rubros, como demandas ciudadanas específicas, lo que incluye el abatimiento de la inseguridad y, de sobremanera, la reactivación económica de Tabasco.

Los ediles, en su mayoría, encaran fuertes cuestionamientos por parte de quienes creyeron que las nuevas autoridades traían consigo varita mágica y costales de dinero para repartir a la mano; independientemente de los esperados señalamientos oposicionistas, así como de los que por promover el voto pensaron que obtendrían empleo o algún otro beneficio personal y no se pudo.

Los 17 han rebasado los primeros cien días. Están informados de que se tendrá un 2019 muy complicado y que hay que actuar con mano firme en la administración, pero poniéndole especial énfasis a la atención personal a la gente. Esto último, por desfortuna, no lo hace la mayoría: ya se esconden y pareciera que nada los acongoja.

Hay excepciones. Con la experiencia adquirida durante su primera gestión como presidentes municipales a inicios de siglo, Carmito Torruco de Huimanguillo y Saúl Plancarte en Balancán, saben -y actúan en consecuencia- que además de mantener una estricta disciplina en el gasto hay que dejarse ver, no esconderse, ante las demandas ciudadanas.

Plancarte presentó el pasado sábado un recuento de las primeras tareas del ayuntamiento de Balancán. Al término de la ceremonia, él y su esposa, María Eugenia Rivera, pusieron en marcha el programa Mi Amigo el Médico.

Con el apoyo de una ambulancia, profesionales de la medicina acudirán a las comunidades de Balancán para brindar atención a niños, jóvenes y personas de la tercera edad. Se tiene un censo inicial de 199 individuos. Desde un inicio, Saúl Plancarte hizo suya la línea de trabajo del Presidente Andrés López Obrador y de Adán: primero los pobres.

Torruco recibió un profundo boquete en las finanzas municipales. Su antecesor, Sabino Herrera, le dejó adeudos por más de 170 millones de pesos.

En vez de sentarse a llorar, Carmito aplicó severas medidas de austeridad, con el respaldo de sus principales colaboradores, quienes de antemano sabían que no iban a recibir remuneración alguna hasta enero. Pero como el apretón general de cinturón rindió frutos, finalmente pudieron cobrar varias quincenas y el ayuntamiento cubrió todos sus compromisos a diciembre y enero.

Ambos, Saúl y Carmito, iniciaron obras y sentaron las bases para que, en los meses por venir, la gente de Balancán y Huimanguillo perciba la transformación prometida, porque además se irá sintiendo la mano del buen gobierno de Adán y las inversiones federales comprometidas por Obrador.

En Macuspana, Roberto Villapando Arias tiene ante sí el desastre que le dejó el payaso y pícaro de José Eduardo Rovirosa. No obstante, las cosas mejorarán pronto, de manera gradual. El ex edil paga para que se dé en redes sociales una campaña permanente de desprestigio en contra del nuevo alcalde.

Tampoco en Centro está fácil la cosa.