/ martes 17 de mayo de 2022

Entre líneas | Se espera “factor sorpresa” para las próximas elecciones

El 5 de junio de este año en Aguascalientes, Durango, Hidalgo, Oaxaca, Quintana Roo y Tamaulipas se celebrarán elecciones ordinarias. Falta por tanto menos de un mes para estas consultas orienten con bastante probabilidad el futuro político de este país. Ahí se verá hasta que punto ha desgastado el poder a MORENA y si de alguna manera se ha beneficiado la oposición y por ello cuenta con alguna esperanza de recuperar el pulso antes del 2024. A diferencia de la consulta de Revocación no parece el INE sufrir una campaña de acoso o denuncia por intromisión contra sus actuaciones y continúa con la planeación y seguimiento a la correcta organización de estos procesos a través del Plan Integral y los calendarios de coordinación. Por su parte el Presidente tampoco está interfiriendo en el proceso ni ninguno de los miembros de su gobierno. Todo transcurre por cauces democráticos y eso es de celebrarse. El impacto del resultado de las urnas en estos estados tendrá consecuencias mucho más allá de sus fronteras y así ganaremos todos en tener un retrato muy aproximado de lo que piensa la sociedad mexicana. Queda un mes mal contado para que lleguen las elecciones, que han hecho claves todos los partidos políticos, incluidos los que quieren evitarlas porque dan el resultado por hecho para su candidato.

EL FACTOR SORPRESA

“Sorpresas te da la vida” decía Pedro Navaja en la canción. Porque de una y otra parte se anuncian sorpresas respecto a lo que anuncian las encuestas conocidas. Hay algunos “gurús” que parecen tener “otros datos” y esa es precisamente la incógnita que nos gustaría despejar. En definitiva se trata de saber cuál es el verdadero peso de MORENA en una elección en la que no está AMLO en la boleta. Como se puede ver hay muchas cartas de la sucesión que se juegan en estas elecciones en varios estados aunque parezcan unas intermedias de menor entidad. El problema es que cada día hay más empresas que se dedican a hacer encuestas y que su credibilidad es proporcionalmente menor. Existe una duda generalizada sobre los sondeos y las encuestas que se dicen científicas que arrastran a los institutos de medición de opinión serios a la banalidad y a la gente de la calle al escepticismo. En las elecciones de 2018 la empresa encuestadora Massive Caller era prácticamente desconocida y por la rapidez con la que hacía sus sondeos y que los ha puesto a disposición de los medios se ha convirtió en una especie de referencia obligada para saber cómo iban los candidatos a los diferentes cargos de elección popular. Las dudas sobre sus vaticinios se hicieron públicas cuando se supo que hacía sus encuestas vía telefónica utilizando robots, es decir, una máquina que llama y recibe respuestas mediante las teclas del teléfono, en lugar de personas que se toman un tiempo en hacer la encuesta, por eso podía hacer estos ejercicios diariamente, aunque como es natural es dudoso su resultado porque puede contestarla desde un niño de diez años, alguien que no vota en ese estado o un extranjero y ni siquiera se daba a conocer quien sufragaba los gastos de la consulta.

NO HAY QUE FIARSE DE LAS ENCUESTAS

Desde el ocho de septiembre de 2017 hasta las elecciones de 2018, el Instituto Nacional Electoral (INE) detectó que de las 253 encuestas electorales realizadas, sólo 134 cumplían con los criterios solicitados para ser una fuente de información confiable. Estos son algunos aspectos que deben considerarse, para saber si una encuesta es confiable, según el INE: Saber quién realiza y paga la encuesta. De esta manera se puede evaluar la credibilidad del estudio, y detectar si existe algún tipo de conflictos de interés. Usualmente son los medios de comunicación, instituciones académicas, organizaciones civiles o incluso grupos políticos los que financian las encuestas. Conocer quién o quiénes publican la encuesta. Los resultados de las encuestas son difundidos principalmente por los medios de comunicación; de ahí que sea importante que los medios den a conocer toda la información relacionada con ellas. ¿Cuándo realizaron la encuesta? Que las preguntas hayan sido claras y no inducidas. Un elemento que da confiabilidad a las encuestas es el tipo de preguntas que son realizadas a los participantes. Los activos deben ser claros y no inducir a una respuesta específica. Conocer cómo hicieron la encuesta. El formato de la encuesta, refiere a la forma en que ésta fue realizada, es decir, si fue hecha de forma personal, vía telefónica o por internet. ¿Cuántas personas fueron encuestadas? Un elemento indispensable en las encuestas es el tamaño de la muestra, es decir cuántas personas fueron encuestadas. Para que un estudio estadístico de este tipo sea considerado confiable, se debe contar con una muestra de al menos mil personas encuestadas. Debe tener un margen de error menor a 5%. Otro aspecto a considerar es el saber qué tan certeros son los resultados obtenidos, comúnmente el análisis de la información debe ser un 95% confiable. Y por último está demostrado que entre el 15 y el 20 por ciento de los votantes deciden su voto en la misma urna y por tanto las mediciones de las preferencias son simplemente ejercicios de orientación que no aseguran nada.

El 5 de junio de este año en Aguascalientes, Durango, Hidalgo, Oaxaca, Quintana Roo y Tamaulipas se celebrarán elecciones ordinarias. Falta por tanto menos de un mes para estas consultas orienten con bastante probabilidad el futuro político de este país. Ahí se verá hasta que punto ha desgastado el poder a MORENA y si de alguna manera se ha beneficiado la oposición y por ello cuenta con alguna esperanza de recuperar el pulso antes del 2024. A diferencia de la consulta de Revocación no parece el INE sufrir una campaña de acoso o denuncia por intromisión contra sus actuaciones y continúa con la planeación y seguimiento a la correcta organización de estos procesos a través del Plan Integral y los calendarios de coordinación. Por su parte el Presidente tampoco está interfiriendo en el proceso ni ninguno de los miembros de su gobierno. Todo transcurre por cauces democráticos y eso es de celebrarse. El impacto del resultado de las urnas en estos estados tendrá consecuencias mucho más allá de sus fronteras y así ganaremos todos en tener un retrato muy aproximado de lo que piensa la sociedad mexicana. Queda un mes mal contado para que lleguen las elecciones, que han hecho claves todos los partidos políticos, incluidos los que quieren evitarlas porque dan el resultado por hecho para su candidato.

EL FACTOR SORPRESA

“Sorpresas te da la vida” decía Pedro Navaja en la canción. Porque de una y otra parte se anuncian sorpresas respecto a lo que anuncian las encuestas conocidas. Hay algunos “gurús” que parecen tener “otros datos” y esa es precisamente la incógnita que nos gustaría despejar. En definitiva se trata de saber cuál es el verdadero peso de MORENA en una elección en la que no está AMLO en la boleta. Como se puede ver hay muchas cartas de la sucesión que se juegan en estas elecciones en varios estados aunque parezcan unas intermedias de menor entidad. El problema es que cada día hay más empresas que se dedican a hacer encuestas y que su credibilidad es proporcionalmente menor. Existe una duda generalizada sobre los sondeos y las encuestas que se dicen científicas que arrastran a los institutos de medición de opinión serios a la banalidad y a la gente de la calle al escepticismo. En las elecciones de 2018 la empresa encuestadora Massive Caller era prácticamente desconocida y por la rapidez con la que hacía sus sondeos y que los ha puesto a disposición de los medios se ha convirtió en una especie de referencia obligada para saber cómo iban los candidatos a los diferentes cargos de elección popular. Las dudas sobre sus vaticinios se hicieron públicas cuando se supo que hacía sus encuestas vía telefónica utilizando robots, es decir, una máquina que llama y recibe respuestas mediante las teclas del teléfono, en lugar de personas que se toman un tiempo en hacer la encuesta, por eso podía hacer estos ejercicios diariamente, aunque como es natural es dudoso su resultado porque puede contestarla desde un niño de diez años, alguien que no vota en ese estado o un extranjero y ni siquiera se daba a conocer quien sufragaba los gastos de la consulta.

NO HAY QUE FIARSE DE LAS ENCUESTAS

Desde el ocho de septiembre de 2017 hasta las elecciones de 2018, el Instituto Nacional Electoral (INE) detectó que de las 253 encuestas electorales realizadas, sólo 134 cumplían con los criterios solicitados para ser una fuente de información confiable. Estos son algunos aspectos que deben considerarse, para saber si una encuesta es confiable, según el INE: Saber quién realiza y paga la encuesta. De esta manera se puede evaluar la credibilidad del estudio, y detectar si existe algún tipo de conflictos de interés. Usualmente son los medios de comunicación, instituciones académicas, organizaciones civiles o incluso grupos políticos los que financian las encuestas. Conocer quién o quiénes publican la encuesta. Los resultados de las encuestas son difundidos principalmente por los medios de comunicación; de ahí que sea importante que los medios den a conocer toda la información relacionada con ellas. ¿Cuándo realizaron la encuesta? Que las preguntas hayan sido claras y no inducidas. Un elemento que da confiabilidad a las encuestas es el tipo de preguntas que son realizadas a los participantes. Los activos deben ser claros y no inducir a una respuesta específica. Conocer cómo hicieron la encuesta. El formato de la encuesta, refiere a la forma en que ésta fue realizada, es decir, si fue hecha de forma personal, vía telefónica o por internet. ¿Cuántas personas fueron encuestadas? Un elemento indispensable en las encuestas es el tamaño de la muestra, es decir cuántas personas fueron encuestadas. Para que un estudio estadístico de este tipo sea considerado confiable, se debe contar con una muestra de al menos mil personas encuestadas. Debe tener un margen de error menor a 5%. Otro aspecto a considerar es el saber qué tan certeros son los resultados obtenidos, comúnmente el análisis de la información debe ser un 95% confiable. Y por último está demostrado que entre el 15 y el 20 por ciento de los votantes deciden su voto en la misma urna y por tanto las mediciones de las preferencias son simplemente ejercicios de orientación que no aseguran nada.

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