/ jueves 15 de diciembre de 2022

Entre líneas | El poder adictivo de la polarización: Pérdida de control, o alteración grave del funcionamiento diario de la persona

Cada día está más extendida la inquietud de que la sociedad mexicana se está ´polarizando más y más en sus planteamientos políticos, y que este distanciamiento social ha dividido a la nación en dos grupos claramente diferenciados que de manera muy básica podemos clasificar entre liberales y conservadores. Los liberales se identifican con la izquierda tradicional, aunque no se la reconoce por algunas maneras que se mueven más en el entorno de la “tercera vía” inglesa que en su día puso en marcha con éxito en Primer Ministro laborista Tony Blair. Los conservadores si se les señala como coincidentes con la derecha de toda la vida. Unos más y otros un poco menos, pero siempre aliados con el capital y lo peor del mundo capitalista. En las redes sociales es en donde se puede ver en todo su esplendor esta polarización que está llegando al paroxismo en casos de personas y personajes que hasta hace no mucho no teníamos ni idea de que pudieran a llegar a ser tan obsesivos. Hoy ya sabemos un poco más del porque esa transformación. Se explica en el Informe LLYC para el que se utilizaron técnicas de Big Data e Inteligencia Artificial para analizar la conversación de los últimos cinco años en Iberoamérica y Estados Unidos, procesando más de 600 millones de mensajes en redes sociales, entre el 1 de septiembre de 2017 y el 31 de agosto. La aplicación de la inteligencia artificial en el análisis del volumen de mensajes que se intercambian en las redes sociales, fue fundamental para conocer de qué se habla, cómo se expresan las opiniones, quiénes activan los debates y cuáles las reacciones que provocan. "Se obtiene así una imagen real del momento y evolución de las conversaciones, libre de prejuicios, que facilita una mejor comprensión de las tendencias de opinión, permite identificar aquellos temas de oportunidad en los que una organización está legitimada para interactuar y puede aportar ideas y contenidos de valor, al tiempo que detecta los riesgos asociados", se explica por los autores de este informe. Así, en el estudio se demuestra que “la adicción a las redes sociales alcanza en determinados casos una parecida a la de una droga. Esta adicción a las redes, y en especial a contenidos polarizantes, genera, tanto en las personas como en la sociedad, síntomas similares a los de una droga "tipo c". Síntomas que pueden ser la pérdida de control, la absorción a nivel mental o la alteración grave del funcionamiento diario de la persona. Da terror leer lo anterior pero apenas empieza el hilo. “La polarización provoca en nuestro cuerpo serotonina, pudiendo llegar a influir en toda la toma de decisiones. El ejercicio fue realizado por LLYC en colaboración con expertos de diferentes países de varios continentes que señalan que la polarización impide encontrar consensos y puntos de encuentro entre las personas.

Las conclusiones de este informe son aplastantes: las redes sociales son el espacio ideal para su expansión, anota el texto de LLYC.

La opinión de los ciudadanos se anula y tiende a conformarse con la idea de que se ha terminado el espacio para un debate público sin estridencias: una media del 66% de los ciudadanos considera que la gente de su país no tiene la habilidad para debatir de manera civilizada y constructiva.

México y los temas polarizantes

En el caso de México la libertad de expresión es el tema que más polariza a la sociedad, mientras que el de derechos humanos, el que más conversación moviliza.

"Entre los conservadores algunos manifiestan que actualmente existen riesgos para la libertad de expresión. Mientras tanto, aquellos más moderados, opinan que la libertad de expresión no ha mejorado en nada en México durante la actual administración", destaca el texto.

El estudio inició en agosto de 2017 pero “lo que sí identificamos es que la polarización es un fenómeno global y, en ese sentido, no parece que la tendencia sea atribuible al actual Gobierno".

Sin embargo, se destaca una particularidad que tiene México: existen muchas voces que no se identifican directamente con ninguna de las dos posiciones -como conservadores o progresistas- y que muestran una gran desafección política.

Además, en México, desde la toma de posesión de López Obrador, la conversación “está ligeramente dominada por las voces conservadoras por sobre las liberales”, dice en otra de las conclusiones.

Cada día está más extendida la inquietud de que la sociedad mexicana se está ´polarizando más y más en sus planteamientos políticos, y que este distanciamiento social ha dividido a la nación en dos grupos claramente diferenciados que de manera muy básica podemos clasificar entre liberales y conservadores. Los liberales se identifican con la izquierda tradicional, aunque no se la reconoce por algunas maneras que se mueven más en el entorno de la “tercera vía” inglesa que en su día puso en marcha con éxito en Primer Ministro laborista Tony Blair. Los conservadores si se les señala como coincidentes con la derecha de toda la vida. Unos más y otros un poco menos, pero siempre aliados con el capital y lo peor del mundo capitalista. En las redes sociales es en donde se puede ver en todo su esplendor esta polarización que está llegando al paroxismo en casos de personas y personajes que hasta hace no mucho no teníamos ni idea de que pudieran a llegar a ser tan obsesivos. Hoy ya sabemos un poco más del porque esa transformación. Se explica en el Informe LLYC para el que se utilizaron técnicas de Big Data e Inteligencia Artificial para analizar la conversación de los últimos cinco años en Iberoamérica y Estados Unidos, procesando más de 600 millones de mensajes en redes sociales, entre el 1 de septiembre de 2017 y el 31 de agosto. La aplicación de la inteligencia artificial en el análisis del volumen de mensajes que se intercambian en las redes sociales, fue fundamental para conocer de qué se habla, cómo se expresan las opiniones, quiénes activan los debates y cuáles las reacciones que provocan. "Se obtiene así una imagen real del momento y evolución de las conversaciones, libre de prejuicios, que facilita una mejor comprensión de las tendencias de opinión, permite identificar aquellos temas de oportunidad en los que una organización está legitimada para interactuar y puede aportar ideas y contenidos de valor, al tiempo que detecta los riesgos asociados", se explica por los autores de este informe. Así, en el estudio se demuestra que “la adicción a las redes sociales alcanza en determinados casos una parecida a la de una droga. Esta adicción a las redes, y en especial a contenidos polarizantes, genera, tanto en las personas como en la sociedad, síntomas similares a los de una droga "tipo c". Síntomas que pueden ser la pérdida de control, la absorción a nivel mental o la alteración grave del funcionamiento diario de la persona. Da terror leer lo anterior pero apenas empieza el hilo. “La polarización provoca en nuestro cuerpo serotonina, pudiendo llegar a influir en toda la toma de decisiones. El ejercicio fue realizado por LLYC en colaboración con expertos de diferentes países de varios continentes que señalan que la polarización impide encontrar consensos y puntos de encuentro entre las personas.

Las conclusiones de este informe son aplastantes: las redes sociales son el espacio ideal para su expansión, anota el texto de LLYC.

La opinión de los ciudadanos se anula y tiende a conformarse con la idea de que se ha terminado el espacio para un debate público sin estridencias: una media del 66% de los ciudadanos considera que la gente de su país no tiene la habilidad para debatir de manera civilizada y constructiva.

México y los temas polarizantes

En el caso de México la libertad de expresión es el tema que más polariza a la sociedad, mientras que el de derechos humanos, el que más conversación moviliza.

"Entre los conservadores algunos manifiestan que actualmente existen riesgos para la libertad de expresión. Mientras tanto, aquellos más moderados, opinan que la libertad de expresión no ha mejorado en nada en México durante la actual administración", destaca el texto.

El estudio inició en agosto de 2017 pero “lo que sí identificamos es que la polarización es un fenómeno global y, en ese sentido, no parece que la tendencia sea atribuible al actual Gobierno".

Sin embargo, se destaca una particularidad que tiene México: existen muchas voces que no se identifican directamente con ninguna de las dos posiciones -como conservadores o progresistas- y que muestran una gran desafección política.

Además, en México, desde la toma de posesión de López Obrador, la conversación “está ligeramente dominada por las voces conservadoras por sobre las liberales”, dice en otra de las conclusiones.

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