/ jueves 26 de enero de 2023

Ejes Ambientales | Educación ambiental…un compromiso olvidado en Tabasco

“La educación ambiental es un campo emergente de la pedagogía en proceso de construcción, que todavía no logra permear apropiadamente las estructuras y prácticas de las instituciones educativas y ambientales oficiales”.


Dr. Edgar González Gaudiano, 2013.


Hoy 26 de enero se conmemora el Día Mundial de la Educación Ambiental, declarada por Naciones Unidas en el marco de la Conferencia de Estocolmo sobre Medio Ambiente Humano en 1972, que en el principio 19 de los 26 principios se estableció: “Es indispensable una labor de educación en cuestiones ambientales, dirigida tanto a las generaciones jóvenes como a los adultos y que preste la debida atención al sector de población menos privilegiado, para ensanchar las bases de una opinión pública bien informada, y de una conducta de los individuos, de las empresas y de las colectividades inspirada en el sentido de su responsabilidad en cuanto a la protección y mejoramiento del medio ambiente en toda su dimensión humana. Es también esencial que los medios de comunicación de masas eviten contribuir al deterioro del medio ambiente humano y difundan, por el contrario, información de carácter educativo sobre la necesidad de protegerlo y mejorarlo, a fin de que el hombre pueda desarrollarse en todos los aspectos”.

Es así que la educación ambiental se remonta no más allá de la década de los años setenta en el mundo y en el caso de México a los ochentas. Lo que implica que llevamos mas de 5 décadas con diversos esfuerzos, Sin embargo, los resultados a la vista no han sido los esperados, pues vemos con preocupación los avances y tendencias de la contaminación del medio ambiente, que en buena medida se deben al modelo equivocado de desarrollo económico y la creciente pérdida de la naturaleza.

En el caso de Tabasco a finales de los 80s, con la creación de las coordinaciones municipales de gestión ambiental se elaboraron los primeros programas sectoriales en el que se incluían diversas estrategias educativas ambientales, por ejemplo: a inicios de los años noventas, con el apoyo del Dr. Eduardo Salvador López Hernández, distinguido investigador en el ramo de la educación ambiental en la UJAT, a quien le digo en lo personal y de manera amigable “Gurú de la Educación Ambiental en Tabasco”, iniciamos con cursos de educación sobre la gestión de residuos sólidos urbanos y cultura ambiental en general a los delegados y otras autoridades municipales.

De igual manera, quiero destacar que a inicios de esa década la División Académica de Ciencias Biológicas en la UJAT, como iniciativa del distinguido Doctor. López Hernández y su extraordinario equipo de trabajo, como es el caso de la Doctora Ana Rodríguez Luna, además de prestigiados investigadores a nivel nacional se inició con el Diplomado de Educación Ambiental, dando así invaluable aportación al estado con la formación y profesionalización de 28 generaciones al día de hoy.

Otro esfuerzo más que vale la pena mencionar son las tres generaciones de educación ambiental con el grado de maestría, que lamentablemente no continuó debido al formato educativo presencial que dificultó la participación de profesionistas debido a los horarios laborales de las y los interesados. Creo que vale la pena rescatar esta iniciativa en la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco.

Por otro lado, es importante señalar que en septiembre de 2015 se publicó en el Periódico Oficial del Gobierno Estatal el Programa Estatal de Educación Ambiental, Capacitación para el Desarrollo Sustentable y Comunicación Educativa, que a pesar de ser un soporte jurídico importante dejó sin aplicación la elaboración del Programa Estatal de Educación Ambiental, Capacitación para el Desarrollo Sustentable y Comunicación Educativa, y la instrumentación de los cuatro proyectos estratégicos: elaboración de material didáctico y lúdico; Implementación de centros regionales de educación y cultura ambiental; fortalecimiento de la curricula en educación ambiental y la vinculación para la Educación Ambiental. Otro tema más para sacar del archivo muerto para reducir rezagos.

Otra actividad educativa del sector oficial fue en el año 2021 la instalación del Comité Estatal de Educación Ambiental en la entidad al través de la Secretaría de Educación del Estado de Tabasco (SETAB) con el objeto de impulsar programas y acciones para fomentar la cultura del cuidado al medio ambiente y la sustentabilidad entre la comunidad escolar, sin embargo se desconocen las acciones y alcances que han tenido a la fecha los cuatro ejes de colaboración. Sería interesante establecer alianzas con las organizaciones de la sociedad civil para coadyuvar de manera conjunta en las estrategias que se hayan comprometido.

De igual manera, es necesario comentar que en los años 2019 y 2020 la agencia implementadora Conservación Internacional, AC, desarrolló 16 talleres relacionados con la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero debidas a la deforestación y degradación de los bosques y selvas, la conservación y aumento de las reservas de carbono y el manejo forestal sustentable. Sin embargo, el Gobierno del Estado desaprovechó, una vez más, la posibilidad de generar y atraer inversiones internacionales para fondear la implementación de los proyectos generados en los talleres, los cuales fueron propuestos por productores, empresarios, organizaciones sociales y académicos reconocidos en la materia. Un rezago en el que no se acaba de entender las razones de la ineficiencia mostrada en detrimento del ramo forestal y cambio climático, el cual derivó de un modelo participativo de capacitación que era en beneficio de las y los tabasqueños.

Existen casos importantes que nacieron desde hace mas de una década y fueron instrumentados desde la trinchera de la sociedad civil organizada, como son los casos del modelo de educación participativa a través de la limpieza de la laguna de las ilusiones, talleres de Carta de la Tierra, talleres de huertos familiares, encuentros juveniles ante el cambio climático, cursos de educación ambiental para profesores del nivel básico, cursos para estudiantes universitarios sobre el manejo de los residuos sólidos, talleres en el tema de la gestión del agua, protección animal domestico, reforestación urbana, movilidad sustentable, entre otras muchas acciones que se han realizado.

En fin, son muchos los asuntos en materia de educación ambiental que se han realizado en los gobiernos anteriores que han quedado en el tintero y que vale la pena rescatar para convertir en acciones efectivas, de igual manera es necesario que la Secretaría de Educación y la Secretaría que tiene como responsabilidad pública los temas de sustentabilidad y cambio climático, así como los empresarios, las instituciones educativas, los medios de comunicación y las organizaciones de la sociedad civil continuemos realizando, en algunos casos con mayor celeridad e innovando contenidos educativos ambientales para propiciar un profundo cambio de actitudes, comportamientos y conductas más amigables con el medio ambiente. No debemos permitir que se sigan perdiendo ecosistemas y su biodiversidad; no debemos permitir que continúe creciendo la contaminación del aire, suelo y agua; no debemos permitir que sigan vigentes las causas y efectos del cambio climático en el territorio tabasqueño.

La educación ambiental hacia la sustentabilidad debería ser un compromiso de responsabilidad compartida de autoridades y ciudadanía en la que habrá que sumar con más énfasis a los gobiernos municipales e incluso a quienes dicen ser los representantes del “pueblo” en el Congreso Estatal. Es “sine qua non” abandonar nuestra apatía, dejar de ser el problema y convertirnos en parte de la solución, ya es hora de dejar de ser simples espectadores de los problemas socioambientales y hagamos de la educación ambiental una realidad; si a los gobiernos no les interesa o no pueden, les invito a que redoblemos esfuerzos desde la sociedad civil para generar modelos educativos ambientales que representen algún significado a la población y pasar de la conciencia a la acción.

“La educación ambiental es un campo emergente de la pedagogía en proceso de construcción, que todavía no logra permear apropiadamente las estructuras y prácticas de las instituciones educativas y ambientales oficiales”.


Dr. Edgar González Gaudiano, 2013.


Hoy 26 de enero se conmemora el Día Mundial de la Educación Ambiental, declarada por Naciones Unidas en el marco de la Conferencia de Estocolmo sobre Medio Ambiente Humano en 1972, que en el principio 19 de los 26 principios se estableció: “Es indispensable una labor de educación en cuestiones ambientales, dirigida tanto a las generaciones jóvenes como a los adultos y que preste la debida atención al sector de población menos privilegiado, para ensanchar las bases de una opinión pública bien informada, y de una conducta de los individuos, de las empresas y de las colectividades inspirada en el sentido de su responsabilidad en cuanto a la protección y mejoramiento del medio ambiente en toda su dimensión humana. Es también esencial que los medios de comunicación de masas eviten contribuir al deterioro del medio ambiente humano y difundan, por el contrario, información de carácter educativo sobre la necesidad de protegerlo y mejorarlo, a fin de que el hombre pueda desarrollarse en todos los aspectos”.

Es así que la educación ambiental se remonta no más allá de la década de los años setenta en el mundo y en el caso de México a los ochentas. Lo que implica que llevamos mas de 5 décadas con diversos esfuerzos, Sin embargo, los resultados a la vista no han sido los esperados, pues vemos con preocupación los avances y tendencias de la contaminación del medio ambiente, que en buena medida se deben al modelo equivocado de desarrollo económico y la creciente pérdida de la naturaleza.

En el caso de Tabasco a finales de los 80s, con la creación de las coordinaciones municipales de gestión ambiental se elaboraron los primeros programas sectoriales en el que se incluían diversas estrategias educativas ambientales, por ejemplo: a inicios de los años noventas, con el apoyo del Dr. Eduardo Salvador López Hernández, distinguido investigador en el ramo de la educación ambiental en la UJAT, a quien le digo en lo personal y de manera amigable “Gurú de la Educación Ambiental en Tabasco”, iniciamos con cursos de educación sobre la gestión de residuos sólidos urbanos y cultura ambiental en general a los delegados y otras autoridades municipales.

De igual manera, quiero destacar que a inicios de esa década la División Académica de Ciencias Biológicas en la UJAT, como iniciativa del distinguido Doctor. López Hernández y su extraordinario equipo de trabajo, como es el caso de la Doctora Ana Rodríguez Luna, además de prestigiados investigadores a nivel nacional se inició con el Diplomado de Educación Ambiental, dando así invaluable aportación al estado con la formación y profesionalización de 28 generaciones al día de hoy.

Otro esfuerzo más que vale la pena mencionar son las tres generaciones de educación ambiental con el grado de maestría, que lamentablemente no continuó debido al formato educativo presencial que dificultó la participación de profesionistas debido a los horarios laborales de las y los interesados. Creo que vale la pena rescatar esta iniciativa en la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco.

Por otro lado, es importante señalar que en septiembre de 2015 se publicó en el Periódico Oficial del Gobierno Estatal el Programa Estatal de Educación Ambiental, Capacitación para el Desarrollo Sustentable y Comunicación Educativa, que a pesar de ser un soporte jurídico importante dejó sin aplicación la elaboración del Programa Estatal de Educación Ambiental, Capacitación para el Desarrollo Sustentable y Comunicación Educativa, y la instrumentación de los cuatro proyectos estratégicos: elaboración de material didáctico y lúdico; Implementación de centros regionales de educación y cultura ambiental; fortalecimiento de la curricula en educación ambiental y la vinculación para la Educación Ambiental. Otro tema más para sacar del archivo muerto para reducir rezagos.

Otra actividad educativa del sector oficial fue en el año 2021 la instalación del Comité Estatal de Educación Ambiental en la entidad al través de la Secretaría de Educación del Estado de Tabasco (SETAB) con el objeto de impulsar programas y acciones para fomentar la cultura del cuidado al medio ambiente y la sustentabilidad entre la comunidad escolar, sin embargo se desconocen las acciones y alcances que han tenido a la fecha los cuatro ejes de colaboración. Sería interesante establecer alianzas con las organizaciones de la sociedad civil para coadyuvar de manera conjunta en las estrategias que se hayan comprometido.

De igual manera, es necesario comentar que en los años 2019 y 2020 la agencia implementadora Conservación Internacional, AC, desarrolló 16 talleres relacionados con la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero debidas a la deforestación y degradación de los bosques y selvas, la conservación y aumento de las reservas de carbono y el manejo forestal sustentable. Sin embargo, el Gobierno del Estado desaprovechó, una vez más, la posibilidad de generar y atraer inversiones internacionales para fondear la implementación de los proyectos generados en los talleres, los cuales fueron propuestos por productores, empresarios, organizaciones sociales y académicos reconocidos en la materia. Un rezago en el que no se acaba de entender las razones de la ineficiencia mostrada en detrimento del ramo forestal y cambio climático, el cual derivó de un modelo participativo de capacitación que era en beneficio de las y los tabasqueños.

Existen casos importantes que nacieron desde hace mas de una década y fueron instrumentados desde la trinchera de la sociedad civil organizada, como son los casos del modelo de educación participativa a través de la limpieza de la laguna de las ilusiones, talleres de Carta de la Tierra, talleres de huertos familiares, encuentros juveniles ante el cambio climático, cursos de educación ambiental para profesores del nivel básico, cursos para estudiantes universitarios sobre el manejo de los residuos sólidos, talleres en el tema de la gestión del agua, protección animal domestico, reforestación urbana, movilidad sustentable, entre otras muchas acciones que se han realizado.

En fin, son muchos los asuntos en materia de educación ambiental que se han realizado en los gobiernos anteriores que han quedado en el tintero y que vale la pena rescatar para convertir en acciones efectivas, de igual manera es necesario que la Secretaría de Educación y la Secretaría que tiene como responsabilidad pública los temas de sustentabilidad y cambio climático, así como los empresarios, las instituciones educativas, los medios de comunicación y las organizaciones de la sociedad civil continuemos realizando, en algunos casos con mayor celeridad e innovando contenidos educativos ambientales para propiciar un profundo cambio de actitudes, comportamientos y conductas más amigables con el medio ambiente. No debemos permitir que se sigan perdiendo ecosistemas y su biodiversidad; no debemos permitir que continúe creciendo la contaminación del aire, suelo y agua; no debemos permitir que sigan vigentes las causas y efectos del cambio climático en el territorio tabasqueño.

La educación ambiental hacia la sustentabilidad debería ser un compromiso de responsabilidad compartida de autoridades y ciudadanía en la que habrá que sumar con más énfasis a los gobiernos municipales e incluso a quienes dicen ser los representantes del “pueblo” en el Congreso Estatal. Es “sine qua non” abandonar nuestra apatía, dejar de ser el problema y convertirnos en parte de la solución, ya es hora de dejar de ser simples espectadores de los problemas socioambientales y hagamos de la educación ambiental una realidad; si a los gobiernos no les interesa o no pueden, les invito a que redoblemos esfuerzos desde la sociedad civil para generar modelos educativos ambientales que representen algún significado a la población y pasar de la conciencia a la acción.