/ lunes 11 de noviembre de 2019

Los otros Datos | El Arte de Gobernar

Sin duda la tarea de gobernar es uno de los desafíos más importantes que puede enfrentar un ser humano cuya vocación, oficio o actividad sea la política; La Real AcademiaEspañola dice que es el “Arte o manera de gobernar que se propone como objetivo el logro de un desarrollo económico, social e institucional duradero, promoviendo un sano equilibrio entre el Estado, la sociedad civil y el mercado de la economía”.

Es más que evidente, que no todos los políticos que gobiernan conocen el contenido de lo que es la palabra Gobernar, no tienen claridad o no están de acuerdo con esta definición.

La inteligencia de un político estriba en conocer no sólo sus fortalezas, sino sus deficiencias o debilidades, para subsanarlas en ese difícil proceso de integración de un equipo. Pero de nada sirve tener un equipo de personas calificadas y con conocimiento del entorno, si este gobernante no escucha, si no actúa o simplemente no los deja hacer a cada uno la tarea para la que fueron contratados, porque el gobernante le va a todas. Controlar la vanidad es tan fundamental como la memoria de un político, ya que los políticos deben tener la memoria de un elefante para no olvidar lo que prometieron ayer cuando eran oposición y buscaban conquistar el cargo que hoy tienen.

La dialéctica de la política es compleja pero paradójicamente muy simple, sobre todo cuando los políticos eligen ser congruentes y conducirse con verdad frente a su pueblo. Un político que habla con verdad puede repetir un discurso miles de veces y nunca se equivocará y ¿saben ustedes por qué? la respuesta es simple, porque habla con verdad a sus gobernados

El estribillo favorito de AMLO en campaña era: No Mentir, No Robar y No Traicionar; la paradoja es que esa mentira no es verdad, y por ello vale la pena revisar la paradoja Epimenides, o sea la paradoja del mentiroso

Un gobernante está obligado a conocer los problemas del estado que dice gobernar y cuando llega debe tener una estrategia para resolver esos problemas. El cronograma de tiempos y ritmos es vital en la administración de los recursos escasos, sobre todo cuando tienes un pueblo ávido de respuestas y soluciones concretas.

Los Gobernantes no pueden ni deben seguir siendo víctimas del síndrome de alterar la realidad y faltar a la verdad.

Un informe no debe seguir siendo un rosario de buenas intenciones solamente, un informe es la recapitulación de acciones concretas a los grandes problemas que en el día a día enfrentan los ciudadanos.

Seguimos sumidos en la crisis económica y todo lo que ello genera, seguimos teniendo problemas en el sector salud, seguimos siendo deficientes en materia de impartición de justicia y lo más grave aún seguimos siendo rehenes de la inseguridad. Si quienes gobiernan no tienen claro que la inseguridad en Tabasco se encuentra desbordada, estamos mal; no habrá inversión privada, porque donde hay inseguridad el dinero vuela.

La visita del gobernador Adán Agusto López Hernández al congreso es un ejercicio muy interesante, más aun cuando pide derecho de réplica, le gran pregunta es ¿derecho de réplica para qué?

Hablar de construir consensos en el congreso es poco menos que imposible, sobre todo cuando vemos que la realidad totalmente distinta a lo que se dice, prueba es lo que ha pasado con las iniciativas presentadas por los distintos partidos de oposición. En fin, para hablar de la tolerancia y de unidad en torno a Tabasco, una constante en el discurso de quien hoy gobierna, las palabras tienen que ser acompañadas por acciones concretas. Porque sino, los buenos deseos son demagogia y vaya la cosa, puras mentiras.

En todo sistema democrático existen pesos y contrapesos, las oposiciones en todos los países del mundo democrático son vitales en el proceso para garantizar la gobernanza. Hay que promover que el gobierno no solo escuche, sino que oiga, y que atienda. La oposición en una democracia ayuda a construir, porque también quiere lo mejor para el pueblo. En el Arte de la Guerra Maquiavelo dice que la política es una guerra continua, en la que sólo pueden vencer los líderes ingeniosos, inteligentes, de gran preparación y de enorme fortaleza física y mental. Si todo sigue igual, ya sabemos de qué lado estará la derrota.

Sin duda la tarea de gobernar es uno de los desafíos más importantes que puede enfrentar un ser humano cuya vocación, oficio o actividad sea la política; La Real AcademiaEspañola dice que es el “Arte o manera de gobernar que se propone como objetivo el logro de un desarrollo económico, social e institucional duradero, promoviendo un sano equilibrio entre el Estado, la sociedad civil y el mercado de la economía”.

Es más que evidente, que no todos los políticos que gobiernan conocen el contenido de lo que es la palabra Gobernar, no tienen claridad o no están de acuerdo con esta definición.

La inteligencia de un político estriba en conocer no sólo sus fortalezas, sino sus deficiencias o debilidades, para subsanarlas en ese difícil proceso de integración de un equipo. Pero de nada sirve tener un equipo de personas calificadas y con conocimiento del entorno, si este gobernante no escucha, si no actúa o simplemente no los deja hacer a cada uno la tarea para la que fueron contratados, porque el gobernante le va a todas. Controlar la vanidad es tan fundamental como la memoria de un político, ya que los políticos deben tener la memoria de un elefante para no olvidar lo que prometieron ayer cuando eran oposición y buscaban conquistar el cargo que hoy tienen.

La dialéctica de la política es compleja pero paradójicamente muy simple, sobre todo cuando los políticos eligen ser congruentes y conducirse con verdad frente a su pueblo. Un político que habla con verdad puede repetir un discurso miles de veces y nunca se equivocará y ¿saben ustedes por qué? la respuesta es simple, porque habla con verdad a sus gobernados

El estribillo favorito de AMLO en campaña era: No Mentir, No Robar y No Traicionar; la paradoja es que esa mentira no es verdad, y por ello vale la pena revisar la paradoja Epimenides, o sea la paradoja del mentiroso

Un gobernante está obligado a conocer los problemas del estado que dice gobernar y cuando llega debe tener una estrategia para resolver esos problemas. El cronograma de tiempos y ritmos es vital en la administración de los recursos escasos, sobre todo cuando tienes un pueblo ávido de respuestas y soluciones concretas.

Los Gobernantes no pueden ni deben seguir siendo víctimas del síndrome de alterar la realidad y faltar a la verdad.

Un informe no debe seguir siendo un rosario de buenas intenciones solamente, un informe es la recapitulación de acciones concretas a los grandes problemas que en el día a día enfrentan los ciudadanos.

Seguimos sumidos en la crisis económica y todo lo que ello genera, seguimos teniendo problemas en el sector salud, seguimos siendo deficientes en materia de impartición de justicia y lo más grave aún seguimos siendo rehenes de la inseguridad. Si quienes gobiernan no tienen claro que la inseguridad en Tabasco se encuentra desbordada, estamos mal; no habrá inversión privada, porque donde hay inseguridad el dinero vuela.

La visita del gobernador Adán Agusto López Hernández al congreso es un ejercicio muy interesante, más aun cuando pide derecho de réplica, le gran pregunta es ¿derecho de réplica para qué?

Hablar de construir consensos en el congreso es poco menos que imposible, sobre todo cuando vemos que la realidad totalmente distinta a lo que se dice, prueba es lo que ha pasado con las iniciativas presentadas por los distintos partidos de oposición. En fin, para hablar de la tolerancia y de unidad en torno a Tabasco, una constante en el discurso de quien hoy gobierna, las palabras tienen que ser acompañadas por acciones concretas. Porque sino, los buenos deseos son demagogia y vaya la cosa, puras mentiras.

En todo sistema democrático existen pesos y contrapesos, las oposiciones en todos los países del mundo democrático son vitales en el proceso para garantizar la gobernanza. Hay que promover que el gobierno no solo escuche, sino que oiga, y que atienda. La oposición en una democracia ayuda a construir, porque también quiere lo mejor para el pueblo. En el Arte de la Guerra Maquiavelo dice que la política es una guerra continua, en la que sólo pueden vencer los líderes ingeniosos, inteligentes, de gran preparación y de enorme fortaleza física y mental. Si todo sigue igual, ya sabemos de qué lado estará la derrota.