/ martes 15 de octubre de 2019

Asesor Jurídico | La trampa de la austeridad

La austeridad no sustituye a la eficacia en el uso de los recursos públicos, por el contrario, puede propiciar erogaciones improductivas a cambio de modificaciones contables que, en apariencia, sean un equilibrio en las finanzas pero que trae consigo la trampa de los subejercicios y sobregastos en los gobiernos.

El 5 de septiembre la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) anuló la reforma al artículo 9 de la Constitución de Tabasco que disminuían en 50% los recursos entregados en 2018 a partidos políticos. La reducción del financiamiento había sido aprobada en octubre del año pasado por los siete consejeros del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana de Tabasco, esto luego de que el dictamen fuese avalado por 33 diputados locales.

Sin embargo, con todo y resolución de la Suprema Corte, la mayoría de Morena en el Congreso de Tabasco y a iniciativa del Poder Ejecutivo, aprobó nuevamente la reducción al 50% a las prerrogativas a partidos políticos.

Sobre este tema, seguramente se promoverán acciones de inconstitucionalidad para invalidar esta reforma, pues la Constitución y leyes federales prevén factores de determinación del financiamiento púbico que no pueden ser modificadas por las entidades federativas. Los estados no tienen libertad configurativa absoluta para reglamentar el financiamiento público que les corresponde a partidos políticos locales y en el caso de partidos políticos nacionales, relativo al sostenimiento de sus actividades ordinarias permanentes, deben someterse a lo dispuesto en la Ley General de Partidos Políticos, que establece detalladamente la forma de calcular dicho financiamiento.

Reducir las prerrogativas a los partidos políticos, no resuelve por sí solo los problemas económicos de la entidad y hay riesgo de entrar en la trampa de la austeridad. Una trayectoria económica sustentable es necesaria, pero la sustentabilidad a largo plazo depende de otras cosas, como por ejemplo el crecimiento económico, la certeza jurídica, la atracción de inversiones, la diversificación económica, finanzas públicas sanas, reorientación del gasto público y disminución sustantiva del gasto corriente, que en Tabasco alcanza el 78% del presupuesto.

Coincidimos en que debería haber una disminución drástica del financiamiento público que reciben los partidos políticos en México. Es una exageración el monto que año tras año se les entrega. Pero también, aparejado de normas electorales que sancionen a candidatos que exceden gastos en campaña y publicidad.

Este año, Morena recibió mil 717 millones 916 mil pesos, el PAN 950 millones 407 mil pesos, el PRI 896 millones 97 mil pesos y el PRD 445 millones 747 mil pesos. En 2020, el INE dará a partidos 5 mil 239 millones de pesos, 273 millones de pesos más que este año, ante la eventual creación de nuevos partidos. No obstante, pese a la promesa del presidente y de la dirigencia nacional de Morena, este instituto político no ha regresado el 50 por ciento de sus prerrogativas que han recibido en 2019.

Austeridad hay en algunos rubros y en otros no. Hay gasto corriente indiscriminado como en el propio Congreso y ayuntamientos. Habrá que reorientar el gasto en el Presupuesto de Egresos 2020, generar ahorros, revisar salarios y gasto corriente de los tres poderes y los ayuntamientos, en donde todos se tengan que apretar el cinturón.

La austeridad no sustituye a la eficacia en el uso de los recursos públicos, por el contrario, puede propiciar erogaciones improductivas a cambio de modificaciones contables que, en apariencia, sean un equilibrio en las finanzas pero que trae consigo la trampa de los subejercicios y sobregastos en los gobiernos.

El 5 de septiembre la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) anuló la reforma al artículo 9 de la Constitución de Tabasco que disminuían en 50% los recursos entregados en 2018 a partidos políticos. La reducción del financiamiento había sido aprobada en octubre del año pasado por los siete consejeros del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana de Tabasco, esto luego de que el dictamen fuese avalado por 33 diputados locales.

Sin embargo, con todo y resolución de la Suprema Corte, la mayoría de Morena en el Congreso de Tabasco y a iniciativa del Poder Ejecutivo, aprobó nuevamente la reducción al 50% a las prerrogativas a partidos políticos.

Sobre este tema, seguramente se promoverán acciones de inconstitucionalidad para invalidar esta reforma, pues la Constitución y leyes federales prevén factores de determinación del financiamiento púbico que no pueden ser modificadas por las entidades federativas. Los estados no tienen libertad configurativa absoluta para reglamentar el financiamiento público que les corresponde a partidos políticos locales y en el caso de partidos políticos nacionales, relativo al sostenimiento de sus actividades ordinarias permanentes, deben someterse a lo dispuesto en la Ley General de Partidos Políticos, que establece detalladamente la forma de calcular dicho financiamiento.

Reducir las prerrogativas a los partidos políticos, no resuelve por sí solo los problemas económicos de la entidad y hay riesgo de entrar en la trampa de la austeridad. Una trayectoria económica sustentable es necesaria, pero la sustentabilidad a largo plazo depende de otras cosas, como por ejemplo el crecimiento económico, la certeza jurídica, la atracción de inversiones, la diversificación económica, finanzas públicas sanas, reorientación del gasto público y disminución sustantiva del gasto corriente, que en Tabasco alcanza el 78% del presupuesto.

Coincidimos en que debería haber una disminución drástica del financiamiento público que reciben los partidos políticos en México. Es una exageración el monto que año tras año se les entrega. Pero también, aparejado de normas electorales que sancionen a candidatos que exceden gastos en campaña y publicidad.

Este año, Morena recibió mil 717 millones 916 mil pesos, el PAN 950 millones 407 mil pesos, el PRI 896 millones 97 mil pesos y el PRD 445 millones 747 mil pesos. En 2020, el INE dará a partidos 5 mil 239 millones de pesos, 273 millones de pesos más que este año, ante la eventual creación de nuevos partidos. No obstante, pese a la promesa del presidente y de la dirigencia nacional de Morena, este instituto político no ha regresado el 50 por ciento de sus prerrogativas que han recibido en 2019.

Austeridad hay en algunos rubros y en otros no. Hay gasto corriente indiscriminado como en el propio Congreso y ayuntamientos. Habrá que reorientar el gasto en el Presupuesto de Egresos 2020, generar ahorros, revisar salarios y gasto corriente de los tres poderes y los ayuntamientos, en donde todos se tengan que apretar el cinturón.