Las familias mexicanas gastan 38.8% de sus ingresos en atención médica y medicinas. La población envejece, las enfermedades crónicas van en aumento y para 2035 México requerirá alrededor de 10 puntos porcentuales del PIB para poder dar respuesta a todas las necesidades de salud y de atención.
UNO DE LOS PRINCIPALES PROBLEMAS que enfrenta México, es la falta de acceso a la atención médica. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT) 2022, el 26.6% de la población no cuenta con ninguna afiliación a servicios de salud. Esto significa que un cuarto de los mexicanos no tienen acceso a la atención médica pública, a la que tienen derecho por ley.
OTRO PROBLEMA es la falta de calidad de la atención médica. De acuerdo con la misma ENSANUT, el 28.3% de los usuarios de servicios de salud públicos reportan haber tenido una mala experiencia en el servicio. Esto incluye problemas como largas esperas para ser atendidos, falta de personal médico y escasez de medicamentos.
LA SALUD también se ve afectada por factores socioeconómicos, como la pobreza, la desigualdad y la falta de acceso a servicios básicos como agua potable, saneamiento y vivienda adecuada. Estos factores contribuyen a la prevalencia de enfermedades como la desnutrición, la diabetes, la hipertensión, y los problemas respiratorios.
EL DERECHO A LA SALUD es un derecho humano fundamental, reconocido por la Declaración Universal de los Derechos Humanos, el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, y la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Este derecho implica que todas las personas, sin distinción de raza, género, edad, condición social, económica o jurídica, tienen derecho a disfrutar del más alto nivel posible de salud física y mental.
EN MÉXICO, el derecho a la salud está garantizado por el artículo 4º de la Constitución, que establece que “toda persona tiene derecho a la protección de la salud”. Sin embargo, la realidad es que este derecho se ve vulnerado en diversos ámbitos. Es necesario que los gobiernos tomen medidas para garantizar el acceso universal a la atención médica de calidad y para promover factores socioeconómicos que contribuyan a mejorar la salud de la población.
ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR prometió un sistema de salud como Dinamarca pero la falta de planeación y financiamiento, el COVID19 y un equipo inexperto en salud, terminaron por destruir lo positivo del INSABI (Instituto de Salud para el Bienestar) y desmantelar el Fondo de Salud para el Bienestar (FONSABI), en perjuicio de los más pobres del país.
EL SUMINISTRO DE MEDICAMENTOS es una de las obligaciones básicas del derecho a la salud. Es parte del derecho a que los servicios de salud se presenten de manera integral.
LA “MEGAFARMACIA DEL BIENESTAR” es otro fracaso de López Obrador, de tantos que ya acumula y que pagamos los mexicanos con nuestro dinero, mientras crecen los escándalos de nepotismo, corrupción, tráfico de influencias y conflictos de interés sexenales en su administración.
LA CONSTRUCCIÓN de la “Megafarmacia del Bienestar” es una medida simbólica y populista, que busca distraer la atención de los problemas reales de salud en México. La escasez de medicamentos es un problema estructural que se ha agudizado en los últimos años y no se resolverá con una sola farmacia, por grande que sea.
PARA GARANTIZAR EL DERECHO A LA SALUD en México, es necesario fortalecer el sistema de salud pública. Esto implica aumentar el presupuesto para la salud, ampliar la cobertura de los servicios y mejorar la calidad de la atención médica.
EL PRESIDENTE Y MORENA redujeron a 96 mil millones de pesos el presupuesto de este año a la Secretaría de Salud. Lo que es una reducción histórica de 55.8% respecto al presupuesto de 2023 y que es un factor que agrava el problema. Con menos recursos, el gobierno tendrá dificultades para comprar los medicamentos que necesita la población y para ampliar la cobertura de los servicios médicos.
El gobierno de López Obrador prometió garantizar el derecho a la salud, pero en la 4T no hay planes, políticas y legislación encaminadas a garantizar el derecho a la salud de las personas.
Es importante que los ciudadanos exijan al gobierno que tome medidas reales para garantizar el derecho a la salud, que es un derecho humano fundamental y no debe ser violado.
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