/ martes 2 de abril de 2024

Asesor Jurídico | Crisis hídrica y Fonden

México padece su peor crisis hídrica en décadas. Al cierre de febrero de este año, 69% de la población mexicana padeció algún tipo de desabasto de agua.

Esta cifra no solo refleja la magnitud de la crisis hídrica que azota al país, sino que desnuda la ineficacia de las estrategias implementadas por gobiernos hasta ahora.

No es solo una cuestión de escasez de agua, es una crisis en su gestión. Un problema complejo que exige soluciones integrales, más allá de medidas temporales y parches superficiales.

Los mexicanos se ahogan en sed, pues 16 entidades federativas están a punto de quedarse sin agua: Aguascalientes, Baja California Sur, Ciudad de México (CDMX), Chihuahua, Estado de México, Guanajuato, Hidalgo, Jalisco, Michoacán, Nuevo León, Querétaro, Sinaloa, Sonora, Tamaulipas, Tlaxcala y Zacatecas.

Hay escasez de agua en ciudades mexicanas. De acuerdo al Monitor de Sequía de México del 31 de marzo de 2024, 22 estados presentan algún grado de sequía: Chihuahua, Coahuila, Durango, Nuevo León, San Luis Potosí, Sonora y Tamaulipas, presentan sequía extrema.

12 estados presentan sequía severa como Aguascalientes, Baja California, Chiapas, Guanajuato, Hidalgo, Jalisco, Michoacán, Oaxaca, Puebla, Querétaro, Sinaloa y Zacatecas. Por otra parte, Campeche, CDMX y Veracruz, presentan sequía moderada.

Además de la crisis hídrica y a consecuencia de ella, se recrudecen los incendios forestales que suman más de cien activos en el territorio nacional: 18 estados están afectados por estos desastres ambientales.

Es preocupante, tan solo este año se han incrementado los incendios forestales en un 200% y disminuyó 38% el presupuesto de la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR), decisiones que, así lo niegue la autoridad, han impactado de manera negativa en el medio ambiente. Y súmele el problema de la escasez de agua.

El Fondo de Desastres Naturales (Fonden) era un instrumento vital para enfrentar las crisis provocadas por la naturaleza. Su desaparición, una decisión arbitraria del presidente, ha dejado a la población a merced de los desastres.

¿En qué se ha gastado el dinero del Fonden? En obras faraónicas de dudosa utilidad, en proyectos que solo han enriquecido a los allegados al poder.

El reto es monumental, pero no imposible. Requiere un cambio radical de enfoque, una visión a largo plazo que priorice la sostenibilidad y la justicia social.

No podemos seguir viviendo al borde del precipicio, ni permitir que la corrupción y la ineptitud nos roben la seguridad. Es hora de actuar con inteligencia y determinación para garantizar el derecho fundamental al agua para todas y todos.

Email: memo.arias.tabasco@gmail.com

Twitter: @memo_arias_

México padece su peor crisis hídrica en décadas. Al cierre de febrero de este año, 69% de la población mexicana padeció algún tipo de desabasto de agua.

Esta cifra no solo refleja la magnitud de la crisis hídrica que azota al país, sino que desnuda la ineficacia de las estrategias implementadas por gobiernos hasta ahora.

No es solo una cuestión de escasez de agua, es una crisis en su gestión. Un problema complejo que exige soluciones integrales, más allá de medidas temporales y parches superficiales.

Los mexicanos se ahogan en sed, pues 16 entidades federativas están a punto de quedarse sin agua: Aguascalientes, Baja California Sur, Ciudad de México (CDMX), Chihuahua, Estado de México, Guanajuato, Hidalgo, Jalisco, Michoacán, Nuevo León, Querétaro, Sinaloa, Sonora, Tamaulipas, Tlaxcala y Zacatecas.

Hay escasez de agua en ciudades mexicanas. De acuerdo al Monitor de Sequía de México del 31 de marzo de 2024, 22 estados presentan algún grado de sequía: Chihuahua, Coahuila, Durango, Nuevo León, San Luis Potosí, Sonora y Tamaulipas, presentan sequía extrema.

12 estados presentan sequía severa como Aguascalientes, Baja California, Chiapas, Guanajuato, Hidalgo, Jalisco, Michoacán, Oaxaca, Puebla, Querétaro, Sinaloa y Zacatecas. Por otra parte, Campeche, CDMX y Veracruz, presentan sequía moderada.

Además de la crisis hídrica y a consecuencia de ella, se recrudecen los incendios forestales que suman más de cien activos en el territorio nacional: 18 estados están afectados por estos desastres ambientales.

Es preocupante, tan solo este año se han incrementado los incendios forestales en un 200% y disminuyó 38% el presupuesto de la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR), decisiones que, así lo niegue la autoridad, han impactado de manera negativa en el medio ambiente. Y súmele el problema de la escasez de agua.

El Fondo de Desastres Naturales (Fonden) era un instrumento vital para enfrentar las crisis provocadas por la naturaleza. Su desaparición, una decisión arbitraria del presidente, ha dejado a la población a merced de los desastres.

¿En qué se ha gastado el dinero del Fonden? En obras faraónicas de dudosa utilidad, en proyectos que solo han enriquecido a los allegados al poder.

El reto es monumental, pero no imposible. Requiere un cambio radical de enfoque, una visión a largo plazo que priorice la sostenibilidad y la justicia social.

No podemos seguir viviendo al borde del precipicio, ni permitir que la corrupción y la ineptitud nos roben la seguridad. Es hora de actuar con inteligencia y determinación para garantizar el derecho fundamental al agua para todas y todos.

Email: memo.arias.tabasco@gmail.com

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