/ viernes 28 de febrero de 2020

Tabasco político | Unidos por Tabasco

El documento que dieron a conocer a la organización política “Unidos Por Tabasco” y, que, avalaron Juan José Rodríguez Prats, Manuel Andrade Díaz (PRI), Juan Manuel Fócil Pérez (PRD), Pedro Gabriel Hidalgo Cáceres (PAN), Lorena Beauregard de los Santos (PRI), Adrián Hernández Balboa (PRI), Solange María Soler Lanz (PAN), Jorge Alberto Lazo Zentella (PRI), Gerardo Izundegui Ordóñez, Baltazar Sánchez Fuentes, Anabel Viñas Graham, entre otros, ciudadanos supuestamente apartidistas, sustancialmente es una crítica sutil al gobierno de Adán Augusto López Hernández.

En el que, si bien es cierto, contiene una invitación y exhorto al mandatario y a su desafinado gabinete, para que no continúen adoptando la misma actitud que tomó contra sus adversarios el ex presidente Carlos Salinas de Gortari cuando dijo: “ni los veo ni los oigo”; implícitamente, también persigue otros fines políticos, como es el de influir en las tomas decisiones políticas para las elecciones intermedias de 2021.

Todos, sin excepción, tienen en su ADN un gen político que los identifica.

Nos guste o no, es un grupo de presión política, que va a dar muchísimos dolores de cabeza, y con el riesgo serio de convertirse en migraña.

Más si cumplen sus evidentes y veladas “amenazas” de convertirse en los auditores de la presente administración que, en honor a la verdad, no andan muy bien en el espinoso tema de la rendición de cuentas.

Por ello, no gustó ni agrado nadita no solo en las esferas gubernamentales, sino tampoco en los partidos políticos.

Si a Unidos Por Tabasco no logran desde el poder fracturarlo, como con toda seguridad van a intentarlo, pueden tener éxitos en todos los propósitos revelados en las dos cuartillas que contienen sus objetivos.

No todos, pero algunos de sus integrantes, son chuchas cuereras, coyotas balaceadas. De esos que se la saben de todas a todas, como son los casos de Manuel Andrade Díaz y Juan José Rodríguez Prats, sin subestimar, claro está, la inteligencia de Lorena Beauregard de los Santos.

Todo ello, por la falta de oficio y sensibilidad política o, mejor dicho, profesionalismo, de quien lleva las riendas del gobierno.

Sorprende, porque el grueso de sus encomiendas federal y estatal -senador, diputado federal y estatal, candidato, coordinador de campaña, etcétera- han sido cien por ciento, políticas.

Aunque viéndolo bien, no debería, ya que, después de ver el desempeño atroz, ruin y mezquino de Arturo Núñez Jiménez, se puede esperar todo.

El meollo de la cuestión es que Unidos Por Tabasco está en vía de convertirse en un ente de cuidado y peligroso para los que nos están gobernando.

Si es que antes, no arrían banderas.

Pues todo puede suceder, y más aquí en Tabasco.


“SQUOD SCRIPSI, SCRIPSI”

(LO ESCRITO, ESCRITO ESTÁ)


El desleal ex secretario de Gobierno, Gustavo Rosario Torres, salió a descalificar a Manuel Andrade Díaz, por el asunto controversial de la turbia compra e invisible helicóptero cuando hay indicios de su participación.

El problema de fondo es que no tiene ninguna credibilidad, pues no es la primera vez, que muerde la mano de quien se la tiende y, si no pregúnteselo a Enrique González Pedrero, Roberto Madrazo Pintado, Andrés Rafael Granier Melo, Arturo Núñez Jiménez y, ahora al mismísimo Manuel Andrade Díaz.

Toda una historia de sospechas, traiciones y mezquindades.

Cómo creerle a alguien así.

César Burelo Burelo, el dirigente de Morena en lo suyo. Simple y sencillamente está haciendo su chamba, para eso lo tienen ahí, ni modo que se pongan en contra del contrato leonino “Adiós a tu deuda”, los que van a quedar como pendejos y vendidos son los otros.

Así de fácil y sencillo.

El documento que dieron a conocer a la organización política “Unidos Por Tabasco” y, que, avalaron Juan José Rodríguez Prats, Manuel Andrade Díaz (PRI), Juan Manuel Fócil Pérez (PRD), Pedro Gabriel Hidalgo Cáceres (PAN), Lorena Beauregard de los Santos (PRI), Adrián Hernández Balboa (PRI), Solange María Soler Lanz (PAN), Jorge Alberto Lazo Zentella (PRI), Gerardo Izundegui Ordóñez, Baltazar Sánchez Fuentes, Anabel Viñas Graham, entre otros, ciudadanos supuestamente apartidistas, sustancialmente es una crítica sutil al gobierno de Adán Augusto López Hernández.

En el que, si bien es cierto, contiene una invitación y exhorto al mandatario y a su desafinado gabinete, para que no continúen adoptando la misma actitud que tomó contra sus adversarios el ex presidente Carlos Salinas de Gortari cuando dijo: “ni los veo ni los oigo”; implícitamente, también persigue otros fines políticos, como es el de influir en las tomas decisiones políticas para las elecciones intermedias de 2021.

Todos, sin excepción, tienen en su ADN un gen político que los identifica.

Nos guste o no, es un grupo de presión política, que va a dar muchísimos dolores de cabeza, y con el riesgo serio de convertirse en migraña.

Más si cumplen sus evidentes y veladas “amenazas” de convertirse en los auditores de la presente administración que, en honor a la verdad, no andan muy bien en el espinoso tema de la rendición de cuentas.

Por ello, no gustó ni agrado nadita no solo en las esferas gubernamentales, sino tampoco en los partidos políticos.

Si a Unidos Por Tabasco no logran desde el poder fracturarlo, como con toda seguridad van a intentarlo, pueden tener éxitos en todos los propósitos revelados en las dos cuartillas que contienen sus objetivos.

No todos, pero algunos de sus integrantes, son chuchas cuereras, coyotas balaceadas. De esos que se la saben de todas a todas, como son los casos de Manuel Andrade Díaz y Juan José Rodríguez Prats, sin subestimar, claro está, la inteligencia de Lorena Beauregard de los Santos.

Todo ello, por la falta de oficio y sensibilidad política o, mejor dicho, profesionalismo, de quien lleva las riendas del gobierno.

Sorprende, porque el grueso de sus encomiendas federal y estatal -senador, diputado federal y estatal, candidato, coordinador de campaña, etcétera- han sido cien por ciento, políticas.

Aunque viéndolo bien, no debería, ya que, después de ver el desempeño atroz, ruin y mezquino de Arturo Núñez Jiménez, se puede esperar todo.

El meollo de la cuestión es que Unidos Por Tabasco está en vía de convertirse en un ente de cuidado y peligroso para los que nos están gobernando.

Si es que antes, no arrían banderas.

Pues todo puede suceder, y más aquí en Tabasco.


“SQUOD SCRIPSI, SCRIPSI”

(LO ESCRITO, ESCRITO ESTÁ)


El desleal ex secretario de Gobierno, Gustavo Rosario Torres, salió a descalificar a Manuel Andrade Díaz, por el asunto controversial de la turbia compra e invisible helicóptero cuando hay indicios de su participación.

El problema de fondo es que no tiene ninguna credibilidad, pues no es la primera vez, que muerde la mano de quien se la tiende y, si no pregúnteselo a Enrique González Pedrero, Roberto Madrazo Pintado, Andrés Rafael Granier Melo, Arturo Núñez Jiménez y, ahora al mismísimo Manuel Andrade Díaz.

Toda una historia de sospechas, traiciones y mezquindades.

Cómo creerle a alguien así.

César Burelo Burelo, el dirigente de Morena en lo suyo. Simple y sencillamente está haciendo su chamba, para eso lo tienen ahí, ni modo que se pongan en contra del contrato leonino “Adiós a tu deuda”, los que van a quedar como pendejos y vendidos son los otros.

Así de fácil y sencillo.