La presente columna la envié a la redacción de su preferido periódico digital, horas antes de que iniciara el primer debate entre los candidatos a la gubernatura: Javier May Rodríguez, Juan Manuel Fócil Pérez, Lorena Beaurregard de los Santos y Minés de la Fuente Dagdug.
El comalcalquense, como es del dominio público, es el abanderado de Morena, PVEM y PT o sea, del partido en el poder. El senador del PRD y las féminas en cuestión del PRI y del PAN y la última de las mencionadas de Movimiento Ciudadano.
Cada uno de ellos y de ellas con experiencia política. Algunos más que otros y otras, como es el caso de Fócil Pérez y del propio ex titular de Bienestar y de FONATUR. Como también el de la aguerrida ex funcionaria granierista Beaurregard de los Santos.
Literalmente, nadie de los participantes “…se cuece al primer hervor”. Ya están corriditos, curtidos, tiroteados, curados de espantos, pues.
Por lo mismo, se esperaba de ellos, y ojalá y así haya ocurrido, un debate de alturas, de propuestas, de planes, de proyectos, de ideas constructivas, propositivas, viables, realistas, visionarias…en el que las descalificaciones no fuera el tema sustancial de la contienda organizada por el órgano electoral estatal.
Que superará el nivel del debate presidencial, que decepcionó a tiros y troyanos. Y resultará mejor que el de los candidatos a senadores que estuvo por arriba del primero.
Y principalmente, conocer si no el capital exacto y el tiempo que se llevaría cada una de las acciones a desarrollarse en materia de salud, educación, seguridad, empleos, campo, tecnología, etcétera, etcétera, si por lo menos un monto calculado de las obras.
Porque de promesas sexenales estamos hasta el copete, cansados, ya que, al final no se cumple con la mayoría de ellas. Cada seis años es lo misma película.
Si el debate cumplió con estas expectativas, estoy segurísimo que la audiencia salió más que satisfecha.
Si por desgracia cayeron en los dimes y diretes, como muchos apostaban, los participantes fueron los perdedores, y no precisamente, porque fueran alcanzar estadísticamente al virtual gobernador, si no porque política y electoralmente habrían crecido un poco más.
Además los hubiera posesionado, a cualquiera de los tres, para ocupar el segundo lugar.
Ojalá pues, haya sido un debate de altura de miras.
“SQUOD SCRIPSI, SCRIPSI”
(LO ESCRITO, ESCRITO ESTÁ)
Otro que va a ganar “con las manos en la cintura”, es el diputado federal con licencia, Marcos Rosendo Medina Filigrana.
Literalmente, no tiene competidor en el sexto distrito electoral local.
Empero, no deja de hacer su chamba como candidato. Diariamente tiene recorridos y reuniones con los vecinos de las colonias y calles que comprenden la zona electoral.
Un político inteligente y carismático y con una vasta experiencia en temas parlamentarios. Se las sabe de todas a todas.
No hay la menor duda, de que en las urnas pasará sobre sus contendientes.
Lo que sea de cada quién, el aspirante al senado por parte de MC, Gerardo Gaudiano Rovirosa, sorprendió a propios y extraños, durante el debate con sus demás pares.
Sobre todo a aquellos que pensaban que su rival Oscar Cantón Zetina iba a comérselo de un bocado, y no resultó así, pues si bien es cierto, que el abanderado de Morena fue el mejor, el ex candidato del PRD a la gubernatura, supo defenderse y atacar.
Después de todo, el nieto del ex mandatario Leandro Rovirosa Wade, tiene años que dejo el parvulito.
Que no le va a alcanzar para ganar, ese es ya otro asunto más peliagudo.
