A partir de hoy, faltan exactamente 34 días para que se lleve a cabo la jornada electoral federal y estatal en el país.
O sea que más de 97 millones de mexicanos votarán el próximo 2 de junio, por un poco más de 20 mil cargos de elección popular.
Por su gran envergadura destaca el de la presidencia de la República. Y por supuesto, la renovación total de los nuevos integrantes del Congreso de la Unión (léase: 500 diputados y 128 senadores)
Así como los relevos de los mandatarios de la Ciudad de México, Chiapas, Guanajuato, Jalisco, Morelos, Puebla, Veracruz, Yucatán y Tabasco.
En Tabasco, es inminente el triunfo de la mayoría de los candidatos de la coalición: “Juntos Hacemos Historia en Tabasco”.
El arribo a Palacio de Gobierno de Javier May Rodríguez es irreversible. Como también la reelección en la alcaldía de Centro de Yolanda del Carmen Osuna Huerta, a pesar del “fuego amigo” de que fue y sigue siendo víctima la ex titular de Cultura.
En ambos no hay ninguna sombra de duda. Es más nunca las hubo, desde un inicio de la contienda se vaticinó el triunfo de los dos.
En el grueso de las restantes presidencias municipales tampoco se esperan que los escenarios favorezcan a la oposición, aunque no se descarta que se puedan perder una o dos alcaldías.
En donde se prevé que las cosas se pueden complicar es en el Congreso local.
No así en la elección de los abanderados a la cámara Alta y Baja.
No sé a ciencia cierta, qué estará pasando política y electoralmente en las demás entidades, pero en lo que respecta aquí, no se espera ninguna sorpresa, las estrellas continúan alineadas a favor de los candidatos de Morena.
La batalla de la oposición en sí, no es por la gubernatura ni la alcaldía de Centro ni los demás cargos que están en disputa, si no capitalmente por seguir sobreviviendo en espera de mejores tiempos políticos, pues si pierden el registro, tal y como aconteció con el PAN, estarán liquidados, muertos.
Estará de acuerdo conmigo en que ni Lorena Beaurregard de los Santos ni Minés de la Fuente Dagdug ni Juan Manuel Fócil Pérez tienen nada qué hacer ante el candidato del partido en el poder Javier May Rodríguez.
Lo mismo sucede en el Centro, en donde Humberto de los Santos Bertruy, Fernando Enrique Mayans Canabal, Alcides Mena Gómez y Feliciano Wong Ortiz, no tienen ninguna posibilidad de vencer a Yolanda del Carmen Osuna Huerta.
No solo porque como candidatos dejan muchísimo que desear, sino sustancialmente porque los partidos políticos que representan están divididos, polarizados, desorganizados.
Morena y sus aliados volverán a ganar en Tabasco, tal y como ocurrió en el 2018, aunque no de la misma manera apabullante como en ese entonces, que venía Andrés Manuel López Obrador en las boletas electorales.
Y si al caso lo logran, la victoria de May Rodríguez, tendrá doble y hasta triple méritos.
Esperemos a ver qué pasa el 2 de junio, en la única y verdadera encuesta avalada por los votos de cientos de miles de ciudadanos que acuden a las urnas.
“SQUOD SCRIPSI, SCRIPSI”
(LO ESCRITO, ESCRITO ESTÁ)
No hay excusas ni pretextos algunos, que justifiquen la actitud del abanderado de Centro del partido Movimiento Ciudadano (MC), Fernando Enrique Mayans Canabal.
Hay situaciones que no se pueden defender, y esta es precisamente una de ellas.
El galeno la regó
Ni para adonde hacerse.
En lugar de andar justificándose, debería asumir como hombrecito que es, supongo, las consecuencias de su nefasto proceder.
Y dejar de lloriquear por todos lados.
