/ lunes 15 de abril de 2024

Tabasco Político | ESTE ARROZ YA SE COCIÓ

Estamos a menos de 50 días de que se realice el proceso electoral de 2 junio.

Por lo que es ya imposible que suceda política y socialmente algún acontecimiento realmente extraordinario que evite en las urnas que el partido en el poder gane no solo la presidencia de la República, sino la mayoría de los demás cargos de elección que se están disputando en el país.

Si bien es cierto, que están en riesgos algunas gubernaturas, presidencias municipales, curules federal y estatal y escaños, los candidatos de Morena se impondrán.

La llegada de Claudia Sheinbaum Pardo a Palacio Nacional es inevitable, como también lo es el arribo del abanderado a la gubernatura tabasqueña, Javier May Rodríguez.

No hay vuelta de hoja, como dice el dicho. Y es que de verdad, no hay política y electoralmente manera de evitarlo.

Aquí la oposición está literalmente muerta y sus abanderados también, salvo algunas excepciones en la competencias por las curules en el Congreso local y en los municipios.

En las disputas por los lugares de la cámara alta y baja, los dados favorecen a los candidatos del partido guinda. Están más que amarrados. Simple y sencillamente esperando tranquila y cómodamente el día de la elección.

Y es que competencia no tienen. La oposición, y me refiero a PRD, PRI y PAN de antemano estaba aniquilada. Nunca presentaron un peligro para sus rivales.

Ellos mismos se autoinmolaron, se suicidaron. Y el PRI es el mejor ejemplo de ello: un partido, si es que se le puede seguir llamando así, en estado vegetal, boqueando, que políticamente tiene sus días contados.

Del PAN, mejor ni hablar.

Definitivamente son las peores, porque ya lo son, de la historia moderna.

Personalmente me hubiera gustado, y creo que a todos, presenciar unas elecciones reñidas, cerradas, competitivas, de altura pues, pero es todo lo contrario, desangeladas, frías, insignificantes, muertas, en las que todo mundo sabe que Morena se quedará con la mayor tajada del pastel.

En las que no se espera ni un milagro o de perdida un chiripazo por parte de la oposición.

Ni las manos están metiendo, así de jodidos y amolados están.


“SQUOD SCRIPSI, SCRIPSI”

(LO ESCRITO, ESCRITO ESTÁ)


Y cómo no van a estar pa´ el perro, si sus dirigencias excluyeron a sus mejores cuadros. Ahí está el caso de la regidora priista Tila del Rosario Hernández Javier, quien es de las poquísimas féminas que sigue dando la cara por el PRI, y que en lugar de premiarla con alguna candidatura por su institucionalidad fue relegada por el ex dirigentillo Dagoberto Lara Sedas, el mismo mediocre que enterró al tricolor.

Como ella todavía hay, aunque no lo crea, priistas de huesos colorados que siguen siendo leales a las siglas del PRI, y a los que tampoco se les dio ninguna oportunidad de participar en el proceso electoral.

Una injusticia y canallada a todas luces.

Si el legislador con licencia, Fabián Granier Calles, continúa con el acelerador a todo lo que da, no se sorprenda nadie, si arrasa en el noveno distrito electoral.

Es un distrito electoral difícil, complicado, urbano.

Con más de 97 mil electores. E integrado por 82 secciones electorales.

Abarca a las colonias: Tamúlte, Atasta, Gaviotas Norte y Sur, Gil y Sáenz, Primero de Mayo, Centro, Pensiones, entre otras, muchas.

En contraste a sus rivales, es carismático, empático, trabajador, perspicaz, enjundioso, emprendedor, abierto, talentoso, experimentado, visionario, cumplidor y echado para adelante, no se raja.

Y lo avala el excelente trabajo que realizó en el Congreso estatal como diputado.

Es de los contados parlamentarios de la oposición que tomó la más alta tribuna popular, no nada más para defender las causas de los más necesitados, sino para denunciar las irregularidades e ineficiencias de algunos funcionarios gubernamentales.

Por lo que el ex porro y pernicioso de Jorge Orlando Bracamontes Hernández, no debe de cantar victoria antes de tiempo, pues está a punto de llevarse el susto de su vida.

Así sea el abanderado de Morena.

Si no, al tiempo.


Estamos a menos de 50 días de que se realice el proceso electoral de 2 junio.

Por lo que es ya imposible que suceda política y socialmente algún acontecimiento realmente extraordinario que evite en las urnas que el partido en el poder gane no solo la presidencia de la República, sino la mayoría de los demás cargos de elección que se están disputando en el país.

Si bien es cierto, que están en riesgos algunas gubernaturas, presidencias municipales, curules federal y estatal y escaños, los candidatos de Morena se impondrán.

La llegada de Claudia Sheinbaum Pardo a Palacio Nacional es inevitable, como también lo es el arribo del abanderado a la gubernatura tabasqueña, Javier May Rodríguez.

No hay vuelta de hoja, como dice el dicho. Y es que de verdad, no hay política y electoralmente manera de evitarlo.

Aquí la oposición está literalmente muerta y sus abanderados también, salvo algunas excepciones en la competencias por las curules en el Congreso local y en los municipios.

En las disputas por los lugares de la cámara alta y baja, los dados favorecen a los candidatos del partido guinda. Están más que amarrados. Simple y sencillamente esperando tranquila y cómodamente el día de la elección.

Y es que competencia no tienen. La oposición, y me refiero a PRD, PRI y PAN de antemano estaba aniquilada. Nunca presentaron un peligro para sus rivales.

Ellos mismos se autoinmolaron, se suicidaron. Y el PRI es el mejor ejemplo de ello: un partido, si es que se le puede seguir llamando así, en estado vegetal, boqueando, que políticamente tiene sus días contados.

Del PAN, mejor ni hablar.

Definitivamente son las peores, porque ya lo son, de la historia moderna.

Personalmente me hubiera gustado, y creo que a todos, presenciar unas elecciones reñidas, cerradas, competitivas, de altura pues, pero es todo lo contrario, desangeladas, frías, insignificantes, muertas, en las que todo mundo sabe que Morena se quedará con la mayor tajada del pastel.

En las que no se espera ni un milagro o de perdida un chiripazo por parte de la oposición.

Ni las manos están metiendo, así de jodidos y amolados están.


“SQUOD SCRIPSI, SCRIPSI”

(LO ESCRITO, ESCRITO ESTÁ)


Y cómo no van a estar pa´ el perro, si sus dirigencias excluyeron a sus mejores cuadros. Ahí está el caso de la regidora priista Tila del Rosario Hernández Javier, quien es de las poquísimas féminas que sigue dando la cara por el PRI, y que en lugar de premiarla con alguna candidatura por su institucionalidad fue relegada por el ex dirigentillo Dagoberto Lara Sedas, el mismo mediocre que enterró al tricolor.

Como ella todavía hay, aunque no lo crea, priistas de huesos colorados que siguen siendo leales a las siglas del PRI, y a los que tampoco se les dio ninguna oportunidad de participar en el proceso electoral.

Una injusticia y canallada a todas luces.

Si el legislador con licencia, Fabián Granier Calles, continúa con el acelerador a todo lo que da, no se sorprenda nadie, si arrasa en el noveno distrito electoral.

Es un distrito electoral difícil, complicado, urbano.

Con más de 97 mil electores. E integrado por 82 secciones electorales.

Abarca a las colonias: Tamúlte, Atasta, Gaviotas Norte y Sur, Gil y Sáenz, Primero de Mayo, Centro, Pensiones, entre otras, muchas.

En contraste a sus rivales, es carismático, empático, trabajador, perspicaz, enjundioso, emprendedor, abierto, talentoso, experimentado, visionario, cumplidor y echado para adelante, no se raja.

Y lo avala el excelente trabajo que realizó en el Congreso estatal como diputado.

Es de los contados parlamentarios de la oposición que tomó la más alta tribuna popular, no nada más para defender las causas de los más necesitados, sino para denunciar las irregularidades e ineficiencias de algunos funcionarios gubernamentales.

Por lo que el ex porro y pernicioso de Jorge Orlando Bracamontes Hernández, no debe de cantar victoria antes de tiempo, pues está a punto de llevarse el susto de su vida.

Así sea el abanderado de Morena.

Si no, al tiempo.