/ lunes 29 de abril de 2024

Carta abierta / Gana Xóchitl debate y reanima campaña, pero falta ver si alcanza a Claudia 

El segundo debate presidencial fue un evento dinámico y cargado de intercambios intensos entre las candidatas. Según varios analistas y medios de comunicación, la candidata opositora ha emergido como la ganadora. Entre Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez dominaron los ataques, mientras que Jorge Álvarez Máynez se centró en las propuestas, descargando también sus baterías en mayor medida contra la representante de Fuerza y Corazón por México.

“Narcogobierno”, “narcocandidata”, la caída de la Línea 12 del Metro, contratos “ilegales”, “corrupta” y cesión de propiedades fueron parte de los señalamientos que intercambiaron las dos mujeres que buscan ser la primera presidenta del país.

Xóchitl se llevó el protagonismo, y una de sus estrategias fue atacar a su contrincante Claudia Sheinbaum, quien por algunos momentos lució descolocada e irritada.

La científica insistió en repetir la fórmula del primer encuentro, consistente en ignorar a su oponente y no responder a las muchas preguntas sobre supuestos actos de corrupción. Pero de hecho fue ella la primera en atacar a su rival desde el comienzo, dando la pauta para lo que vendría después.

Aprendiendo de los errores cometidos en el primer cara a cara, Gálvez acusó frontalmente a Sheinbaum de ser la “candidata de las mentiras”, de un narcopartido. También la asoció con la corrupción, el símbolo de la muerte y someterse a las órdenes de un hombre, en clara referencia al presidente.

Gálvez criticó varias obras públicas durante el debate, incluyendo la Línea 12 del Metro y el Tren Maya. Acusó que la Línea 12 del Metro se cayó por falta de mantenimiento y que el Tren Maya registró sobrecostos y la tala de millones de árboles.

En otro momento, la mujer que regresó al huipil acusó que el agua en el oriente de la Ciudad de México tiene heces fecales, orines y contaminantes que a la larga producen cáncer. Sacando una botella de plástico transparente, invitó a la candidata morenista a darle un trago, diciendo que esto dio a los habitantes de la capital mexicana cuando fue jefa de Gobierno.

Gálvez logró conectar varios golpes que descolocaron a su rival, provocando en esta un semblante de molestia. Uno de ellos fue cuando sacó una cartulina con la imagen de su entonces esposo Carlos Imaz, recibiendo dinero de Carlos Ahumada, acusándola de robar a los mexicanos.

Los analistas del postdebate coinciden en que Xóchitl recompuso los errores cometidos en el primer encuentro, insistiendo, ahora sí, en las preguntas comprometedoras: ¿enjuiciará a los hijos de AMLO por supuestamente vender balasto para el Tren Maya?, ¿se robó una casa?, ¿defiende las corruptelas de Rocío Nahle?, ¿se hará responsable de las tragedias de la Línea 12 del Metro y el Colegio Rébsamen?

Si bien Sheimbaum se mantuvo en la línea de no caer en la trampa de responder directamente a estos cuestionamientos, lo que para muchos fue un error, llamó a Gálvez "una candidata del viejo modelo", la acusó de ser parte de la "PRIandilla inmobiliaria" y de beneficiarse con millones de pesos para sus empresas. Además dijo que la propuesta en materia energética de Xóchitl Gálvez está basada en "los negocios sucios con las energías limpias".

Sheinbaum acusó a Gálvez de obtener 17 contratos ilegales. Y Gálvez respondió asegurando que los contratos que obtuvo su empresa son legales, tanto que con el Gobierno de Morena obtuvo varios de ellos.

Al final, queda la impresión de que las fuertes críticas al actual Gobierno de López Obrador y a Sheinbaum posicionaron a Gálvez como una candidata que ha reanimado la carrera presidencial y el voto opositor.

Sin embargo, es importante recordar que un debate es sólo una parte de la campaña electoral y que los votantes considerarán muchos otros factores al tomar su decisión.

Es decir, falta ver si la victoria de Xóchitl en el segundo debate le alcanza para empatar o incluso rebasar a Sheinbaum en las encuestas cuando falta poco más de un mes para el día de la votación. Los opinadores dicen que el sorpasso se ve muy difícil, pero no es imposible.

Y es que después de lo de ayer, parece que “hay tiro”.

El segundo debate presidencial fue un evento dinámico y cargado de intercambios intensos entre las candidatas. Según varios analistas y medios de comunicación, la candidata opositora ha emergido como la ganadora. Entre Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez dominaron los ataques, mientras que Jorge Álvarez Máynez se centró en las propuestas, descargando también sus baterías en mayor medida contra la representante de Fuerza y Corazón por México.

“Narcogobierno”, “narcocandidata”, la caída de la Línea 12 del Metro, contratos “ilegales”, “corrupta” y cesión de propiedades fueron parte de los señalamientos que intercambiaron las dos mujeres que buscan ser la primera presidenta del país.

Xóchitl se llevó el protagonismo, y una de sus estrategias fue atacar a su contrincante Claudia Sheinbaum, quien por algunos momentos lució descolocada e irritada.

La científica insistió en repetir la fórmula del primer encuentro, consistente en ignorar a su oponente y no responder a las muchas preguntas sobre supuestos actos de corrupción. Pero de hecho fue ella la primera en atacar a su rival desde el comienzo, dando la pauta para lo que vendría después.

Aprendiendo de los errores cometidos en el primer cara a cara, Gálvez acusó frontalmente a Sheinbaum de ser la “candidata de las mentiras”, de un narcopartido. También la asoció con la corrupción, el símbolo de la muerte y someterse a las órdenes de un hombre, en clara referencia al presidente.

Gálvez criticó varias obras públicas durante el debate, incluyendo la Línea 12 del Metro y el Tren Maya. Acusó que la Línea 12 del Metro se cayó por falta de mantenimiento y que el Tren Maya registró sobrecostos y la tala de millones de árboles.

En otro momento, la mujer que regresó al huipil acusó que el agua en el oriente de la Ciudad de México tiene heces fecales, orines y contaminantes que a la larga producen cáncer. Sacando una botella de plástico transparente, invitó a la candidata morenista a darle un trago, diciendo que esto dio a los habitantes de la capital mexicana cuando fue jefa de Gobierno.

Gálvez logró conectar varios golpes que descolocaron a su rival, provocando en esta un semblante de molestia. Uno de ellos fue cuando sacó una cartulina con la imagen de su entonces esposo Carlos Imaz, recibiendo dinero de Carlos Ahumada, acusándola de robar a los mexicanos.

Los analistas del postdebate coinciden en que Xóchitl recompuso los errores cometidos en el primer encuentro, insistiendo, ahora sí, en las preguntas comprometedoras: ¿enjuiciará a los hijos de AMLO por supuestamente vender balasto para el Tren Maya?, ¿se robó una casa?, ¿defiende las corruptelas de Rocío Nahle?, ¿se hará responsable de las tragedias de la Línea 12 del Metro y el Colegio Rébsamen?

Si bien Sheimbaum se mantuvo en la línea de no caer en la trampa de responder directamente a estos cuestionamientos, lo que para muchos fue un error, llamó a Gálvez "una candidata del viejo modelo", la acusó de ser parte de la "PRIandilla inmobiliaria" y de beneficiarse con millones de pesos para sus empresas. Además dijo que la propuesta en materia energética de Xóchitl Gálvez está basada en "los negocios sucios con las energías limpias".

Sheinbaum acusó a Gálvez de obtener 17 contratos ilegales. Y Gálvez respondió asegurando que los contratos que obtuvo su empresa son legales, tanto que con el Gobierno de Morena obtuvo varios de ellos.

Al final, queda la impresión de que las fuertes críticas al actual Gobierno de López Obrador y a Sheinbaum posicionaron a Gálvez como una candidata que ha reanimado la carrera presidencial y el voto opositor.

Sin embargo, es importante recordar que un debate es sólo una parte de la campaña electoral y que los votantes considerarán muchos otros factores al tomar su decisión.

Es decir, falta ver si la victoria de Xóchitl en el segundo debate le alcanza para empatar o incluso rebasar a Sheinbaum en las encuestas cuando falta poco más de un mes para el día de la votación. Los opinadores dicen que el sorpasso se ve muy difícil, pero no es imposible.

Y es que después de lo de ayer, parece que “hay tiro”.