Definitivamente, las condiciones y circunstancias políticas, sociales y económicas son ahora muy distintas a las que prevalecieron en el año 2018. Por lo que va a ser, si no imposible, sí, complicadísimo, que el virtual gobernador Javier May Rodríguez, supere los más de 732 mil votos que obtuvo en la justa electoral por la gubernatura, el ex titular de Gobernación, Adán Augusto López Hernández.
Políticamente, va a pesarle el que Andrés Manuel López Obrador no aparezca en las boletas electorales, como también el desgaste natural que padecen los gobiernos en el poder, que en este caso es del partido que abandera el comalcalquense.
Aunque desde mi punto de vista, lo que más va a dificultarle que alcance la meta que se propuso el ex mandamás de Bienestar y de FONATUR, es el complejo problema de la inseguridad pública, sustancialmente, lo que ha venido ocurriendo en los últimos meses en diferentes puntos de la geografía tabasqueña, pero principalmente en la capital tabasqueña.
En donde las ejecuciones, incendios, balaceras y asaltos no han cesado.
Lo que tiene a la población acicalada, desconfiada, temerosa, nerviosa, asustada, encabronada pues, como nunca se había visto.
Y que el 2 de junio del presente año va a ser la causa capital de que miles de ciudadanos no salgan a depositar sus sufragios a las urnas.
Ni lo político, ni lo económico van a catapultar el fenómeno del abstencionismo, como el grave problema de la inseguridad pública. De verdad, la gente tiene miedo, al grado tal, que el ausentismo en las escuelas primarias es una de sus secuelas, como también en que por las tardes-noches ha bajado no solo el tráfico vehicular, sino también el de las personas.
Nos guste o no, Villahermosa, ya no es la misma. Se siente, se nota, se respira. Como tampoco lo son los municipios de Cárdenas, Huimanguillo, Comalcalco…
Javier May Rodríguez tendrá que encontrar el mejor lubricante del mercado automovilístico para aceitar a su maquinaria electoral, de lo contrario, van a hacerle falta miles de votos no nada más, para empatar, si no sobre todo, para rebasar en las urnas a su correligionario Adán Augusto López Hernández.
Y como están los escenarios de intrincadísimo no creo que lo logre, ya que, hasta económicamente están dificilísimas.
Simple y sencillamente, no hay chamba por ningún lado, me refiero a trabajos reconocidos legalmente.
El caso es que si Javier May Rodríguez quiere pasar a la historia como el candidato más votado hasta ahora, tendrá que “echar toda la leña al asador”, si no todo, se quedará en buenos deseos, en buenas intenciones.
“SQUOD SCRIPSI, SCRIPSI” (LO ESCRITO, ESCRITO ESTÁ)
No hay duda, de que el ex aspirante a la candidatura presidencial de Morena, Adán Augusto López Hernández, tiene enemigos, pero lo que se dice enemigos de cuidado.
Desde hace días circula fuerte el rumor de que él es el autor intelectual de los hechos violentos que han o, mejor dicho, tienen asoleado a algunos municipios de la geografía tabasqueña.
Y con el propósito, afirman sus acérrimos contrincantes, de que no gane Javier May Rodríguez.
¡¡Hágame usted el rechingado favor!!
En serio, que lo odian. Que si pudieran comérselo a cámara lenta, no lo pensarían ni un segundo.
Para calumniarlo y difamarlo de esta fea, ruin y cobarde manera, es porque el odio es tan grande que les obnubila el cerebro.
Que son capaces de todo, con tal de que se pudra en el infierno.
A´pa, enemigos.
