/ sábado 18 de mayo de 2024

La aventura de cambiarte a ti mismo / Mi primera elección

Antes que nada, debo confesar que el tema de la política no es algo que me guste hablar en público, pero esta vez lo voy a hacer al publicar esta carta que te escribo si me das permiso de hacerlo.

Sé que eres muy joven todavía, y estás a solo un par de años de poder solicitar tu credencial de elector. Tus hermanas ya emitieron su voto por primera vez hace seis años y ya me aseguraron que para este junio del 2024, también están listas para ir a votar.

Hemos hablado tu y yo muchas veces acerca de la situación de la seguridad o más bien inseguridad en nuestro país, hemos hablado de los políticos locales de estos tiempos y de los tiempos de cuando eras un bebé, y te entiendo cuando hablas de que todo está perdido aquí, que las cosas no funcionan, que no estás nada entusiasmado en salir a votar, algún día cuando te toque.

También me has dicho que la democracia no existe en la realidad, que todos vivimos engañados y así… Quizá tengas razón porque a te ha tocado vivir una época totalmente distinta a la mía, sobre todo porque hay mucha más información, pero en cuanto a las razones por las cuales las personas se postulan a puestos de elección popular, esa no ha cambiado mucho.

En mi humilde opinión, creo que salir a votar es una de las pocas cosas que nos toca hacer como ciudadanos. Si recuerdas cuando te dije que cuando yo era niña, no existía el instituto electoral, sólo había un solo partido y apenas cuando yo cumplí 19 años, fue cuando pude tramitar por primera vez mi credencial de elector.

Desde entonces, no he perdido ninguna oportunidad para emitir mi voto y la única vez que no pude votar fue cuando por fin, se dio un cambio enorme al elegir un presidente de un partido político distinto al que nos había gobernado ¡durante 70 años!. Bueno, la democracia en nuestro país es muy joven todavía, creo que estamos en pañales y de ninguna manera podemos ir hacia atrás, y perdernos la oportunidad de votar.

Te entiendo perfecto cuando me dices que en realidad no ves ninguna motivación para salir a votar, que ves que es muy confuso todo el proceso, casi estás convencido que tu voto no hará ninguna diferencia, pero no quiero que te quedes con esa idea de todo lo que está por venir para ti como un ciudadano mexicano.

Quisiera explicarme con peras y manzanas por qué cuando llegue el momento debes salir a votar, pero lo haré como mejor me salga.

En la experiencia de vida que tengo, definitivamente no me gustaría vivir en un país como los que todavía hay, en donde no tiene ese derecho, creo que sería algo terrible para nosotros como mexicanos. Dios nos libre de vivir algo así. Entonces, hay políticos y partidos políticos que solo quieren llegar al poder; muy poco les importa lo que cumplan o no, ya que estando en el poder pueden hacer lo que se les antoje.

Pero, esa no es razón válida para no ejercer tu derecho; al contrario, lo que buscan es que cada vez vote menos gente en cada elección. Yo lo veo como aquellas personas que “trabajan” o colaboran conmigo y que cuando les pido un favor o alguna tarea para realizar lo hacen mal para que evite pedírselos de nuevo, y así librarse de hacer algo que ellos no quieren o no les interesa. Una estrategia para que me dé por vencido y no les pida hacer lo que les corresponde. Es frustrante, créeme, pero no por eso lo dejaré de hacer. Así veo yo todo lo que rodea al tema de las elecciones y de ir a votar.

No cumplen, y no cumplen, hasta que te cansas y no quieres ir a votar. Y los únicos beneficiados son los políticos y sus partidos ya que no importa el número de votos que reciban, mientras voten los que son afines a ellos las tienen de ganar.

Tengo un par de consejos para ti, espero que te sirva para cuando te toque ejercer tu derecho como ciudadano mexicano.

No importa si todos los candidatos te caen mal, o ninguno se acerca a los ideales que tú crees, seguro alguno tendrá, aunque sea una coincidencia con tus ideas, vota por esa opción. No te tiene que caer bien, fíjate en su trayectoria pasada, que resultados ha tenido, si ha sido más o menos congruente con su pensar, decir y hacer. Una cosa si tiene que quedar clara, casi todos los que han estado algún tiempo administrando recursos públicos, han cometido actos de corrupción o uso indebido de los recursos (dinero) público, lo irónico es que pareciera requisito indispensable, pero bueno, quizá votar por el “menos” corrupto.

Definitivamente nunca vas a encontrar a un candidato 100% afín a ti, aunque en estos tiempos hay algunos que pareciera que les lavaron el cerebro y no solo son afines, sino que los endiosan. Segura estoy que tú no vas a caer en ese tipo de banalidades.

Vota, aunque sea por “el menos” peor, ya que, si no lo haces, vas a sufrir muchos años por algo mucho peor.

Hay algo que no quiero dejar de decirte, es que no es de extrañar, que a medida que mucha gente cansada de lo mismo y los jóvenes han dejado de votar, los políticos se han ido centrando en complacer a la poca gente que sigue votando y vociferando lo grandiosos que ellos son.

Entre más gente participa a la hora de votar, menos chance de hacer trampa en las elecciones. La política está llena de corrupción. La corrupción es más viable con el abstencionismo. El voto duro es el que no cambia pase lo que pase y es el que se refiere a los fieles seguidores, leales y que no cambian de opinión y que nunca dejan de votar, así que ellos pueden decidir por ti, si decides no ir a votar.

Para terminar con esta primera parte de tu carta, te repetiré una y mil veces que todo esto, no consiste con solo ir a votar, consiste en involucrarse diariamente con lo que hacen los funcionarios públicos porque nosotros somos los que les pagamos a ellos y a veces tratan de que eso se nos olvide y pensemos que ellos son los que nos están haciendo un favor, y no sabes qué coraje me da eso, uff.

Entonces ya que emitas tu voto, y gane quien gane, siempre busquemos mecanismos para expresar nuestro descontento ya que creo que esa parte es en la que más hemos fallado como ciudadanos al dejar que los que trabajan para nosotros, nos den atole con el dedo.

Una cosa es quién gobierna y otra es con qué ideas gobierna.

Te quiero con todo mi corazón, gracias por leerme y me hace muy feliz intercambiar opiniones contigo.

Atte, Mamá.

Antes que nada, debo confesar que el tema de la política no es algo que me guste hablar en público, pero esta vez lo voy a hacer al publicar esta carta que te escribo si me das permiso de hacerlo.

Sé que eres muy joven todavía, y estás a solo un par de años de poder solicitar tu credencial de elector. Tus hermanas ya emitieron su voto por primera vez hace seis años y ya me aseguraron que para este junio del 2024, también están listas para ir a votar.

Hemos hablado tu y yo muchas veces acerca de la situación de la seguridad o más bien inseguridad en nuestro país, hemos hablado de los políticos locales de estos tiempos y de los tiempos de cuando eras un bebé, y te entiendo cuando hablas de que todo está perdido aquí, que las cosas no funcionan, que no estás nada entusiasmado en salir a votar, algún día cuando te toque.

También me has dicho que la democracia no existe en la realidad, que todos vivimos engañados y así… Quizá tengas razón porque a te ha tocado vivir una época totalmente distinta a la mía, sobre todo porque hay mucha más información, pero en cuanto a las razones por las cuales las personas se postulan a puestos de elección popular, esa no ha cambiado mucho.

En mi humilde opinión, creo que salir a votar es una de las pocas cosas que nos toca hacer como ciudadanos. Si recuerdas cuando te dije que cuando yo era niña, no existía el instituto electoral, sólo había un solo partido y apenas cuando yo cumplí 19 años, fue cuando pude tramitar por primera vez mi credencial de elector.

Desde entonces, no he perdido ninguna oportunidad para emitir mi voto y la única vez que no pude votar fue cuando por fin, se dio un cambio enorme al elegir un presidente de un partido político distinto al que nos había gobernado ¡durante 70 años!. Bueno, la democracia en nuestro país es muy joven todavía, creo que estamos en pañales y de ninguna manera podemos ir hacia atrás, y perdernos la oportunidad de votar.

Te entiendo perfecto cuando me dices que en realidad no ves ninguna motivación para salir a votar, que ves que es muy confuso todo el proceso, casi estás convencido que tu voto no hará ninguna diferencia, pero no quiero que te quedes con esa idea de todo lo que está por venir para ti como un ciudadano mexicano.

Quisiera explicarme con peras y manzanas por qué cuando llegue el momento debes salir a votar, pero lo haré como mejor me salga.

En la experiencia de vida que tengo, definitivamente no me gustaría vivir en un país como los que todavía hay, en donde no tiene ese derecho, creo que sería algo terrible para nosotros como mexicanos. Dios nos libre de vivir algo así. Entonces, hay políticos y partidos políticos que solo quieren llegar al poder; muy poco les importa lo que cumplan o no, ya que estando en el poder pueden hacer lo que se les antoje.

Pero, esa no es razón válida para no ejercer tu derecho; al contrario, lo que buscan es que cada vez vote menos gente en cada elección. Yo lo veo como aquellas personas que “trabajan” o colaboran conmigo y que cuando les pido un favor o alguna tarea para realizar lo hacen mal para que evite pedírselos de nuevo, y así librarse de hacer algo que ellos no quieren o no les interesa. Una estrategia para que me dé por vencido y no les pida hacer lo que les corresponde. Es frustrante, créeme, pero no por eso lo dejaré de hacer. Así veo yo todo lo que rodea al tema de las elecciones y de ir a votar.

No cumplen, y no cumplen, hasta que te cansas y no quieres ir a votar. Y los únicos beneficiados son los políticos y sus partidos ya que no importa el número de votos que reciban, mientras voten los que son afines a ellos las tienen de ganar.

Tengo un par de consejos para ti, espero que te sirva para cuando te toque ejercer tu derecho como ciudadano mexicano.

No importa si todos los candidatos te caen mal, o ninguno se acerca a los ideales que tú crees, seguro alguno tendrá, aunque sea una coincidencia con tus ideas, vota por esa opción. No te tiene que caer bien, fíjate en su trayectoria pasada, que resultados ha tenido, si ha sido más o menos congruente con su pensar, decir y hacer. Una cosa si tiene que quedar clara, casi todos los que han estado algún tiempo administrando recursos públicos, han cometido actos de corrupción o uso indebido de los recursos (dinero) público, lo irónico es que pareciera requisito indispensable, pero bueno, quizá votar por el “menos” corrupto.

Definitivamente nunca vas a encontrar a un candidato 100% afín a ti, aunque en estos tiempos hay algunos que pareciera que les lavaron el cerebro y no solo son afines, sino que los endiosan. Segura estoy que tú no vas a caer en ese tipo de banalidades.

Vota, aunque sea por “el menos” peor, ya que, si no lo haces, vas a sufrir muchos años por algo mucho peor.

Hay algo que no quiero dejar de decirte, es que no es de extrañar, que a medida que mucha gente cansada de lo mismo y los jóvenes han dejado de votar, los políticos se han ido centrando en complacer a la poca gente que sigue votando y vociferando lo grandiosos que ellos son.

Entre más gente participa a la hora de votar, menos chance de hacer trampa en las elecciones. La política está llena de corrupción. La corrupción es más viable con el abstencionismo. El voto duro es el que no cambia pase lo que pase y es el que se refiere a los fieles seguidores, leales y que no cambian de opinión y que nunca dejan de votar, así que ellos pueden decidir por ti, si decides no ir a votar.

Para terminar con esta primera parte de tu carta, te repetiré una y mil veces que todo esto, no consiste con solo ir a votar, consiste en involucrarse diariamente con lo que hacen los funcionarios públicos porque nosotros somos los que les pagamos a ellos y a veces tratan de que eso se nos olvide y pensemos que ellos son los que nos están haciendo un favor, y no sabes qué coraje me da eso, uff.

Entonces ya que emitas tu voto, y gane quien gane, siempre busquemos mecanismos para expresar nuestro descontento ya que creo que esa parte es en la que más hemos fallado como ciudadanos al dejar que los que trabajan para nosotros, nos den atole con el dedo.

Una cosa es quién gobierna y otra es con qué ideas gobierna.

Te quiero con todo mi corazón, gracias por leerme y me hace muy feliz intercambiar opiniones contigo.

Atte, Mamá.