/ lunes 22 de abril de 2024

La aventura de cambiarte a ti mismo | Debate local: por eso "estamos como estamos"

El debate político es un medio por el que partidos y candidatos exponen sus ideologías respecto a ciertos temas para posicionarse en las preferencias de los lectores; un intercambio de opiniones y propuestas. El debate es considerado como un mecanismo por medio del cual los electores fortalecen su decisión para votar.

Yo, una ciudadana común y corriente, que a decir verdad con cierta animadversión hacia los partidos políticos y a uno que otro político local y nacional, no me había dado a la tarea de saber de qué va realmente un debate entre candidatos. Lo que pude encontrar es que, para empezar, en un debate no hay ganadores, así que ese rollo que tanto cacarean todos, acerca de que quién "ganó" el debate, de entrada no aplica. Por eso todos se declaran ganadores, y pues se trata de una manera de manipular el asunto. Otro punto muy importante es que son propuesta analizadas, preparadas, ensayadas y muchas veces, hasta actuadas...

Aunque nadie me lo está preguntando, espero les guste el análisis que en esta ocasión les presento, escrito desde mi muy personal punto de vista, y como ciudadana que soy; no pertenezco a ningún equipo de campaña y tampoco soy politóloga ni nada de esas cosas.

Lo único que sé, es que sufro la política, o a los malos políticos que han gobernado mi país y mi ciudad desde que tengo uso de razón.

Pero bueno, el debate entre candidatos a la gubernatura de Tabasco que se dió ayer por la noche, mientras miles de personas seguían celebrando el desfile de embajadoras, me pareció un tanto rígido, precisamente por el formato que las autoridades electorales locales eligieron.

Acartonado, quizá por aquello de los pocos minutos que tienen para exponer sus propuestas, y en otras para replicar.

Las preguntas que pudieron leer, mismas que provenían de parte de los ciudadanos, fueron cuestionamientos interesantes en cuanto a la impartición de justicia, el medio ambiente, la salud, entre otros muy acertados. Pero desgraciadamente, algunos candidatos contestaron sin mucha claridad, y sin poder entender que tan viable es la solución. Porque eso sí, todos prometen pero no cumplen, y de eso por lo menos yo, ya estoy harta.

Algo que me sorprendió fue la desaprensión, por llamarlo de alguna manera, del candidato de Morena a la gubernatura, a las acusaciones de desvío de recursos en las secretarías y en los puestos que él ha tenido a su cargo, ya que es un secreto a voces, que parte de su fuerza para ganar esta elección tiene que ver con el acceso a millonarios recursos, otorgados durante este sexenio. Como que ya el ser un "presunto corrupto" no es una cuestión que a muchos simpatizantes y militantes parece preocuparles. Y por lo tanto, no son cuestiones dignas de responder o aclarar. Grave el asunto.

El tema recurrente sin duda alguna fue el de la corrupción y la falta de seguridad pública en nuestro estado. Creo que para que un gobierno pueda ser democrático, debe tener contrapesos en los otros poderes, y también en cuanto a la claridad en los gastos e inversión de los gobiernos. Lo que pude observar es que sí, efectivamente hay leyes anti corrupción, pero no se aplican, son letra muerta.

Por otro lado, no hay una estrategia clara de ninguno de los candidatos acerca de cómo garantizar que la corrupción en realidad vaya a la baja. Otro punto es el de la inseguridad; tampoco se habló sobre el cómo acabar con la impunidad, porque la impartición de justicia es punto clave para frenar a la delincuencia.

Es un hecho que hay inconformidades y desencanto en muchos ciudadanos tabasqueños, pero eso no es motivo suficiente como para que se de una alternancia en el poder. Otros factores, como las promesas de una mejor economía, la mejora en el sistema de salud, la inversión en educación etcétera, alimentan la esperanza de muchos tabasqueños, aún viendo que hasta ahora no han funcionado. Y peor aún, darse cuenta de que, más que estrategias sólidas, las "grandes obras" y las brillantes iniciativas están basadas en ocurrencias.

En resumidas cuentas, nuestros políticos nos siguen quedando a deber, y a mí me asombra con lo poco que como candidatos en la antesala de los comicios, nos pueden ofrecer. Este debate, para mí, será recordado como uno más en el que la ciudadanía tuvo oportunidad de informarse mejor, pero que desperdició, pues de acuerdo a los números de audiencia, no les interesó en lo absoluto. Una vez más, y para decirlo con una frase a pie de calle, "por eso estamos como estamos".

El debate político es un medio por el que partidos y candidatos exponen sus ideologías respecto a ciertos temas para posicionarse en las preferencias de los lectores; un intercambio de opiniones y propuestas. El debate es considerado como un mecanismo por medio del cual los electores fortalecen su decisión para votar.

Yo, una ciudadana común y corriente, que a decir verdad con cierta animadversión hacia los partidos políticos y a uno que otro político local y nacional, no me había dado a la tarea de saber de qué va realmente un debate entre candidatos. Lo que pude encontrar es que, para empezar, en un debate no hay ganadores, así que ese rollo que tanto cacarean todos, acerca de que quién "ganó" el debate, de entrada no aplica. Por eso todos se declaran ganadores, y pues se trata de una manera de manipular el asunto. Otro punto muy importante es que son propuesta analizadas, preparadas, ensayadas y muchas veces, hasta actuadas...

Aunque nadie me lo está preguntando, espero les guste el análisis que en esta ocasión les presento, escrito desde mi muy personal punto de vista, y como ciudadana que soy; no pertenezco a ningún equipo de campaña y tampoco soy politóloga ni nada de esas cosas.

Lo único que sé, es que sufro la política, o a los malos políticos que han gobernado mi país y mi ciudad desde que tengo uso de razón.

Pero bueno, el debate entre candidatos a la gubernatura de Tabasco que se dió ayer por la noche, mientras miles de personas seguían celebrando el desfile de embajadoras, me pareció un tanto rígido, precisamente por el formato que las autoridades electorales locales eligieron.

Acartonado, quizá por aquello de los pocos minutos que tienen para exponer sus propuestas, y en otras para replicar.

Las preguntas que pudieron leer, mismas que provenían de parte de los ciudadanos, fueron cuestionamientos interesantes en cuanto a la impartición de justicia, el medio ambiente, la salud, entre otros muy acertados. Pero desgraciadamente, algunos candidatos contestaron sin mucha claridad, y sin poder entender que tan viable es la solución. Porque eso sí, todos prometen pero no cumplen, y de eso por lo menos yo, ya estoy harta.

Algo que me sorprendió fue la desaprensión, por llamarlo de alguna manera, del candidato de Morena a la gubernatura, a las acusaciones de desvío de recursos en las secretarías y en los puestos que él ha tenido a su cargo, ya que es un secreto a voces, que parte de su fuerza para ganar esta elección tiene que ver con el acceso a millonarios recursos, otorgados durante este sexenio. Como que ya el ser un "presunto corrupto" no es una cuestión que a muchos simpatizantes y militantes parece preocuparles. Y por lo tanto, no son cuestiones dignas de responder o aclarar. Grave el asunto.

El tema recurrente sin duda alguna fue el de la corrupción y la falta de seguridad pública en nuestro estado. Creo que para que un gobierno pueda ser democrático, debe tener contrapesos en los otros poderes, y también en cuanto a la claridad en los gastos e inversión de los gobiernos. Lo que pude observar es que sí, efectivamente hay leyes anti corrupción, pero no se aplican, son letra muerta.

Por otro lado, no hay una estrategia clara de ninguno de los candidatos acerca de cómo garantizar que la corrupción en realidad vaya a la baja. Otro punto es el de la inseguridad; tampoco se habló sobre el cómo acabar con la impunidad, porque la impartición de justicia es punto clave para frenar a la delincuencia.

Es un hecho que hay inconformidades y desencanto en muchos ciudadanos tabasqueños, pero eso no es motivo suficiente como para que se de una alternancia en el poder. Otros factores, como las promesas de una mejor economía, la mejora en el sistema de salud, la inversión en educación etcétera, alimentan la esperanza de muchos tabasqueños, aún viendo que hasta ahora no han funcionado. Y peor aún, darse cuenta de que, más que estrategias sólidas, las "grandes obras" y las brillantes iniciativas están basadas en ocurrencias.

En resumidas cuentas, nuestros políticos nos siguen quedando a deber, y a mí me asombra con lo poco que como candidatos en la antesala de los comicios, nos pueden ofrecer. Este debate, para mí, será recordado como uno más en el que la ciudadanía tuvo oportunidad de informarse mejor, pero que desperdició, pues de acuerdo a los números de audiencia, no les interesó en lo absoluto. Una vez más, y para decirlo con una frase a pie de calle, "por eso estamos como estamos".