/ lunes 18 de marzo de 2024

La Aventura de Cambiarte a Ti Mismo / El dolor de la muerte de un ser querido

La muerte de un ser querido es un proceso doloroso y en ocasiones difícil de aceptar y superar. Escribir una carta de despedida es, para muchas personas, una poderosa herramienta para afrontar la pérdida y el duelo.

Escribir una carta de despedida es una de las muchas formas que existen, de expresar sentimientos y cariño por la persona que está por morir, nos ayuda a recordar los buenos momentos y los sentimientos que se tenían por ellos, también nos ayuda a poner en orden nuestros pensamientos y liberarnos de sentimientos acumulados. Nos ayuda a recordar la vida que compartimos y no centrarnos negativamente en la pérdida que estamos sufriendo.

Querida tía D.M.:

He permanecido en silencio durante todo este tiempo, y puedo decir que no he presenciado ni te he podido acompañar en los momentos desde que supiste que estabas luchando por tu salud.

Respeto las razones por las cuales no quisiste que supiéramos de tu enfermedad, ni que se dijera algo sobre tu estado de salud. Sé que no soy una sobrina que te haya visitado todo el tiempo, ni soy tan atenta contigo ni con muchos familiares, pero quizá esa barrera que impusiste, hizo que no pudiera acercarme a ti, como hubiera querido.

Lo que sí sé es que has estado muy cuidada y muy bien acompañada por tu gente cercana y querida.

Y como dice el refrán más vale tarde que nunca; creo que ahora es momento de expresarte lo que has significado para mí, y las enseñanzas que me has brindado como mi tía, madrina a lo largo de los años.

Para empezar, pareciera que estos últimos meses pudimos acercarnos un poco más; y agradezco a Dios y a tí, el haberme buscado y llamado para tener ese acercamiento por medio de la Fe.

Puedo ver ahora, que si nos hizo falta haber platicado muchas cosas, mucho antes. Lamento no haber podido decirte lo que te quiero y admiro lo suficiente todas las demás ocasiones que te ví, lamento no haberte agradecido tus consejos y lo que significas para mí, como tía cercana, pilar de nuestra familia materna desde hace muchos años.

En esta carta, quiero decirte que todo lo que has hecho por nuestra familia, para que no tengas duda de que tu paso por este mundo ha marcado la vida de otros de maneras extraordinarias.

He visto que has sido roca y pilar de fuerza en tiempos de confusión. Has estado ahí cuando alguien lo ha necesitado, como apoyo moral y muchas veces económico también.

También he visto como has sido el impulso que personas cercanas a ti, necesitaban para salir adelante.

Has sido guía, apoyo y gran amiga para muchas mujeres que se han acercado a ti, a lo largo de tu vida y que soy testigo que has marcado una gran diferencia en ellas.

Más allá de lo que pueda expresarte en esta carta, sé muy bien la enorme falta que nos harás. Sé que para mi tío, mis primos, y tus nietos, tu ausencia física será una de las pruebas más difíciles de experimentar.

Quiero decirte y que sepas que tu legado es único, lo que hiciste para bien de los demás serán recordadas por quienes tuvimos la dicha de conocerte, tus hermanas, tus hermanos, tus sobrinos, tus nietos, tus amigos, vivirás siempre en nuestros corazones.

Gracias tía querida, esa llamada tuya, fue una llamada como ahora lo puedo ver, cuando mi fe estaba en duda y muy débil. Agradezco tus abrazos, sentir tu cariño y el entusiasmo que mostrabas cuando me veías llegar a los talleres de oración, (no todas las personas se entusiasman así cuando me ven llegar, aquí entre nos).

Gracias por haber dejado una huella en mi vida… Gracias por la dicha de haberte tenido cerca, aunque fuera al final.

Gracias a Dios, al que amas en vida.

Te querré por siempre, tu sobrina: Yeya

Esta carta, se la hice llegar a ella, antes que fuera publicada en este medio.

Si tu escribes una carta a tu familiar, aunque ya haya fallecido te ayuda también a sentirte en paz con tu ser querido. La puedes guardar, la puedes compartir,se las puedes dejar en su féretro. En fin, lo importantes es que la escribas con honestidad, sencillez y mucho amor.

Gracias por leerme

La muerte de un ser querido es un proceso doloroso y en ocasiones difícil de aceptar y superar. Escribir una carta de despedida es, para muchas personas, una poderosa herramienta para afrontar la pérdida y el duelo.

Escribir una carta de despedida es una de las muchas formas que existen, de expresar sentimientos y cariño por la persona que está por morir, nos ayuda a recordar los buenos momentos y los sentimientos que se tenían por ellos, también nos ayuda a poner en orden nuestros pensamientos y liberarnos de sentimientos acumulados. Nos ayuda a recordar la vida que compartimos y no centrarnos negativamente en la pérdida que estamos sufriendo.

Querida tía D.M.:

He permanecido en silencio durante todo este tiempo, y puedo decir que no he presenciado ni te he podido acompañar en los momentos desde que supiste que estabas luchando por tu salud.

Respeto las razones por las cuales no quisiste que supiéramos de tu enfermedad, ni que se dijera algo sobre tu estado de salud. Sé que no soy una sobrina que te haya visitado todo el tiempo, ni soy tan atenta contigo ni con muchos familiares, pero quizá esa barrera que impusiste, hizo que no pudiera acercarme a ti, como hubiera querido.

Lo que sí sé es que has estado muy cuidada y muy bien acompañada por tu gente cercana y querida.

Y como dice el refrán más vale tarde que nunca; creo que ahora es momento de expresarte lo que has significado para mí, y las enseñanzas que me has brindado como mi tía, madrina a lo largo de los años.

Para empezar, pareciera que estos últimos meses pudimos acercarnos un poco más; y agradezco a Dios y a tí, el haberme buscado y llamado para tener ese acercamiento por medio de la Fe.

Puedo ver ahora, que si nos hizo falta haber platicado muchas cosas, mucho antes. Lamento no haber podido decirte lo que te quiero y admiro lo suficiente todas las demás ocasiones que te ví, lamento no haberte agradecido tus consejos y lo que significas para mí, como tía cercana, pilar de nuestra familia materna desde hace muchos años.

En esta carta, quiero decirte que todo lo que has hecho por nuestra familia, para que no tengas duda de que tu paso por este mundo ha marcado la vida de otros de maneras extraordinarias.

He visto que has sido roca y pilar de fuerza en tiempos de confusión. Has estado ahí cuando alguien lo ha necesitado, como apoyo moral y muchas veces económico también.

También he visto como has sido el impulso que personas cercanas a ti, necesitaban para salir adelante.

Has sido guía, apoyo y gran amiga para muchas mujeres que se han acercado a ti, a lo largo de tu vida y que soy testigo que has marcado una gran diferencia en ellas.

Más allá de lo que pueda expresarte en esta carta, sé muy bien la enorme falta que nos harás. Sé que para mi tío, mis primos, y tus nietos, tu ausencia física será una de las pruebas más difíciles de experimentar.

Quiero decirte y que sepas que tu legado es único, lo que hiciste para bien de los demás serán recordadas por quienes tuvimos la dicha de conocerte, tus hermanas, tus hermanos, tus sobrinos, tus nietos, tus amigos, vivirás siempre en nuestros corazones.

Gracias tía querida, esa llamada tuya, fue una llamada como ahora lo puedo ver, cuando mi fe estaba en duda y muy débil. Agradezco tus abrazos, sentir tu cariño y el entusiasmo que mostrabas cuando me veías llegar a los talleres de oración, (no todas las personas se entusiasman así cuando me ven llegar, aquí entre nos).

Gracias por haber dejado una huella en mi vida… Gracias por la dicha de haberte tenido cerca, aunque fuera al final.

Gracias a Dios, al que amas en vida.

Te querré por siempre, tu sobrina: Yeya

Esta carta, se la hice llegar a ella, antes que fuera publicada en este medio.

Si tu escribes una carta a tu familiar, aunque ya haya fallecido te ayuda también a sentirte en paz con tu ser querido. La puedes guardar, la puedes compartir,se las puedes dejar en su féretro. En fin, lo importantes es que la escribas con honestidad, sencillez y mucho amor.

Gracias por leerme