Está comprobado que, al secretario de Bienestar, Javier May Rodríguez, no le llega el agua al tinaco.
De nueva cuenta está demostrando su incapacidad e incompetencia. El censo (para la entrega de los ocho mil pesos y el vale de enseres) y la entrega de despensa ha provocado caos entre los damnificados, al grado tal, que en muchas ocasiones se han visto obligado a suspender el apoyo federal, como sucedió el pasado sábado en Samarkanda, Nacajuca, ante el desorden de los habitantes del Sauce, Centro, que evitaron por sus calzones el censo a la comunidad citada.
La desorganización es espantosa, terrible, no tiene ni pies ni cabeza. Y en ello los delegados municipales tienen mucha culpa, ya que, son los que deciden a quien sí y a quien no palomean para ser favorecidos.
Para acabarla de amolar, solicitan la credencial de elector, para ver si coinciden con el domicilio. Y en la mayoría de las veces no ocurre así, por la simple y sencilla razón de que los gruesos de los inquilinos vivieron en otras zonas, en otras partes.
Si hasta con los propietarios de las casas sucede, imagínese con quienes rentan.
La politización es burda, grotesca. Sus operadores carecen de oficio y sensibilidad política. Descaradamente afirman que vienen de parte de Morena.
La culpa es del ex edil de Comalcalco, Javier May Rodríguez. Él es el responsable directo de la aplicación y operación del programa federal.
Y de nadie más.
Son excluyentes, parciales, prepotentes y soberbios. Se les olvida que el recurso federal que están invirtiendo no proviene de sus bolsillos, sino de los impuestos que puntualmente pagan los ciudadanos registrados en la secretaría de Hacienda.
El caso es que Javier May Rodríguez volvió por enésima vez a demostrar su ineficiencia e ineficacia, tal y como lo hizo recientemente con los vales de los 10 mil pesos.
Está visto y comprobado que este funcionario del primer círculo del presidente Andrés Manuel López Obrador no da una. Es el mismo que anda abiertamente en campaña -desde hace meses- para relevar, según él, en el gobierno a Adán Augusto López Hernández.
Tronco de gobernador que nos aventaríamos del 2024 a 2030.
Sería realmente catastrófico, mucho más destructivo que el sexenio de Arturo Núñez Jiménez y Martha Lilia López Aguilera.
“SQUOD SCRIPSI, SCRIPSI”
(LO ESCRITO, ESCRITO ESTÁ)
Definitivamente, el ex gobernador Andrés Rafael Granier Melo, es más popular, por lo menos aquí en el Centro, que su ex par Manuel Andrade Díaz, pero de que éste hizo un mejor gobierno, no hay duda alguna.
Y su mejor ventaja, es que no tiene cola que le pisen.
Estoy convencido de que cualquiera de los dos serían un excelente candidato a la alcaldía de Centro, aunque creo que la ciudadanía se inclinaría más por Andrade Díaz.
La mejor prueba es que en la elección pasada obtuvo más votos que la propia candidata a la gubernatura, Georgina Trujillo Zentella.
Uno y otro están en la antesala de convertirse en un dolor de cabeza tremendo, para quien finalmente resulte el abanderado de Morena a la Joya de la Corona.
Si Manuel Andrade Díaz decide entrarle a la contienda por relevar a Evaristo Hernández Cruz consideró que el CEN del PRI va a apoyar sus aspiraciones, ya que, sería un candidato de lujo.
