/ miércoles 13 de marzo de 2024

Tabasco Político | LO DEJARON, SIN PASTEL

El candidato a la gubernatura y el ex titular de Gobernación, Javier May Rodríguez y Adán Augusto López Hernández, respectivamente, decidieron muy en corto, pero muy en corto, no darle ningún pedazo del pastel político tabasqueño a Andy López Obrador.

Por supuesto, que la decisión contó con el visto bueno de Andrés Manuel López Obrador y de la propia candidata presidencial Claudia Sheinbaum Pardo.

Sin ambas aprobaciones, capitalmente la del paisano, jamás de los jamases, se hubieran atrevido a excluir al delfín de Andy, me refiero obviamente a Daniel Arturo Casasus Rus.

El argumento expuesto, es que el ex delegado federal de Bienestar no garantizaba no solo una votación copiosa el 2 de junio, sino que era demasiado riesgosa su candidatura.

Y más si el abanderado del PRI, PRD y PAN resultaba el ex mandatario Andrés Rafael Granier Melo.

En cambio Yolanda Osuna Huerta aseguraba mayores sufragios. No había ningún otro aspirante a dirigir los destinos de la capital tabasqueña con más expectativas políticas que la alcaldesa con licencia.

Sin lugar a dudas, fue una decisión consensada, allá en donde hace su nido las águilas, inteligente y acertada.

Más ahora que el berrinchudo, chaquetero, bilioso, prepotente, soberbio y engreído de Fernando Enrique Mayans Canabal es el candidato de Movimiento Ciudadano (MC) a la presidencia municipal de Centro. Y Humberto de los Santos Bertruy por el PVEM.

Y no precisamente, porque realmente tengan alguna posibilidad real de ganar la alcaldía más importante de Tabasco, sino porque van con toda seguridad a restarles votos al partido en el poder.

Lo que nos lleva a la conclusión de que hubiera sido un suicidio político entregarle la candidatura de Centro a Daniel Arturo Casasus Rus.

Habría ido derechito al matadero.

Casasus Rus es brillante, perspicaz, talentoso, enjundioso…pero para estos menesteres está demasiado verde.

Le falta muchísimo por recorrer.

Desde luego, que la unción de Yolanda Osuna Huerta se llevó entre las patas a Andy López Beltrán, como oportunamente señaló el ex gobernador Manuel Andrade Díaz.

Era y es del dominio público que Casasus Rus traía todo el apoyo y respaldo del hijo de López Obrador.

Después de todo, él lo mandó a registrarse como aspirante a la alcaldía de Centro.

Se les olvidó que: “del plato a la boca se cae la sopa”, tal y como ocurrió.


“SQUOD SCRIPSI, SCRIPSI”

(LO ESCRITO, ESCRITO ESTÁ)


Si el PRI salva su registro como partido político, que lo veo cabrón, que se dé por bien servido.

De verdad, que su inútil e inepto ex dirigentillo de Dagoberto Lara Sedas, lo dejo no nada más en ruinas, sino casi casi en estado de coma.

El daño que le ocasionó fue catastrófico, devastador, terrible…

Y sospecho que la llegada de Miguel Barrueta al otrora partidazo está acelerando su descomposición interna.

Las renuncias de su ex líder Gustavo de la Torre Zurita y del ex presidente de la Fundación Colosio, César Antonio Melo Acosta, obedecen a la grotesca imposición que maniobró Benito Neme Sastré a favor de Barrueta.

Incluyendo la renuncia de la ex líder femenil priista Gloria Herrera.

No son ninguna casualidad.

Son respuestas contundentes y rotundas a las decisiones arbitrarias, facciosas y cupulares que se siguen tomando en el edificio de Insurgentes norte a espaldas de la exigua militancia que todavía queda.

Y en honor a la verdad, hasta mucho se tardaron.

Los partidos políticos no cambian en México.

Antidemocráticos, autoritarios, facciosos, mezquinos y excluyentes por excelencia.

Ninguno, pero ninguno, se salva de la quemazón.

Todos están cortados con la misma tijera.


El candidato a la gubernatura y el ex titular de Gobernación, Javier May Rodríguez y Adán Augusto López Hernández, respectivamente, decidieron muy en corto, pero muy en corto, no darle ningún pedazo del pastel político tabasqueño a Andy López Obrador.

Por supuesto, que la decisión contó con el visto bueno de Andrés Manuel López Obrador y de la propia candidata presidencial Claudia Sheinbaum Pardo.

Sin ambas aprobaciones, capitalmente la del paisano, jamás de los jamases, se hubieran atrevido a excluir al delfín de Andy, me refiero obviamente a Daniel Arturo Casasus Rus.

El argumento expuesto, es que el ex delegado federal de Bienestar no garantizaba no solo una votación copiosa el 2 de junio, sino que era demasiado riesgosa su candidatura.

Y más si el abanderado del PRI, PRD y PAN resultaba el ex mandatario Andrés Rafael Granier Melo.

En cambio Yolanda Osuna Huerta aseguraba mayores sufragios. No había ningún otro aspirante a dirigir los destinos de la capital tabasqueña con más expectativas políticas que la alcaldesa con licencia.

Sin lugar a dudas, fue una decisión consensada, allá en donde hace su nido las águilas, inteligente y acertada.

Más ahora que el berrinchudo, chaquetero, bilioso, prepotente, soberbio y engreído de Fernando Enrique Mayans Canabal es el candidato de Movimiento Ciudadano (MC) a la presidencia municipal de Centro. Y Humberto de los Santos Bertruy por el PVEM.

Y no precisamente, porque realmente tengan alguna posibilidad real de ganar la alcaldía más importante de Tabasco, sino porque van con toda seguridad a restarles votos al partido en el poder.

Lo que nos lleva a la conclusión de que hubiera sido un suicidio político entregarle la candidatura de Centro a Daniel Arturo Casasus Rus.

Habría ido derechito al matadero.

Casasus Rus es brillante, perspicaz, talentoso, enjundioso…pero para estos menesteres está demasiado verde.

Le falta muchísimo por recorrer.

Desde luego, que la unción de Yolanda Osuna Huerta se llevó entre las patas a Andy López Beltrán, como oportunamente señaló el ex gobernador Manuel Andrade Díaz.

Era y es del dominio público que Casasus Rus traía todo el apoyo y respaldo del hijo de López Obrador.

Después de todo, él lo mandó a registrarse como aspirante a la alcaldía de Centro.

Se les olvidó que: “del plato a la boca se cae la sopa”, tal y como ocurrió.


“SQUOD SCRIPSI, SCRIPSI”

(LO ESCRITO, ESCRITO ESTÁ)


Si el PRI salva su registro como partido político, que lo veo cabrón, que se dé por bien servido.

De verdad, que su inútil e inepto ex dirigentillo de Dagoberto Lara Sedas, lo dejo no nada más en ruinas, sino casi casi en estado de coma.

El daño que le ocasionó fue catastrófico, devastador, terrible…

Y sospecho que la llegada de Miguel Barrueta al otrora partidazo está acelerando su descomposición interna.

Las renuncias de su ex líder Gustavo de la Torre Zurita y del ex presidente de la Fundación Colosio, César Antonio Melo Acosta, obedecen a la grotesca imposición que maniobró Benito Neme Sastré a favor de Barrueta.

Incluyendo la renuncia de la ex líder femenil priista Gloria Herrera.

No son ninguna casualidad.

Son respuestas contundentes y rotundas a las decisiones arbitrarias, facciosas y cupulares que se siguen tomando en el edificio de Insurgentes norte a espaldas de la exigua militancia que todavía queda.

Y en honor a la verdad, hasta mucho se tardaron.

Los partidos políticos no cambian en México.

Antidemocráticos, autoritarios, facciosos, mezquinos y excluyentes por excelencia.

Ninguno, pero ninguno, se salva de la quemazón.

Todos están cortados con la misma tijera.