/ lunes 30 de noviembre de 2020

Tabasco político | En puerta: ¡Catástrofe! 

O nos ponemos aguzados o Tabasco va a sufrir una catástrofe de grandes dimensiones y consecuencias, que no quiero ni pensarlas, pues hasta migraña me produce, y no me refiero a que nos inundamos por enésima vez, ni a las torpezas e indolencias del director General de la CFE, Manuel Bartlett Díaz, ni a las de la titular de la CONAGUA, Blanca Jiménez Cisneros ni a ninguna estupidez de los demás funcionarios federales, si no al rebrote del coronavirus.

En los últimos días el número de contagiados ha aumentado significativamente, si bien es cierto, que no a los niveles alarmantes de semanas pasadas, sí preocupantes, de ahí la imperiosa necesidad de que la ciudadanía no se confié, de que no baje la guardia, ya que, todos, sin excepción de nadie, va a lamentarlo, mucho más de lo que uno pueda imaginarse.

Económica y socialmente resultaría una tragedia. Terminaríamos de hundirnos en todos los aspectos de la vida.

Los únicos que pueden evitar de que tan dolorosos y lamentables acontecimientos no sucedan en la entidad, ni en ninguna otra parte del país, somos nosotros, pues ni la ciencia con todos y sus avances científicos en la era digital, no ha podido frenar, hasta el día de hoy, la ola de muertes e infectados que ha producido la pandemia del COVID-19, a todo lo largo y ancho del territorio mexicano.

Si como estamos ahora, la situación está de la patada, literalmente para llorar, como consecuencia no nada más de la crisis sanitaria producida por el coronavirus, sino también por las inclemencias del tiempo y la incompetencia y perversidad de Bartlett Díaz y Jiménez Cisneros, y el galopante desempleo y la imparable inseguridad pública que venimos arrastrando desde hace años, y que con el desgobierno de Arturo Núñez Jiménez se disparó exponencialmente, un rebrote sería el acabose.

Las medidas que hay que tomar para que esto no se dé, en verdad que son muy sencillas, y que han demostrado su efectividad en el combate a la pandemia: lavarse las manos, tomar la distancia pertinente, usar cubrebocas y no acudir a reuniones en donde haya mucha gente.

Siguiendo y cumpliendo con puntualidad y responsabilidad las medidas que la secretaría de Salud ha tomado, desde antes de sus inicios, para contrarrestar los efectos dañinos y letales del COVID-19, evitaremos que el rebrote no se presente en ninguno de los 17 municipios que integran la geografía tabasqueña.

De lo contrario, los escenarios actuales, que de por sí, ya son dificilísimos, van a ponerse peores. Verdaderamente, canijos.

Así, que lo mejor que podemos hacer, “es ponernos las pilas”, sino, Dios nos agarre confesados.


“SQUOD SCRIPSI, SCRIPSI”

(LO ESCRITO, ESCRITO ESTÁ)

Son tan diversos, difusos y encontrados, los intereses políticos y económicos de los dirigentes nacional y local del PRI, PRD y PAN, que personalmente no creo que la tan cacareada alianza partidistas vaya a concretarse para las elecciones intermedias de 2021.

Si por X o Y, no logra concretarse, va a estar en chino, que por sí solos recuperen la mayoría de los cargos de elección popular que perdieron en el 2018.

Si en coalición sería verdaderamente complicado, por las razones que usted sabe y conoce, divididos, no veo cómo, sobre todo cuando internamente no han tenido la capacidad de cerrar filas.

Ni Dagoberto Lara Sedas, Francisco Javier Carrera Sandoval y Pedro Gabriel Hidalgo Cáceres, han sabido estar a la altura de las actuales circunstancias políticas y sociales de la entidad.

Su actuación ha sido más que mediocre, al grado tal, que ha caído en la ridiculez. En la inmovilidad.

Se convirtieron en una oposición retrógrada. Capitalmente el huimanguillense que ya lleva varios meses en el edificio de la avenida 16 de Septiembre. Es el mismo penoso caso del blanquiazul, o, quizás un tantito peor, pues lleva más en la encomienda que sus homólogos.

Y el recién electo “líder” del perredé Carrera Sandoval, está visto y comprobado que no va a dar más de lo que ha dado, por la simple y sencilla razón, de que el agua no le llega al tinaco.

Por esto y más, estoy seguro que la coalición no va a aterrizar, tal y como muchos están apostando.

Bueno… a ver qué pasa. ¡Hasta mañana!

O nos ponemos aguzados o Tabasco va a sufrir una catástrofe de grandes dimensiones y consecuencias, que no quiero ni pensarlas, pues hasta migraña me produce, y no me refiero a que nos inundamos por enésima vez, ni a las torpezas e indolencias del director General de la CFE, Manuel Bartlett Díaz, ni a las de la titular de la CONAGUA, Blanca Jiménez Cisneros ni a ninguna estupidez de los demás funcionarios federales, si no al rebrote del coronavirus.

En los últimos días el número de contagiados ha aumentado significativamente, si bien es cierto, que no a los niveles alarmantes de semanas pasadas, sí preocupantes, de ahí la imperiosa necesidad de que la ciudadanía no se confié, de que no baje la guardia, ya que, todos, sin excepción de nadie, va a lamentarlo, mucho más de lo que uno pueda imaginarse.

Económica y socialmente resultaría una tragedia. Terminaríamos de hundirnos en todos los aspectos de la vida.

Los únicos que pueden evitar de que tan dolorosos y lamentables acontecimientos no sucedan en la entidad, ni en ninguna otra parte del país, somos nosotros, pues ni la ciencia con todos y sus avances científicos en la era digital, no ha podido frenar, hasta el día de hoy, la ola de muertes e infectados que ha producido la pandemia del COVID-19, a todo lo largo y ancho del territorio mexicano.

Si como estamos ahora, la situación está de la patada, literalmente para llorar, como consecuencia no nada más de la crisis sanitaria producida por el coronavirus, sino también por las inclemencias del tiempo y la incompetencia y perversidad de Bartlett Díaz y Jiménez Cisneros, y el galopante desempleo y la imparable inseguridad pública que venimos arrastrando desde hace años, y que con el desgobierno de Arturo Núñez Jiménez se disparó exponencialmente, un rebrote sería el acabose.

Las medidas que hay que tomar para que esto no se dé, en verdad que son muy sencillas, y que han demostrado su efectividad en el combate a la pandemia: lavarse las manos, tomar la distancia pertinente, usar cubrebocas y no acudir a reuniones en donde haya mucha gente.

Siguiendo y cumpliendo con puntualidad y responsabilidad las medidas que la secretaría de Salud ha tomado, desde antes de sus inicios, para contrarrestar los efectos dañinos y letales del COVID-19, evitaremos que el rebrote no se presente en ninguno de los 17 municipios que integran la geografía tabasqueña.

De lo contrario, los escenarios actuales, que de por sí, ya son dificilísimos, van a ponerse peores. Verdaderamente, canijos.

Así, que lo mejor que podemos hacer, “es ponernos las pilas”, sino, Dios nos agarre confesados.


“SQUOD SCRIPSI, SCRIPSI”

(LO ESCRITO, ESCRITO ESTÁ)

Son tan diversos, difusos y encontrados, los intereses políticos y económicos de los dirigentes nacional y local del PRI, PRD y PAN, que personalmente no creo que la tan cacareada alianza partidistas vaya a concretarse para las elecciones intermedias de 2021.

Si por X o Y, no logra concretarse, va a estar en chino, que por sí solos recuperen la mayoría de los cargos de elección popular que perdieron en el 2018.

Si en coalición sería verdaderamente complicado, por las razones que usted sabe y conoce, divididos, no veo cómo, sobre todo cuando internamente no han tenido la capacidad de cerrar filas.

Ni Dagoberto Lara Sedas, Francisco Javier Carrera Sandoval y Pedro Gabriel Hidalgo Cáceres, han sabido estar a la altura de las actuales circunstancias políticas y sociales de la entidad.

Su actuación ha sido más que mediocre, al grado tal, que ha caído en la ridiculez. En la inmovilidad.

Se convirtieron en una oposición retrógrada. Capitalmente el huimanguillense que ya lleva varios meses en el edificio de la avenida 16 de Septiembre. Es el mismo penoso caso del blanquiazul, o, quizás un tantito peor, pues lleva más en la encomienda que sus homólogos.

Y el recién electo “líder” del perredé Carrera Sandoval, está visto y comprobado que no va a dar más de lo que ha dado, por la simple y sencilla razón, de que el agua no le llega al tinaco.

Por esto y más, estoy seguro que la coalición no va a aterrizar, tal y como muchos están apostando.

Bueno… a ver qué pasa. ¡Hasta mañana!