/ viernes 25 de enero de 2019

Salud: morir en la abundancia y la ironía de un caso

“Solo si nos detenemos a pensar en las pequeñas cosas llegaremos a entender las grandes”: José Saramago.

Una de las demandas importantes en la campaña electoral además de la inseguridad y desempleo fue la pésima atención en materia de salud pública, el abandono en los hospitales y las múltiples carencias en insumos y medicamentos.

Las denuncias sobre la crisis de salud que incluso alcanzó resonancia nacional e internacional en los dos últimos sexenios en gran parte determinada porque la sociedad en la actualidad está mediatizada y tiene una alta dependencia al uso de las redes sociales –se estima que los mexicanos pasan 7 horas 14 minutos conectados al día, esto es casi la mitad del tiempo en que permanecen despiertos- aunque esa es otra historia.

Derivado de esa crisis sanitaria al comienzo de la administración anterior Arturo Núñez Jiménez dedicó una buena parte de su discurso a la recuperación del sector salud, sin embargo erró una y otra vez y los resultados quedaron a la vista, algunos creen que terminó peor que su antecesor.

El actual gobernador Adán Augusto López Hernández en los primeros días de su administración recorrió los cuatro hospitales más importantes del estado en compañía de la titular de la Secretaría de Salud, Silvia Roldán Fernández y del responsable de Administración de esa dependencia, Manuel Marcué Díaz.

El mandatario en síntesis prometió –con datos de los responsables del sector- estabilizar al sistema de salud en seis meses y para ello se dotó de medicamentos y emprendió una rehabilitación parcial de las áreas más importantes y en uno de esos grandes nosocomios iniciarán una remodelación integral por lo que por un tiempo determinado permanecerá cerrado.

Y todo lo anterior suena bien, nadie podría estar en desacuerdo con tan noble fin, pero, se predica con el ejemplo y para ser hay que hacer y parecer.

Aquí la ironía de un caso:

Pasada las ocho de la mañana de ayer un trabajador de la oficina central de la Secretaría de Salud –médico de profesión- sufrió un infarto (se omite el nombre por respeto a deudos y familiares) pese a que sus compañeros de trabajo lo asistieron en todo momento –era muy apreciado- pasó mucho tiempo de hecho casi una hora hasta el arribo de la ambulancia y cuando finalmente llegó se presentaron otros problemas técnicos para su traslado.

El médico hasta ese momento estaba vivo. Sin embargo, el desenlace inmediato fue fatal.

Solo como contexto en Estados Unidos el promedio de llegada del primer respondiente (policía, bombero, paramédico) en una emergencia es de 4.5 minutos –con conocimiento de primeros auxilios- y una ambulancia equipada puede tardar hasta 8 minutos.

No es necesario abundar más.

CONTORNO

Miedo

La extrema violencia empleada en la comisión de delitos en la entidad está llevando a gran parte de la sociedad a un aislamiento natural por las condiciones de inseguridad imperantes y que lejos de disminuir aumentan con un grado de intimidación que arrastra al miedo colectivo.

El asalto a una institución bancaria por parte de un comando armado de ocho personas que sometió a empleados y clientes sembró el terror y este se trasladó a la sociedad.

El robo de una camioneta –propiedad de un diputado de MORENA- y otros casos más están agravando más la situación de por sí compleja que vive la entidad repercutiendo en el cierre de empresas, apertura de nuevas y desempleo.

Primeras revelaciones del desfalco

El gobernador Adán Augusto López Hernández reveló esta semana que en una primera revisión encontraron presuntas evidencias de un desfalco al erario de alrededor de 3 mil 500 millones de pesos, sin precisar más –por el debido proceso- salvo las irregularidades en asignaciones al sector salud, proveedores, Ayuntamiento de Centro entre otros. Y lo que falta…