Es de sobra conocido que el ocio es la madre de todos los vicios y buena prueba de ello es lo que ha ocurrido en Tabasco con la secretaria de Desarrollo Energético, Sheila Cadena, que el éxtasis de su aburrimiento por no tener nada que hacer ha declarado: “Tenemos en estudio una propuesta sobre la retirada de los beneficios del convenio con CFE a los usuarios que no han pagado su recibo en los últimos seis meses”.
Seis meses sin pagar son muchos meses, desde luego, pero hay que atender a las razones por las que esta situación persiste. Y también hay que tener en cuenta que a la secretaria la pagamos para que defienda los intereses de los ciudadanos y no para que se convierta en la “cobradora” de la CFE ya que no es esta la primera ni la segunda ocasión en la que la famosa Sheila amenaza con la expulsión del paraíso energético a los que no estén al día con el pago de sus recibos.
En todo caso lo más divertido es que el Gobierno de Tabasco, en declaraciones oficiales de su vocero, Juan Carlos Castillejos, ha desmentido por completo estas aseveraciones de Sheila que ha quedado como una portadora de noticias falsas, borregazos o simple y llanamente mentiras que la devolvieran las luces que ha perdido y que necesita para que alguien la tome en cuenta en el próximo sexenio. Suponiendo que son “borregazos” al idioma, y a su vocabulario, para entender mejor lo que está detrás de esas expresiones de la ignorancia, y del desasosiego, de algunos políticos y que se rodean de otros síntomas que definen a las claras la personalidad de los autores de esas noticias falsas.
Acudamos al diccionario de modismos mexicanos: Borregazo: Dar el borregazo, lanzar noticias falsas que producen una ligera somnolencia causada por la inhalación voluntaria o involuntaria de humo de la marihuana u opiáceo semejante. Chamuco: Diablo, demonio, real o figurado. Metérsele a uno el chamuco, estar de muy mal humor. Ej: el secretario de Gobernación no te ha tenido en cuenta para llevarte a la CDMX para allí hacer política nacional que es lo que te corresponde por tu propia naturaleza de clase privilegiada.
Chaqueto: Estar chaqueto, encontrarse en un estado de atolondramiento o idiotez pasajera, sospechosamente a causa de la continua masturbación. Ej: Como que hoy andas muy chaqueto, la estás cague y cague diciendo que apoyas a Javier para la gubernatura del estado. |2. De mala calidad, similar a chafa. Forma alegórica de referirse a un lapso breve de tiempo en el que esperamos hacer algo, a veces, un ajuste de cuentas o una venganza. Bajarle: Invitación a disminuir las dimensiones o la trascendencia de una situación determinada. Bajón: Comida que ayuda a disminuir los efectos de la intoxicación por alcohol u otras drogas de efecto soporífero, etc. Ej: hay que ir a comprar un bajón. Acá: Actitud pretendidamente superior: sentirse muy acá o estar muy acá. Achichincle: Sirviente, ayudante o asistente. Generalmente es engreído, suele sentirse superior a otros de su misma condición. Atosigar: Fastidiar, molestar, insistir neciamente sobre algo. Chingadera: Cosa despreciable o inservible .Que es imperdonable, intolerable, increíble. Chingaderas, decir, hablar chingaderas, tonterías, cosas sin importancia o insensatas. Chingar: Molestar o causar grave daño. Chingativo. Que chinga mucho, ser chingativo.
En ninguno de estos términos asoma ni una brizna de sentido común ni de equilibrio, y menos de profesionalidad, que se suponen necesarios para un cargo como el de secretaria y por el contrario nos habla de la inestabilidad emocional de los que puedan ser merecedores/as de estos verbos, adjetivos o adverbios. Por lo general estas personas que practican el “borregazo” o noticias falsas, suelen no tener vida propia y se proyectan en la gente a la que le hacen daño para tratar de robarles atención y sobre todo sumar afectos, -de los que andan huérfanos-, de aquellos a quien sirven. En realidad se merecen la comprensión y tolerancia que se le debe a un enfermo.
En Tabasco, en todas las profesiones, se produce el relevo generacional de forma natural y deseada, excepto entre la clase política. Los médicos tienen instaurados hasta los mecanismos detallados para que los jóvenes se vayan incorporando a la actividad, los notarios no digamos, los periodistas también y así en todas las ocupaciones que van registrando a personas diferentes que poco a poco, sin pausa, se van incorporando a la acción. Pero entre la clase política choca no hay apenas apariciones de nuevos valores porque los que hoy detentan prácticamente todas las posiciones y candidaturas se oponen con uñas y dientes a permitir la entrada de esos a quienes ellos ven como usurpadores de linajes. Esa es la enfermedad que parece padecer Sheila: “Usurpación de Linajes”.
Y con las prisas de que se están destapando los candidatos dos años antes se han agravado considerablemente los síntomas. Y Sheila Cadena sabe muy bien que la curación solamente llega estando en el lado acertado de la historia que es en donde se repartan los huesos. Veremos que tal puntería tiene. De momento se ha convertido en un problema para el gobierno de Carlos Marino que todos los días teje con gran esfuerzo gobernabilidad mientras que gente como Sheila desteje por la noche.
