/ viernes 4 de junio de 2021

Entorno | Voto razonado y ausencia de odio

“Un político divide a las personas en dos grupos: en primer lugar, instrumentos; en segundo, enemigos” Friedrich Nietzsche.

La elección constitucional del próximo domingo 06 de junio será la más grande de la historia contemporánea en el país y se da justo en un momento crucial, en el que una ideología política que causó una auténtica disrupción social lucha entre su consolidación o su debilitamiento.

Sin lamentaciones:

Tabasco ha experimentado circunstancias determinantes; por ejemplo, en el año 2000 votó de manera importante -de acuerdo a su tradición histórica. hacia un cambio político en la presidencia de la República, cuando aún se creía que, esa fantasía de marketing político se cristalizaría en mejores estadios de vida, no obstante, a la entidad no le fue tan mal con aquella administración federal.

Posteriormente vino un momento complicado, que, a pesar de la ayuda internacional y nacional nunca terminó de recomponerse el escenario ideal que se tenía con anterioridad.

Vino entonces, el cambio definitivo, con la promesa de -la palabra de un solo hombre que se erigió como líder nacional- de que ahora sí llegaría la justicia social y el desarrollo anhelado, ni una cosa, ni la otra, por el contrario, tras la victoria, poco tiempo después vino el descrédito para quien había ofrecido como el mejor político de Tabasco y después era reducido a putrefacción, en el caló tabasqueño.

En el camino, en la construcción del discurso opositor, se ha tildado de corruptos a muchos políticos que posteriormente aparecen reivindicados, una suerte de maldición persigue desde entonces al tabasqueño, que se ha acostumbrado a criticar y a denostar a todo aquel político del que se está convencido que no sirvió para nada y en cada campaña, en cada elección nace una nueva esperanza, que posteriormente, podría convertirse en el nuevo villano de la historia, olvidando rápido a quien le antecedió, no hay tiempo para el pasado, el momento y la exigencia es en tiempo presente.

En otras palabras, se vota, sin razonar mucho en cual podría ser la o el candidato que ofrece las mejores propuestas, que se puede someter a una evaluación de sus cargos ocupados en el pasado, desde una concepción en donde la mayoría de los candidatos que tienen posibilidades de victoria han ocupado encomiendas en el servicio público federal, estatal y municipal.

En realidad, se vota a partir de las emociones y no del análisis intelectual de la mejor opción o menos malo.

Y el voto de odio:

A lo largo de las campañas me tocó escuchar reclamos entre candidatos o integrantes de los equipos de casi todos los partidos con los potenciales electores, confrontándolos sobre beneficios recibidos en el pasado o en el presente, como una suerte de chantaje político y con ello fomentando el odio entre ciudadanos.

O estás conmigo o contra mí, parece la premisa y esa condicionante solo puede anticipar problemas.


CONTORNO

Violencia… ¿oficial?

Una experimentada política tabasqueña -con presencia nacional- me confesó alguna vez sobre las cualidades de operador electoral de cierto político de la Chontalpa, ese, no ha perdido una sola, presumía, en aquel tiempo.

Años después de eso, ese -modelo a seguir- recibió una lección y quien lo hizo empleó sus mismas tácticas, perdió esa elección él y el candidato de su partido.

Para esas estrategias se utilizan los instrumentos del Estado, en esta elección, en por lo menos dos municipios hay evidencias de la intervención de esas “fuerzas del Estado” desde luego, de parte de las autoridades municipales, que tienen ciertos conflictos de interés.

Lo que tanto se combatió parece repetirse…

javiermarinhdez@hotmail.com

“Un político divide a las personas en dos grupos: en primer lugar, instrumentos; en segundo, enemigos” Friedrich Nietzsche.

La elección constitucional del próximo domingo 06 de junio será la más grande de la historia contemporánea en el país y se da justo en un momento crucial, en el que una ideología política que causó una auténtica disrupción social lucha entre su consolidación o su debilitamiento.

Sin lamentaciones:

Tabasco ha experimentado circunstancias determinantes; por ejemplo, en el año 2000 votó de manera importante -de acuerdo a su tradición histórica. hacia un cambio político en la presidencia de la República, cuando aún se creía que, esa fantasía de marketing político se cristalizaría en mejores estadios de vida, no obstante, a la entidad no le fue tan mal con aquella administración federal.

Posteriormente vino un momento complicado, que, a pesar de la ayuda internacional y nacional nunca terminó de recomponerse el escenario ideal que se tenía con anterioridad.

Vino entonces, el cambio definitivo, con la promesa de -la palabra de un solo hombre que se erigió como líder nacional- de que ahora sí llegaría la justicia social y el desarrollo anhelado, ni una cosa, ni la otra, por el contrario, tras la victoria, poco tiempo después vino el descrédito para quien había ofrecido como el mejor político de Tabasco y después era reducido a putrefacción, en el caló tabasqueño.

En el camino, en la construcción del discurso opositor, se ha tildado de corruptos a muchos políticos que posteriormente aparecen reivindicados, una suerte de maldición persigue desde entonces al tabasqueño, que se ha acostumbrado a criticar y a denostar a todo aquel político del que se está convencido que no sirvió para nada y en cada campaña, en cada elección nace una nueva esperanza, que posteriormente, podría convertirse en el nuevo villano de la historia, olvidando rápido a quien le antecedió, no hay tiempo para el pasado, el momento y la exigencia es en tiempo presente.

En otras palabras, se vota, sin razonar mucho en cual podría ser la o el candidato que ofrece las mejores propuestas, que se puede someter a una evaluación de sus cargos ocupados en el pasado, desde una concepción en donde la mayoría de los candidatos que tienen posibilidades de victoria han ocupado encomiendas en el servicio público federal, estatal y municipal.

En realidad, se vota a partir de las emociones y no del análisis intelectual de la mejor opción o menos malo.

Y el voto de odio:

A lo largo de las campañas me tocó escuchar reclamos entre candidatos o integrantes de los equipos de casi todos los partidos con los potenciales electores, confrontándolos sobre beneficios recibidos en el pasado o en el presente, como una suerte de chantaje político y con ello fomentando el odio entre ciudadanos.

O estás conmigo o contra mí, parece la premisa y esa condicionante solo puede anticipar problemas.


CONTORNO

Violencia… ¿oficial?

Una experimentada política tabasqueña -con presencia nacional- me confesó alguna vez sobre las cualidades de operador electoral de cierto político de la Chontalpa, ese, no ha perdido una sola, presumía, en aquel tiempo.

Años después de eso, ese -modelo a seguir- recibió una lección y quien lo hizo empleó sus mismas tácticas, perdió esa elección él y el candidato de su partido.

Para esas estrategias se utilizan los instrumentos del Estado, en esta elección, en por lo menos dos municipios hay evidencias de la intervención de esas “fuerzas del Estado” desde luego, de parte de las autoridades municipales, que tienen ciertos conflictos de interés.

Lo que tanto se combatió parece repetirse…

javiermarinhdez@hotmail.com