/ lunes 30 de marzo de 2020

Tabasco político | ¡¡Seamos responsables!!

Si la delincuencia en cualesquiera de sus manifestaciones no respeta edad, sexo, color ni jerarquía política y social, el virus COVID-19 menos; aunque el efecto de esta pandemia ha resultado en el orbe, por ahora, más mortífera.

Los números son escalofriantes, sorprendentes.

Lo que está ocurriendo en España e Italia, es verdaderamente apocalíptico.

Dios quiera que en México no suceda algo parecido, ni tan quisiera cerca.

Sus efectos serían realmente más devastadores a causa de nuestro precario y endeble sistema de salud.

Y económicamente causaría en lo inmediato la ruina de millones de mexicanos. Entraríamos a una crisis de grandes dimensiones.

Políticamente va a resultar destructivo para quienes llevan las actuales riendas del país.

Así que más no vale, apoyar y llevar a la práctica todas las medidas y decisiones sanitarias que se han dado a conocer en los últimos días, y que con toda seguridad seguirán presentándose.

Dos de ellas son imprescindibles, obligadas: no salga de casa -al menos que sea inevitable- y no deje de lavarse las manos cuantas veces pueda y lo requiera, obsesionadamente, pues.

Con esas dos disposiciones que llevemos al pie de la letra, como me imagino que lo están haciendo, si aprecian y valoran sus vidas y aman a sus seres queridos, contribuiremos enormemente a aminorar los daños letales que produce en nuestro organismo el COVID-19.

El mundo no se va acabar, superaremos esta crisis y las que están por venir en el corto y mediano plazo, por ello la importancia de que nos cuidemos, de que sigamos al pie de la letra, todas las indicaciones que provenga de las autoridades encargadas de atender el COVID-19, de que seamos, como nunca, responsables, serios.

No hay de otra, no hay mañana.

Entendámoslo, y mientras más pronto mejor.

No solo están en juego millones de vidas, sino más que eso.

Preparémonos y estemos listo para todo lo que viene.

Después de esto, ya no seremos los mismos, el COVID-19 va a cambiarnos en todos los sentidos, es más ya lo está haciendo. Va a transformar radicalmente nuestra forma de pensar, de vivir, de convivir, y principalmente en aquellos que se vean directamente más afectados que otros por la pandemia, pero de que nos va a provocar un cambio no hay duda alguna.

Entonces, preparémonos para afrontar con esperanza, valentía, vigor, responsabilidad, fe y de la mejor manera posible los nuevos retos que nos esperan a la vuelta de la esquina.

¡Dios los bendiga a todos!


“SQUOD SCRIPSI, SCRIPSI”

(LO ESCRITO, ESCRITO ESTÁ)


Desde luego que la noticia de que el gobernador Adán Augusto López Hernández resultó positivo en su análisis para detectarle el virus COVID-19 causó revuelo no solo en los círculos políticos, sino en la propia sociedad civil.

Pues a raíz de ese anuncio que él reveló en su propia cuenta de twitter, han surgido una cascada de interrogantes que, de resultar ciertas, cómo la de si su gabinete y más cercanos colaboradores estén contaminados, podían poner en riesgo la gobernabilidad.

En fin, un sinfín de especulaciones y rumores, algunos a propósitos, claro está, que en nada ayudan a mantener la calma social que las circunstancias están requiriendo y exigiendo.

El miedo, la sospecha y la zozobra pueden ser igualmente de peligrosos, incluso más, que el COVID-19.

Insisto, por ahora, hay que dejar de lado la política y sobre todo la politiquería, y cerrar filas en torno a nuestras autoridades.

Nos leemos el próximo miércoles.

Si el todopoderoso lo permite.

Si la delincuencia en cualesquiera de sus manifestaciones no respeta edad, sexo, color ni jerarquía política y social, el virus COVID-19 menos; aunque el efecto de esta pandemia ha resultado en el orbe, por ahora, más mortífera.

Los números son escalofriantes, sorprendentes.

Lo que está ocurriendo en España e Italia, es verdaderamente apocalíptico.

Dios quiera que en México no suceda algo parecido, ni tan quisiera cerca.

Sus efectos serían realmente más devastadores a causa de nuestro precario y endeble sistema de salud.

Y económicamente causaría en lo inmediato la ruina de millones de mexicanos. Entraríamos a una crisis de grandes dimensiones.

Políticamente va a resultar destructivo para quienes llevan las actuales riendas del país.

Así que más no vale, apoyar y llevar a la práctica todas las medidas y decisiones sanitarias que se han dado a conocer en los últimos días, y que con toda seguridad seguirán presentándose.

Dos de ellas son imprescindibles, obligadas: no salga de casa -al menos que sea inevitable- y no deje de lavarse las manos cuantas veces pueda y lo requiera, obsesionadamente, pues.

Con esas dos disposiciones que llevemos al pie de la letra, como me imagino que lo están haciendo, si aprecian y valoran sus vidas y aman a sus seres queridos, contribuiremos enormemente a aminorar los daños letales que produce en nuestro organismo el COVID-19.

El mundo no se va acabar, superaremos esta crisis y las que están por venir en el corto y mediano plazo, por ello la importancia de que nos cuidemos, de que sigamos al pie de la letra, todas las indicaciones que provenga de las autoridades encargadas de atender el COVID-19, de que seamos, como nunca, responsables, serios.

No hay de otra, no hay mañana.

Entendámoslo, y mientras más pronto mejor.

No solo están en juego millones de vidas, sino más que eso.

Preparémonos y estemos listo para todo lo que viene.

Después de esto, ya no seremos los mismos, el COVID-19 va a cambiarnos en todos los sentidos, es más ya lo está haciendo. Va a transformar radicalmente nuestra forma de pensar, de vivir, de convivir, y principalmente en aquellos que se vean directamente más afectados que otros por la pandemia, pero de que nos va a provocar un cambio no hay duda alguna.

Entonces, preparémonos para afrontar con esperanza, valentía, vigor, responsabilidad, fe y de la mejor manera posible los nuevos retos que nos esperan a la vuelta de la esquina.

¡Dios los bendiga a todos!


“SQUOD SCRIPSI, SCRIPSI”

(LO ESCRITO, ESCRITO ESTÁ)


Desde luego que la noticia de que el gobernador Adán Augusto López Hernández resultó positivo en su análisis para detectarle el virus COVID-19 causó revuelo no solo en los círculos políticos, sino en la propia sociedad civil.

Pues a raíz de ese anuncio que él reveló en su propia cuenta de twitter, han surgido una cascada de interrogantes que, de resultar ciertas, cómo la de si su gabinete y más cercanos colaboradores estén contaminados, podían poner en riesgo la gobernabilidad.

En fin, un sinfín de especulaciones y rumores, algunos a propósitos, claro está, que en nada ayudan a mantener la calma social que las circunstancias están requiriendo y exigiendo.

El miedo, la sospecha y la zozobra pueden ser igualmente de peligrosos, incluso más, que el COVID-19.

Insisto, por ahora, hay que dejar de lado la política y sobre todo la politiquería, y cerrar filas en torno a nuestras autoridades.

Nos leemos el próximo miércoles.

Si el todopoderoso lo permite.