/ viernes 18 de octubre de 2019

TABASCO POLÍTICO | PÓNGASE LAS PILAS O NOS VA A CARGAR EL PAYASO

Si bien es cierto que, en el municipio de Paraíso, comienza a sentirse una leve recuperación económica por la construcción de la controvertida y polémica refinaría, en las restantes 16 demarcaciones todavía no se ve por ningún lado, esa tenue luz en el socavón económico en que caímos desde finales del sexenio en el gobierno de Andrés Rafael Granier Melo, y que se agravó en el desastroso mandato de Arturo Núñez Jiménez o, mejor dicho, de doña Martha Lilia López Aguilera.

Que se ha profundizado en el ejercicio constitucional de Adán Augusto López Hernández.

Y que se reflejan en la evidente falta de inversión pública y privada, en la caída de la recaudación fiscal federal, estatal y municipal y fundamentalmente en el apoyo a cuentas gotas de la Federación.

Que son las causas centrales del exponencial desempleo, de la mala calidad de los servicios que presta el gobierno, sobre todo en materia de Salud y de seguridad pública y de la casi nula actividad económica.

Así como de que familias enteras hayan tenido que irse a vivir a otros estados del país más seguros, capitalmente a Mérida, Yucatán, a la proliferación de casas en rentas y a que cada día crezca más el número de vendedores ambulantes, etcétera, etcétera.

Situación deplorable y lamentable que se inició en el pasado desgobierno, y que ahora con mayor fuerza se ha agudizado.

Que está a un paso de complicarse mucho más, ya que las señales económicas internacionales no son nadas prometedoras para México y, por ende, para Tabasco.

Si la recesión, que desde hace meses vienen anunciando los especialistas en la materia llegan a cumplirse y el paisano Andrés Manuel López Obrador continúa equivocándose en sus decisiones económicas y políticas, a pesar de la vertiginosa desaceleración económica, que ya nos han costado miles de millones de pesos, “Dios nos agarre confesado”.

Los escenarios van a ponerse más difíciles y peligrosos.

Si así pasamos las de Caín, sobre todo los que menos tienen, imagínense lo que puede suceder con un país sumergido en una crisis peor que la de 1994, mejor conocida como: “el error de diciembre” o Efecto Tequila.

Definitivamente, no nos la acabaríamos.

Ojalá y no ocurra nada de ello, y el gobierno estatal se ponga las pilas, no vaya a ser que pase lo mismo que sucedió en la nefasta administración de Arturo Núñez Jiménez, en el que sus funcionarios se pasaron más tiempo del esperado “en la curva de aprendizaje”.

Que aunado al grotesco saqueo cometido, concluyó con el quebranto de la hacienda.


“SQUOD SCRIPSI, SCRIPSI”

(LO ESCRITO, ESCRITO ESTÁ)


Después de escuchar dos o tres veces la entrevista del ex secretario de Gobierno de Arturo Núñez Jiménez, César Raúl Ojeda Zubieta, coincido de que no se tira al suelo…sino que se arrastra.

Anteayer poco faltó, para mandarle besos a su “jefe político”.

Lo oportunista y cortesano, nunca se le va a quitar.

Es su naturaleza.

Lo trae en su ADN.

César Francisco Burelo va a reelegirse, no tengo la menor duda. Es un dirigente ganador.

Lo único que evitaría su reelección, es su hipotética inclusión al gabinete, ya que no hay motivos políticos, para que no repita en el cargo partidista que hoy tiene.

Sus resultados son excelentes.

¡Así que para qué relevarlo!

Insisto: al menos, que Adán Augusto López Hernández tenga otros planes para él.

Y puede ser.

Ya que algunas áreas no están funcionando, han dejado mucho que desear.

Como todos los viernes, recomiendo, no salir, sino tiene que hacerlo.

La delincuencia, en cualesquiera de sus vertientes, está desatada, imparable.

Digo…para qué: “buscarle tres pies al gato”.

Mejor quédese en casita viendo televisión, con sus respectivas caguamas y botanas, y si no bebe, pues con su refresco y bocadillo favorito.

Nos leemos el próximo lunes, si el todopoderoso lo permite.



Si bien es cierto que, en el municipio de Paraíso, comienza a sentirse una leve recuperación económica por la construcción de la controvertida y polémica refinaría, en las restantes 16 demarcaciones todavía no se ve por ningún lado, esa tenue luz en el socavón económico en que caímos desde finales del sexenio en el gobierno de Andrés Rafael Granier Melo, y que se agravó en el desastroso mandato de Arturo Núñez Jiménez o, mejor dicho, de doña Martha Lilia López Aguilera.

Que se ha profundizado en el ejercicio constitucional de Adán Augusto López Hernández.

Y que se reflejan en la evidente falta de inversión pública y privada, en la caída de la recaudación fiscal federal, estatal y municipal y fundamentalmente en el apoyo a cuentas gotas de la Federación.

Que son las causas centrales del exponencial desempleo, de la mala calidad de los servicios que presta el gobierno, sobre todo en materia de Salud y de seguridad pública y de la casi nula actividad económica.

Así como de que familias enteras hayan tenido que irse a vivir a otros estados del país más seguros, capitalmente a Mérida, Yucatán, a la proliferación de casas en rentas y a que cada día crezca más el número de vendedores ambulantes, etcétera, etcétera.

Situación deplorable y lamentable que se inició en el pasado desgobierno, y que ahora con mayor fuerza se ha agudizado.

Que está a un paso de complicarse mucho más, ya que las señales económicas internacionales no son nadas prometedoras para México y, por ende, para Tabasco.

Si la recesión, que desde hace meses vienen anunciando los especialistas en la materia llegan a cumplirse y el paisano Andrés Manuel López Obrador continúa equivocándose en sus decisiones económicas y políticas, a pesar de la vertiginosa desaceleración económica, que ya nos han costado miles de millones de pesos, “Dios nos agarre confesado”.

Los escenarios van a ponerse más difíciles y peligrosos.

Si así pasamos las de Caín, sobre todo los que menos tienen, imagínense lo que puede suceder con un país sumergido en una crisis peor que la de 1994, mejor conocida como: “el error de diciembre” o Efecto Tequila.

Definitivamente, no nos la acabaríamos.

Ojalá y no ocurra nada de ello, y el gobierno estatal se ponga las pilas, no vaya a ser que pase lo mismo que sucedió en la nefasta administración de Arturo Núñez Jiménez, en el que sus funcionarios se pasaron más tiempo del esperado “en la curva de aprendizaje”.

Que aunado al grotesco saqueo cometido, concluyó con el quebranto de la hacienda.


“SQUOD SCRIPSI, SCRIPSI”

(LO ESCRITO, ESCRITO ESTÁ)


Después de escuchar dos o tres veces la entrevista del ex secretario de Gobierno de Arturo Núñez Jiménez, César Raúl Ojeda Zubieta, coincido de que no se tira al suelo…sino que se arrastra.

Anteayer poco faltó, para mandarle besos a su “jefe político”.

Lo oportunista y cortesano, nunca se le va a quitar.

Es su naturaleza.

Lo trae en su ADN.

César Francisco Burelo va a reelegirse, no tengo la menor duda. Es un dirigente ganador.

Lo único que evitaría su reelección, es su hipotética inclusión al gabinete, ya que no hay motivos políticos, para que no repita en el cargo partidista que hoy tiene.

Sus resultados son excelentes.

¡Así que para qué relevarlo!

Insisto: al menos, que Adán Augusto López Hernández tenga otros planes para él.

Y puede ser.

Ya que algunas áreas no están funcionando, han dejado mucho que desear.

Como todos los viernes, recomiendo, no salir, sino tiene que hacerlo.

La delincuencia, en cualesquiera de sus vertientes, está desatada, imparable.

Digo…para qué: “buscarle tres pies al gato”.

Mejor quédese en casita viendo televisión, con sus respectivas caguamas y botanas, y si no bebe, pues con su refresco y bocadillo favorito.

Nos leemos el próximo lunes, si el todopoderoso lo permite.