/ lunes 20 de enero de 2020

Tabasco Político | Otro desaire

La mayoría de los ex presidentes del PRI (léase: Manuel Andrade Díaz, Francisco Herrera León, Miguel Ángel Valdivia de Dios, Zoila Victoria León Ramos, Florizel Medina Pereznieto, Fernando Rosas Cortés, Andrés Madrigal Hernández, Martha Andrade Victoria, Rubén Santana Magaña…) volvieron a dejar plantados a Dagoberto Lara Sedas y a Katia Ornelas Gil.

Lo que de entrada deja ver que la herida que produjo la falta de oficio y sensibilidad política del dirigente nacional del CEN del PRI, Rafael Alejandro Moreno Cárdenas, al imponer por la fuerza a la actual dirigencia de la avenida 16 de septiembre es más profunda de lo que se creía.

Si el institucional continúa dividido por unos meses más como hasta el día de hoy, va a ser complicadísimo que en las elecciones intermedias presenten un frente con reales posibilidades de recuperar los espacios políticos federal y estatal que vergonzosamente perdieron en el 2018.

Sin la incorporación al trabajo político real -sin simulación- de los ex líderes que decidieron no acudir al desayuno de la unidad convocado por el huimanguillense y la diputada es imposible pensar seriamente en el reposicionamiento del PRI para el 2021.

Con los que se sumaron a repartir el pan y la sal con el desairado anfitrión, me refiero a Félix Eladio Sarracino, Freddy Chable Torrano, Nicolás Haddad López, Rodolfo Jiménez Damasco, Gina Trujillo Zentella, Gustavo de la Torre Zurita, Adrián Hernández Balboa, Ramón Cornelio Gómez y Selene Mollinedo Rosado (ambos ex presidentes provisionales) no les va a dar para mucho.

Algunos de ellos, perdieron contundentemente en el pasado proceso electoral.

A mi entender el regreso de los ausentes a la toma de protesta y al desayuno está en manos de Rafael Alejandro Moreno Cárdenas. Si éste no busca a cada uno de los que no estuvieron de acuerdo no solo con la unción a chaleco del malogrado candidato a la alcaldía de Huimanguillo, sino con la propia llegada de él a Insurgentes norte, el PRI está localmente destinado a sufrir otro rotundo fracaso.

En verdad, sería una lástima, pues si el gobierno de Adán Augusto López Hernández sigue cometiendo errores, van a estar dadas las condiciones políticas y sociales para ser competitivos en la próxima jornada electoral.

Y no solo el PRI, también el PRD, siempre y cuando arreglen sus broncas domésticas.

Mientras más pronto mejor, ya que el tiempo, es otro enemigo peligroso con el que desde el primero de enero se están enfrentando.

Entre los inconformes hay políticos de gran valía y convocatoria, como son los casos relevantes de Manuel Andrade Díaz y Florizel Medina Pereznieto, quienes por su conocida experiencia y madurez son piezas imprescindibles para que el PRI retorne el camino del triunfo.

Pensar en un futuro promisorio del PRI sin ellos, es una quimera.

Sabemos que la operación cicatriz es un proceso dificilísimo y complicadísimo, pero no irrealizable, todo depende de la disposición, voluntad y buenos oficios del campechano y obviamente de Dagoberto Lara Sedas y Katia Ornelas Gil. Sustancialmente del “líder” nacional priista.

El PRI necesita, ahora más que nunca, de todos sus dirigentes, cuadros, militantes y simpatizantes para hacer un papel decoroso en las elecciones intermedias, en donde estarán juego diputaciones federales y locales, alcaldías y regidurías.

Si se presentan como están, ni Dios Padre los salvará.

“SQUOD SCRIPSI, SCRIPSI” (LO ESCRITO, ESCRITO ESTÁ)

Quienes saben y conocen del tema, me comentan que, para ser un buen secretario de Educación, no se necesitan maestrías, ni doctorados, lo que se requiere y precisa es paciencia, habilidad, sagacidad y un colmillo político retorcido.

Precisamente el éxito en Educación del virtual rector Guillermo Narváez Osorio se fincó en estos factores.

Creo que la nueva titular Egla Cornelio Landero, no cumple con estos necesarios e imprescindibles requisitos.

Claro, como en todo, habrá qué, darle el beneficio de la duda.

Después de todo, fue asesora en materia laboral del ex secretario Walter Ramírez Izquierdo, en el sexenio de Manuel Andrade Díaz.

Por lo que no le son del todo desconocido los vericuetos del sector educativo, aunque ahora la situación es más complicada que en ese entonces.

En fin, ya veremos de qué material está hecha.

La mayoría de los ex presidentes del PRI (léase: Manuel Andrade Díaz, Francisco Herrera León, Miguel Ángel Valdivia de Dios, Zoila Victoria León Ramos, Florizel Medina Pereznieto, Fernando Rosas Cortés, Andrés Madrigal Hernández, Martha Andrade Victoria, Rubén Santana Magaña…) volvieron a dejar plantados a Dagoberto Lara Sedas y a Katia Ornelas Gil.

Lo que de entrada deja ver que la herida que produjo la falta de oficio y sensibilidad política del dirigente nacional del CEN del PRI, Rafael Alejandro Moreno Cárdenas, al imponer por la fuerza a la actual dirigencia de la avenida 16 de septiembre es más profunda de lo que se creía.

Si el institucional continúa dividido por unos meses más como hasta el día de hoy, va a ser complicadísimo que en las elecciones intermedias presenten un frente con reales posibilidades de recuperar los espacios políticos federal y estatal que vergonzosamente perdieron en el 2018.

Sin la incorporación al trabajo político real -sin simulación- de los ex líderes que decidieron no acudir al desayuno de la unidad convocado por el huimanguillense y la diputada es imposible pensar seriamente en el reposicionamiento del PRI para el 2021.

Con los que se sumaron a repartir el pan y la sal con el desairado anfitrión, me refiero a Félix Eladio Sarracino, Freddy Chable Torrano, Nicolás Haddad López, Rodolfo Jiménez Damasco, Gina Trujillo Zentella, Gustavo de la Torre Zurita, Adrián Hernández Balboa, Ramón Cornelio Gómez y Selene Mollinedo Rosado (ambos ex presidentes provisionales) no les va a dar para mucho.

Algunos de ellos, perdieron contundentemente en el pasado proceso electoral.

A mi entender el regreso de los ausentes a la toma de protesta y al desayuno está en manos de Rafael Alejandro Moreno Cárdenas. Si éste no busca a cada uno de los que no estuvieron de acuerdo no solo con la unción a chaleco del malogrado candidato a la alcaldía de Huimanguillo, sino con la propia llegada de él a Insurgentes norte, el PRI está localmente destinado a sufrir otro rotundo fracaso.

En verdad, sería una lástima, pues si el gobierno de Adán Augusto López Hernández sigue cometiendo errores, van a estar dadas las condiciones políticas y sociales para ser competitivos en la próxima jornada electoral.

Y no solo el PRI, también el PRD, siempre y cuando arreglen sus broncas domésticas.

Mientras más pronto mejor, ya que el tiempo, es otro enemigo peligroso con el que desde el primero de enero se están enfrentando.

Entre los inconformes hay políticos de gran valía y convocatoria, como son los casos relevantes de Manuel Andrade Díaz y Florizel Medina Pereznieto, quienes por su conocida experiencia y madurez son piezas imprescindibles para que el PRI retorne el camino del triunfo.

Pensar en un futuro promisorio del PRI sin ellos, es una quimera.

Sabemos que la operación cicatriz es un proceso dificilísimo y complicadísimo, pero no irrealizable, todo depende de la disposición, voluntad y buenos oficios del campechano y obviamente de Dagoberto Lara Sedas y Katia Ornelas Gil. Sustancialmente del “líder” nacional priista.

El PRI necesita, ahora más que nunca, de todos sus dirigentes, cuadros, militantes y simpatizantes para hacer un papel decoroso en las elecciones intermedias, en donde estarán juego diputaciones federales y locales, alcaldías y regidurías.

Si se presentan como están, ni Dios Padre los salvará.

“SQUOD SCRIPSI, SCRIPSI” (LO ESCRITO, ESCRITO ESTÁ)

Quienes saben y conocen del tema, me comentan que, para ser un buen secretario de Educación, no se necesitan maestrías, ni doctorados, lo que se requiere y precisa es paciencia, habilidad, sagacidad y un colmillo político retorcido.

Precisamente el éxito en Educación del virtual rector Guillermo Narváez Osorio se fincó en estos factores.

Creo que la nueva titular Egla Cornelio Landero, no cumple con estos necesarios e imprescindibles requisitos.

Claro, como en todo, habrá qué, darle el beneficio de la duda.

Después de todo, fue asesora en materia laboral del ex secretario Walter Ramírez Izquierdo, en el sexenio de Manuel Andrade Díaz.

Por lo que no le son del todo desconocido los vericuetos del sector educativo, aunque ahora la situación es más complicada que en ese entonces.

En fin, ya veremos de qué material está hecha.