/ lunes 11 de noviembre de 2019

Tabasco político | Contrastante visión


Lástima, que la mayoría de los tabasqueños, y avecindados aquí, no coincide con el mundo ficticio que ayer planteó el gobernador Adán Augusto López Hernández en el ¿H? Congreso del Estado de Tabasco.

No sola la inseguridad pública es el talón de Aquiles de la presente administración, como dijo el mandatario, el desempleo, los servicios de salud, la evidente falta de inversión pública y privada en la entidad, como también la ineficiencia e ineficacia de algunos secretarios, dejan muchísimo que desear.

En materia de Prevención, Procuración e Impartición de Justicia, no se han cumplido, por una u otra causa, con las expectativas deseadas.

Y desde luego, la proverbial falta de oficio y sensibilidad política o, mejor dicho, de profesionalismo.

Definitivamente, la visión peliculesca que tiene el inquilino de la Quinta Grijalva de lo que pasa, a todo lo largo del territorio tabasqueño, no es la misma que la que tienen sus gobernados.

La realidad está muy lejos, pero muy lejos, de lo expuesto por el titular del Poder Ejecutivo estatal.

Tan es así, que propios y extraños aseguran en lo oscurito y muy pocos abiertamente, que, en menos de un año, se ha desgastado más que el gobierno de Arturo Núñez Jiménez en sus primeros 12 meses de desgobierno.

Lo cual ya es mucho decir.

Ojalá y como dijo el mandatario Adán Augusto López Hernández la penosa, ignominiosa, indignad y lamentable situación cambien radicalmente el próximo año.

Sustancialmente en los rubros de la inseguridad pública, desempleo, salud, inversión, transparencia y redención de cuentas.

De no darse un giro de 180 grados, los escenarios políticos, sociales y económicos van a ponerse más mal de lo que están.

A casi un año del gobierno morenista los logros son insignificantes, nimios. Por no decir: intangibles, inexistentes.

Del legisladorcillo perredista Agustín Silva Vidal no se podía esperar más.

Lo servil y cortesano nunca se le va a quitar.

En cambio, el priista Gerald Washington Herrera Castellanos cumplió su rol de diputado opositor.

Llamó: “al pan, pan, y al vino, vino”.

Muy claridoso.

Y de su par pevemista, mejor ni hablar.

Dios quiera, que muy pronto, las cosas mejoren por el bien de todos.

“SQUOD SCRIPSI, SCRIPSI” (LO ESCRITO, ESCRITO ESTÁ)

Rosario Piedra Ibarra llega a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), en medio de un desaseo político tremendo, que moral, ética y políticamente la descalifica para su trabajo.

Al caso, no hubiera sido mejor reponer el proceso en el Senado de la a todas luces imposición.

Si es que efectivamente no habían hecho trampa con los votos.

Le hubiera dado la legitimidad que necesita para esa delicada y peligrosa encomienda.

Ni el PRI en sus mejores tiempos ni el PAN se atrevieron a actuar de la manera sucia como actuaron los senadores de Morena.


Lástima, que la mayoría de los tabasqueños, y avecindados aquí, no coincide con el mundo ficticio que ayer planteó el gobernador Adán Augusto López Hernández en el ¿H? Congreso del Estado de Tabasco.

No sola la inseguridad pública es el talón de Aquiles de la presente administración, como dijo el mandatario, el desempleo, los servicios de salud, la evidente falta de inversión pública y privada en la entidad, como también la ineficiencia e ineficacia de algunos secretarios, dejan muchísimo que desear.

En materia de Prevención, Procuración e Impartición de Justicia, no se han cumplido, por una u otra causa, con las expectativas deseadas.

Y desde luego, la proverbial falta de oficio y sensibilidad política o, mejor dicho, de profesionalismo.

Definitivamente, la visión peliculesca que tiene el inquilino de la Quinta Grijalva de lo que pasa, a todo lo largo del territorio tabasqueño, no es la misma que la que tienen sus gobernados.

La realidad está muy lejos, pero muy lejos, de lo expuesto por el titular del Poder Ejecutivo estatal.

Tan es así, que propios y extraños aseguran en lo oscurito y muy pocos abiertamente, que, en menos de un año, se ha desgastado más que el gobierno de Arturo Núñez Jiménez en sus primeros 12 meses de desgobierno.

Lo cual ya es mucho decir.

Ojalá y como dijo el mandatario Adán Augusto López Hernández la penosa, ignominiosa, indignad y lamentable situación cambien radicalmente el próximo año.

Sustancialmente en los rubros de la inseguridad pública, desempleo, salud, inversión, transparencia y redención de cuentas.

De no darse un giro de 180 grados, los escenarios políticos, sociales y económicos van a ponerse más mal de lo que están.

A casi un año del gobierno morenista los logros son insignificantes, nimios. Por no decir: intangibles, inexistentes.

Del legisladorcillo perredista Agustín Silva Vidal no se podía esperar más.

Lo servil y cortesano nunca se le va a quitar.

En cambio, el priista Gerald Washington Herrera Castellanos cumplió su rol de diputado opositor.

Llamó: “al pan, pan, y al vino, vino”.

Muy claridoso.

Y de su par pevemista, mejor ni hablar.

Dios quiera, que muy pronto, las cosas mejoren por el bien de todos.

“SQUOD SCRIPSI, SCRIPSI” (LO ESCRITO, ESCRITO ESTÁ)

Rosario Piedra Ibarra llega a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), en medio de un desaseo político tremendo, que moral, ética y políticamente la descalifica para su trabajo.

Al caso, no hubiera sido mejor reponer el proceso en el Senado de la a todas luces imposición.

Si es que efectivamente no habían hecho trampa con los votos.

Le hubiera dado la legitimidad que necesita para esa delicada y peligrosa encomienda.

Ni el PRI en sus mejores tiempos ni el PAN se atrevieron a actuar de la manera sucia como actuaron los senadores de Morena.