/ miércoles 12 de septiembre de 2018

Superará a sus predecesores

Adán Augusto López Hernández tiene la oportunidad histórica de superar cualitativa y cuantitativamente no solo la obra social de los gobiernos de Leandro Rovirosa Wade y Enrique González Pedrero, sino la del controvertido y polémico Carlos A Madrazo Becerra (Referente obligado cuando se habla de la historia de Tabasco).

A ningún mandatario tabasqueño se le han acomodado los escenarios políticos nacional y local, como al notario público con licencia. Y mire usted, que ha habido gobernadores que se han llevado de maravilla con el titular del Poder Ejecutivo Federal, como fueron los casos de Tomás Garrido Canabal y Carlos A Madrazo Becerra que se llevaron de maravilla con sus pares nacionales Plutarco Elías Calles y Adolfo López Mateos. Por si fuera poco, hay la plena coincidencia de propios y extraños -más allá de las filias y fobias- de que a la entidad le vaya súper bien. Si Adán Augusto López Hernández actúa con inteligencia, con destreza, con astucia… con miras de altura, como se supone y se espera que lo haga, no va a tener mayores problemas en su gobierno. Se la va a llevar de a muertito. Tiene todo, absolutamente todo a su favor, lo que se dice todo, para hacer un gobierno sin precedente. Para convertirse en el referente del Sureste. Si avasalla como algunos de sus cercanos están aconsejándole va a pasar a la historia como un gobernador que no supo qué hacer con el poder de los más de 600 mil votos obtenidos en las urnas.Adán Augusto López Hernández debe aprovechar esa magnífica fuerza política ciudadana para sacar a Tabasco del socavón en que se encuentra por culpa de los malos gobiernos que generalmente ha tenido. Si no aprovecha su estupenda relación con su amigo y correligionario de Andrés Manuel López Obrador, para impulsar el desarrollo económico de la entidad, el gobernador electo habrá literalmente tirado a la basura una gran y única oportunidad para dejar atrás tantos años de desgracias. Habrá fracasado. El apoyo político y financiero de la Federación lo va a tener, como ninguno de sus antecesores, lo único que necesita es “ponerse las pilas”. Aprovechar al máximo que el 1 de diciembre va a asumir la presidencia de la República su amigo, paisano y correligionario de López Obrador. Si ello no sucede, todo seguirá como en los últimos casi 12 años. Ojalá y, desde antes que nombre a su gabinete, se ponga las pilas. Después de todo: lo que bien empieza, bien termina. Lo que no…pues ya todos conocen el triste final. “SQUOD SCRIPSI, SCRIPSI” (LO ESCRITO, ESCRITO ESTÁ) Se avecina otro agudo problema en la Secretaría de Salud: la homologación salarial de los trabajadores del estado adscrito a esa dependencia. Mínimamente se necesitan 300 millones de pesos para resolverlo. Así qué imagínense la broncototota que estallará en los próximos días. Si por la falta de pago de hechura de uniformes hubo paro de brazos caídos en los nosocomios. Por dinero son capaces de todo. Definitivamente, la situación política y social seguirá agravándose cada día más en la entidad. A como se vaya acercando diciembre, los escenarios van a irse complicándose. A ver qué pasa de aquí a fin de año, pero los pronósticos no son nada halagüeños, al menos, claro está, que Andrés Manuel López Obrador y Adán Augusto López Hernández decidan lo contrario. En sus manos está la solución, ni duda cabe.

Adán Augusto López Hernández tiene la oportunidad histórica de superar cualitativa y cuantitativamente no solo la obra social de los gobiernos de Leandro Rovirosa Wade y Enrique González Pedrero, sino la del controvertido y polémico Carlos A Madrazo Becerra (Referente obligado cuando se habla de la historia de Tabasco).

A ningún mandatario tabasqueño se le han acomodado los escenarios políticos nacional y local, como al notario público con licencia. Y mire usted, que ha habido gobernadores que se han llevado de maravilla con el titular del Poder Ejecutivo Federal, como fueron los casos de Tomás Garrido Canabal y Carlos A Madrazo Becerra que se llevaron de maravilla con sus pares nacionales Plutarco Elías Calles y Adolfo López Mateos. Por si fuera poco, hay la plena coincidencia de propios y extraños -más allá de las filias y fobias- de que a la entidad le vaya súper bien. Si Adán Augusto López Hernández actúa con inteligencia, con destreza, con astucia… con miras de altura, como se supone y se espera que lo haga, no va a tener mayores problemas en su gobierno. Se la va a llevar de a muertito. Tiene todo, absolutamente todo a su favor, lo que se dice todo, para hacer un gobierno sin precedente. Para convertirse en el referente del Sureste. Si avasalla como algunos de sus cercanos están aconsejándole va a pasar a la historia como un gobernador que no supo qué hacer con el poder de los más de 600 mil votos obtenidos en las urnas.Adán Augusto López Hernández debe aprovechar esa magnífica fuerza política ciudadana para sacar a Tabasco del socavón en que se encuentra por culpa de los malos gobiernos que generalmente ha tenido. Si no aprovecha su estupenda relación con su amigo y correligionario de Andrés Manuel López Obrador, para impulsar el desarrollo económico de la entidad, el gobernador electo habrá literalmente tirado a la basura una gran y única oportunidad para dejar atrás tantos años de desgracias. Habrá fracasado. El apoyo político y financiero de la Federación lo va a tener, como ninguno de sus antecesores, lo único que necesita es “ponerse las pilas”. Aprovechar al máximo que el 1 de diciembre va a asumir la presidencia de la República su amigo, paisano y correligionario de López Obrador. Si ello no sucede, todo seguirá como en los últimos casi 12 años. Ojalá y, desde antes que nombre a su gabinete, se ponga las pilas. Después de todo: lo que bien empieza, bien termina. Lo que no…pues ya todos conocen el triste final. “SQUOD SCRIPSI, SCRIPSI” (LO ESCRITO, ESCRITO ESTÁ) Se avecina otro agudo problema en la Secretaría de Salud: la homologación salarial de los trabajadores del estado adscrito a esa dependencia. Mínimamente se necesitan 300 millones de pesos para resolverlo. Así qué imagínense la broncototota que estallará en los próximos días. Si por la falta de pago de hechura de uniformes hubo paro de brazos caídos en los nosocomios. Por dinero son capaces de todo. Definitivamente, la situación política y social seguirá agravándose cada día más en la entidad. A como se vaya acercando diciembre, los escenarios van a irse complicándose. A ver qué pasa de aquí a fin de año, pero los pronósticos no son nada halagüeños, al menos, claro está, que Andrés Manuel López Obrador y Adán Augusto López Hernández decidan lo contrario. En sus manos está la solución, ni duda cabe.