Desde Campeche se reconstruye el PRI.
La inseguridad representa un problema grave para Tabasco y a 45 días del nuevo gobierno no se encuentra la forma de controlar ese azote social, aunque el gobernador Adán Augusto López Hernández confía en que con el “Plan de seguridad estatal” se lograrán resultados positivos en el primer semestre del año. Por lo pronto, en enero ya no hubo secuestros.
La molestia está en las calles. Los policías no tienen unidades móviles para enfrentar la situación, su armamento es deficiente, su capacidad física ha sido mermada, a veces por el paso de los años y otras por el peso de la grasa corporal y, en el (des) gobierno de Arturo Núñez, ni gasolina tenían para suministrar a las patrullas.
De acuerdo al número de policías que se tiene y la cantidad de habitantes en Tabasco, sería imposible colocar un gendarme de custodio a cada ciudadano. Lo que sí se puede hacer es invertir en la recuperación de valores en la familia y evitar que ésta se desintegre con gran facilidad y las calles se conviertan en escuela de delincuentes porque niños y adolescentes no tienen un hogar donde vivir y ser educados.
El gobierno de Adán Augusto López tiene un “trabuco” en procuración y administración de justicia, pues cuenta con Jaime Lastra Bastar en la Fiscalía General del Estado; con Hernán Bermúdez en la Policía de Investigación, y, en el Tribunal Superior de Justicia, Enrique Priego Oropeza; en la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, está Jorge Aguirre Carbajal.
La coordinación de estas autoridades con instancias federales y municipales dio el resultado de cero secuestro en el mes de enero; sin embargo, faltan patrullas, equipos, tecnología, cámaras de video y un C-4 que verdaderamente funcione para inhibir la delincuencia.
De esa forma Tabasco busca destacarse como un estado resguardado al igual que Campeche, el estado más seguro de todo México, al cual su gobernador, Alejandro Moreno Cárdenas, presumió orgullosamente en el Senado de la República, por el estatus que guarda en esa materia.
El jueves, Alejandro Moreno gestionó, ante el presidente López Obrador, obras para su estado; se reunió con los presidentes de las cámaras de diputados y senadores Porfirio Muñoz Ledo y Ricardo Monreal Ávila, respectivamente, para apoyar la propuesta de la Guardia Nacional en su calidad de presidente de Conago.
También se entrevistó con Claudia Ruiz Massieu para tratar la renovación de la dirigencia nacional del PRI y, de ahí, surgió con mayor fuerza la especie de que podría asumir el cargo en el futuro inmediato, con el propósito de reconstruir esa organización y hacerla competitiva para el 2024.
Alito tiene trayectoria para desempeñarse como líder de su partido, pues empezó desde pegar propaganda en las paredes hasta líder seccional, dirigente municipal, estatal y nacional del Frente Juvenil, presidente del Comité Directivo Estatal, secretario de Organización y de Operación política del CEN, dos veces diputado federal, senador y gobernador de Campeche.
Actualmente preside la Conferencia Nacional de Gobernadores, mantiene su estado en primer lugar de seguridad y con un desarrollo económico de 4.3 por ciento, a pesar de la crisis petrolera y financiera que afecta a todo el país; ha logrado, además, establecer una respetuosa relación con el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.
