Claudia Sheinbaum Pardo visitará hoy tres municipios que se han caracterizado por la violencia: Tila, Chilón y Las Margaritas; mañana domingo continuará su primera gira en Chiapas como candidata a la Presidencia de la República por Comitán, Motozintla y Tapachula, los cuales sufren el mismo padecimiento que ha llenado de terror el corazón de los chiapanecos y los mexicanos en general.
Al entrar a esas localidades contaminadas por el crimen, es claro que la abanderada de la coalición Sigamos Haciendo Historia busca dar un mensaje de paz y seguridad, de gobernabilidad, en lugares donde hasta la instalación de casillas está en riesgo para el próximo 2 de junio, y, por consiguiente, la elección de autoridades locales y federales.
Oiremos el mensaje de salvación que se predicará a los peregrinos choles y de otras regiones de la entidad que se congreguen en ese representativo municipio, aunque sea posterior a Semana Santa y Corpus Cristi.
Algunos mal pensados podrían decir que se trata de un acto de desesperación para mantenerse como puntera en las encuestas, ya que el más reciente sondeo de opinión realizado por Massive Caller muestra que la diferencia con Xóchitl Gálvez se ha reducido a solo 5.5 puntos porcentuales, si el pasado jueves hubieran sido las elecciones a la Presidencia de la República (41.3 contra 35.8).
Será interesante, hoy, escuchar las propuestas que en materia de seguridad propondrá la abanderada del partido oficial, ya que el estado de Chiapas, independientemente de los municipios que habrá de visitar, por su ubicación geográfica ha sido considerado desde siempre como una de las entidades usadas por grupos criminales para el tráfico de drogas, personas, armas, municiones y ganado, entre otras cosas.
Es posible que la representante de Morena, PT y PVEM esté preocupada por lo que acontece en el estado, y, desde esta región del Sureste, anuncie una bien estructurada propuesta con diversas medidas para combatir la violencia en general.
En sus giras por diferentes regiones del país ya ha hecho algunos planteamientos, tales como el fortalecimiento de las instituciones de seguridad pública, la implementación de estrategias de prevención delito y el combate a la corrupción en las fuerzas policiales, así como programas sociales y de desarrollo para abordar las causas subyacentes de la violencia.
Sin embargo, los chiapanecos querrán saber cómo se van a llevar a cabo esas acciones desde la Presidencia de la República, porque, como ya se ha insistido hasta el cansancio, la estrategia de “abrazos, no balazos” fracasó rotundamente y sumió a México en un mar de sangre y pólvora, mezclado con lágrimas de miles de personas que han perdido a casi 185 mil integrantes de su familia que han sucumbido por los balazos de quienes se negaron a recibir un abrazo.
Es importante decir que, así como Morena ha perdido la batalla contra el crimen organizado, bien podría frustrar el triunfo de su candidata el próximo 2 de junio. Por ello, tendrán que meter el acelerador a fondo y decir a todos los mexicanos cómo se va a revertir ese cáncer que ya hizo metástasis en todo el país.
Las elecciones, por supuesto, están marcadas con el sello de la muerte. Ayer se sumó a las estadísticas Noé Ramos, candidato del PAN-PRI a la alcaldía de Ciudad Mante, Tamaulipas, y apenas estamos a la mitad de las campañas.
Los números de políticos y candidatos muertos ya rebasan los del proceso comicial del 2021, lo cual certifica que esta jornada será la más violenta de la historia del país, y, además, quedará registrada en los anales de la cuarta transformación que prometió pacificar a México, pero penosamente fracasó.
Sassón
La continuidad es una mala estrategia. Si no se rompe con ese estigma difícilmente se evitará un desacertado presagio.
