/ lunes 8 de julio de 2019

Innecesario e inminente riesgo

Si finalmente el gobierno federal y estatal de Andrés Manuel López Obrador y de Adán Augusto López Hernández deciden no juzgar y condenar a Arturo Núñez Jiménez y demás compinches por el “asalto a mano armada” en contra del erario federal y estatal, no se los va a perdonar la ciudadanía.

Que fue la que pagó y sigue pagando con creces, y quien sabe por cuántos años más, los altos costos sociales y económicos del burdo saqueo que cometieron.

Que son algunas de las principales causas no solo de que los candidatos de Morena hayan apabullados en las urnas a los abanderados opositores, sino del creciente desempleo y de la exponencial inseguridad pública que desde hace años padece Tabasco.

Si los tabasqueños, y avecindados aquí, votaron masivamente por López Obrador y López Hernández, es porque confiaron en que las nuevas autoridades iban a meter a la cárcel a todos aquellos ex funcionarios: “que acabaron con la quinta y los mangos”.

Si no actúan apegado al Estado de Derecho, como muchos están pensando, irremediablemente van a perder en el 2021, el grueso de las diputaciones federal y local y de las 17 alcaldías que van a estar en juego.

Por si no están enterados, no está de más decirles a las autoridades federal, estatal y municipal, que ya son miles de paisanos, los que afirman que no volverían a votar por Morena.

Y eso que apenas llevan seis meses en el ejercicio del poder.

Si la situación continúa deteriorándose en rubros torales como los mencionado líneas arriba y en salud, entre otros, como viene sucediendo hasta el día de hoy, los escenarios políticos-electorales van a complicarse aún mucho más.

Brindarle impunidad al nefasto de Núñez Jiménez y camarilla, va a revertírsele en las elecciones intermedias.

Es una decisión política innecesaria e inminentemente riesgosa. Son más los contras que los pros. Es más, lo que van a perder que lo que van a ganar. Es verdaderamente suicida.

Lo único que podría cambiar el desfavorable espectro político que vaticinamos, si se decide exonerar a los culpables del quebrantamiento de las finanzas, es que los actuales contextos angustiantes tomen un giro de 180 grados, me refiero a que el panorama económico mejore sustancialmente.

Mientras ello no suceda, suena a locura, eximir a los ex servidores públicos que, con toda la mala leche del mundo, dispusieron del dinero de los contribuyentes, para hacer jugosos negocios al amparo del poder.

Equivaldría políticamente, a pegarse un tiro en la sien.

Más cuando las primeras señales enviadas desde el recinto cameral son muy confusas.

“SQUOD SCRIPSI, SCRIPSI”

(LO ESCRITO, ESCRITO ESTÁ)

La población sigue pacientemente esperando que el presidente del Comité Organizador de la Feria Tabasco 2019, que preside Miguel Wabi Yabur, presente su informe de labores, pues ya se cumplió la fecha, que prometió a la opinión pública, y nada de nada.

Los días sigue transcurriendo, y todavía no se sabe absolutamente nada. Por lo que las sospechas de corruptelas siguen aumentando.

Se dicen tantas cosas malas, sobre los tejes y manejes de la máxima fiesta de los tabasqueños, que lo más sano, es que se vayan aclarando, todas las dudas.

Mientras más pronto…mejor.


Si finalmente el gobierno federal y estatal de Andrés Manuel López Obrador y de Adán Augusto López Hernández deciden no juzgar y condenar a Arturo Núñez Jiménez y demás compinches por el “asalto a mano armada” en contra del erario federal y estatal, no se los va a perdonar la ciudadanía.

Que fue la que pagó y sigue pagando con creces, y quien sabe por cuántos años más, los altos costos sociales y económicos del burdo saqueo que cometieron.

Que son algunas de las principales causas no solo de que los candidatos de Morena hayan apabullados en las urnas a los abanderados opositores, sino del creciente desempleo y de la exponencial inseguridad pública que desde hace años padece Tabasco.

Si los tabasqueños, y avecindados aquí, votaron masivamente por López Obrador y López Hernández, es porque confiaron en que las nuevas autoridades iban a meter a la cárcel a todos aquellos ex funcionarios: “que acabaron con la quinta y los mangos”.

Si no actúan apegado al Estado de Derecho, como muchos están pensando, irremediablemente van a perder en el 2021, el grueso de las diputaciones federal y local y de las 17 alcaldías que van a estar en juego.

Por si no están enterados, no está de más decirles a las autoridades federal, estatal y municipal, que ya son miles de paisanos, los que afirman que no volverían a votar por Morena.

Y eso que apenas llevan seis meses en el ejercicio del poder.

Si la situación continúa deteriorándose en rubros torales como los mencionado líneas arriba y en salud, entre otros, como viene sucediendo hasta el día de hoy, los escenarios políticos-electorales van a complicarse aún mucho más.

Brindarle impunidad al nefasto de Núñez Jiménez y camarilla, va a revertírsele en las elecciones intermedias.

Es una decisión política innecesaria e inminentemente riesgosa. Son más los contras que los pros. Es más, lo que van a perder que lo que van a ganar. Es verdaderamente suicida.

Lo único que podría cambiar el desfavorable espectro político que vaticinamos, si se decide exonerar a los culpables del quebrantamiento de las finanzas, es que los actuales contextos angustiantes tomen un giro de 180 grados, me refiero a que el panorama económico mejore sustancialmente.

Mientras ello no suceda, suena a locura, eximir a los ex servidores públicos que, con toda la mala leche del mundo, dispusieron del dinero de los contribuyentes, para hacer jugosos negocios al amparo del poder.

Equivaldría políticamente, a pegarse un tiro en la sien.

Más cuando las primeras señales enviadas desde el recinto cameral son muy confusas.

“SQUOD SCRIPSI, SCRIPSI”

(LO ESCRITO, ESCRITO ESTÁ)

La población sigue pacientemente esperando que el presidente del Comité Organizador de la Feria Tabasco 2019, que preside Miguel Wabi Yabur, presente su informe de labores, pues ya se cumplió la fecha, que prometió a la opinión pública, y nada de nada.

Los días sigue transcurriendo, y todavía no se sabe absolutamente nada. Por lo que las sospechas de corruptelas siguen aumentando.

Se dicen tantas cosas malas, sobre los tejes y manejes de la máxima fiesta de los tabasqueños, que lo más sano, es que se vayan aclarando, todas las dudas.

Mientras más pronto…mejor.