/ sábado 28 de noviembre de 2020

Democracia Virtual | Luz al final de 2020

El próximo lunes finaliza el mes de noviembre e inicia el fin de año 2020. Los sucesos que se avizoran pueden ser de gran impacto, para bien o para mal, en el estado de Tabasco, todo depende de la forma en que el gobierno maneje política, social y financieramente las cosas.

Como ya se ha hecho costumbre, desde finales de 2018 cuando el gobierno de Andrés Granier Melo cayó en desgracia, en Tabasco escasean los recursos de fin de año para pagar salarios y prestaciones, así como para liquidar adeudos a proveedores,, entre otros.

Esto genera inconformidades, marchas, plantones, toma de instalaciones y, por lo que se nota, este 2020 no pinta diferente, a menos que el gobernador Adán Augusto López Hernández tenga resuelto el asunto y, por primera vez en ocho años, Tabasco finalice un ciclo en completa paz y armonía.

Por principio de cuentas habría que ver si en la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco (UJAT) ya tienen solvencia financiera para resolver la liquidación de salarios y prestaciones de maestros y empleados administrativos.

Ese problema lo heredó el ex rector José Antonio Piña Gutiérrez a Guillermo Narváez Osorio, mediante un deficit mayor a los 600 millones de pesos, y, ha la fecha, nadie ha resultado responsable del quebranto económico, no se ha devuelto un solo centavo, ni mucho menos se ha encarcelado a nadie por manejar de manera irregular los dineros del Alma Mater del estado.

A los factores que ya son comúnmente conocidos ahora hay que agregarles una crisis de salud de nueve meses a causa de la pandemia de coronavirus Covid-19, y, por lo menos, dos inundaciones en el mes de noviembre, una que dañó el patrimonio de 600 mil personas y otra que hasta este momento contabiliza más de 300 mil damnificados.

Estas emergencias han traído mayores conflictos económicos a la gente y al gobierno, pues el pueblo perdió sus bienes y en el gobierno han tenido que disponer de recursos adicionales para sufragar el pago de los daños patrimoniales a quienes viven en rancherías, poblados, villas y colonias de las cabeceras municipales.

Los daños al campo han sido catastróficos. Se han perdido miles de hectáreas sembradas de granos y frutales. Se siniestraron miles de hectáreas sembradas de plátano en la zona de La Sierra, y se habla, hasta este momento, de unas 30 mil reses perdidas en el sector ganadero.

Sin embargo, el gobernador Adán Augusto López ha puesto en marcha un Programa Emergente de Reconstrucción de carreteras en todo el estado de Tabasco, con la finalidad de rehabilitar las vías de comunicación que quedaron desechas por las inundaciones, pero también para fomentar, al mismo tiempo, el empleo que tanto necesita la gente.

Hay que reconocer que, en este momento, se construye el distribuidor vial de la avenida Universidad, obra de impacto para la vialidad y el desarrollo del estado, pero también se ha anunciado ya el inicio de una obra similar en la glorieta de Seguridad Pública, a la entrada de la carretera Teapa-Villahermosa, con la cual se notan inversiones multimillonarias que fomentarán el circulante en la entidad.

Si las cosas siguen así para los próximos días, podemos pensar que los problemas y conflictos por falta de recursos financieros en la administración pública han sido superados y Tabasco vivirá, por primera vez en casi una década, la paz y tranquilidad que todo mundo anhela para fin de año.

El próximo lunes finaliza el mes de noviembre e inicia el fin de año 2020. Los sucesos que se avizoran pueden ser de gran impacto, para bien o para mal, en el estado de Tabasco, todo depende de la forma en que el gobierno maneje política, social y financieramente las cosas.

Como ya se ha hecho costumbre, desde finales de 2018 cuando el gobierno de Andrés Granier Melo cayó en desgracia, en Tabasco escasean los recursos de fin de año para pagar salarios y prestaciones, así como para liquidar adeudos a proveedores,, entre otros.

Esto genera inconformidades, marchas, plantones, toma de instalaciones y, por lo que se nota, este 2020 no pinta diferente, a menos que el gobernador Adán Augusto López Hernández tenga resuelto el asunto y, por primera vez en ocho años, Tabasco finalice un ciclo en completa paz y armonía.

Por principio de cuentas habría que ver si en la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco (UJAT) ya tienen solvencia financiera para resolver la liquidación de salarios y prestaciones de maestros y empleados administrativos.

Ese problema lo heredó el ex rector José Antonio Piña Gutiérrez a Guillermo Narváez Osorio, mediante un deficit mayor a los 600 millones de pesos, y, ha la fecha, nadie ha resultado responsable del quebranto económico, no se ha devuelto un solo centavo, ni mucho menos se ha encarcelado a nadie por manejar de manera irregular los dineros del Alma Mater del estado.

A los factores que ya son comúnmente conocidos ahora hay que agregarles una crisis de salud de nueve meses a causa de la pandemia de coronavirus Covid-19, y, por lo menos, dos inundaciones en el mes de noviembre, una que dañó el patrimonio de 600 mil personas y otra que hasta este momento contabiliza más de 300 mil damnificados.

Estas emergencias han traído mayores conflictos económicos a la gente y al gobierno, pues el pueblo perdió sus bienes y en el gobierno han tenido que disponer de recursos adicionales para sufragar el pago de los daños patrimoniales a quienes viven en rancherías, poblados, villas y colonias de las cabeceras municipales.

Los daños al campo han sido catastróficos. Se han perdido miles de hectáreas sembradas de granos y frutales. Se siniestraron miles de hectáreas sembradas de plátano en la zona de La Sierra, y se habla, hasta este momento, de unas 30 mil reses perdidas en el sector ganadero.

Sin embargo, el gobernador Adán Augusto López ha puesto en marcha un Programa Emergente de Reconstrucción de carreteras en todo el estado de Tabasco, con la finalidad de rehabilitar las vías de comunicación que quedaron desechas por las inundaciones, pero también para fomentar, al mismo tiempo, el empleo que tanto necesita la gente.

Hay que reconocer que, en este momento, se construye el distribuidor vial de la avenida Universidad, obra de impacto para la vialidad y el desarrollo del estado, pero también se ha anunciado ya el inicio de una obra similar en la glorieta de Seguridad Pública, a la entrada de la carretera Teapa-Villahermosa, con la cual se notan inversiones multimillonarias que fomentarán el circulante en la entidad.

Si las cosas siguen así para los próximos días, podemos pensar que los problemas y conflictos por falta de recursos financieros en la administración pública han sido superados y Tabasco vivirá, por primera vez en casi una década, la paz y tranquilidad que todo mundo anhela para fin de año.