/ sábado 2 de marzo de 2019

CFE y la resistencia gubernamental

La resistencia civil a la que el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, convocó desde 1995 en la explana del Injudet de la ciudad deportiva de Villahermosa, Tabasco, no parece tener fin, pues ahora se enfrenta a una resistencia gubernamental. La CFE, como “empresa productiva” del gobierno, se ha convertido en la representación más obstinada de la usura, y los deudores no pretenden pagar ni un peso hasta que se decrete el borrón y cuenta nueva. “A ver quién se cansa primero”.

En este desacuerdo todos pierden. La CFE en Tabasco ha dejado de percibir más de 3 mil millones de pesos desde que inició la desobediencia civil, arengada por Andrés Manuel López (líder opositor) antes de que se convirtiera en gobernante, con el argumento de que, a través del fraude electoral en Tabasco, el PRI y Roberto Madrazo Pintado le habían robado la elección de gobernador del estado en 1994. En todo el país el adeudo supera los 45 mil millones de pesos.

Los usuarios, por su parte, son acosados a través de correos electrónicos, mensajes de texto y visitas a domicilio; se ven en la penosa necesidad de reconectarse cuando la codiciosa CFE les corta el servicio de energía eléctrica, pierden alimentos o medicamentos que necesitan refrigeración y, en el caso de algunas empresas, tienen que alquilar plantas generadoras de corriente para no dejar de producir y desatender a sus clientes. Esto, lógicamente, les provoca pérdidas financieras en tiempos de crisis.

Si el origen de la resistencia fue político, posteriormente se acrecentó por el abuso en el cobro de las facturas emitidas por la empresa de gobierno. Miles de personas en todo el país dejaron de pagar sus recibos porque regularmente venían alterados. Ahí está el caso del tabasqueño José del Carmen López, quien desde 2008 dejó de pagar porque en octubre de 2007, cuando su casa desapareció durante dos meses por la inundación, en enero le llegaron tres recibos del mismo bimestre con cantidades distintas a liquidar.

“¿Cómo iba yo a apagar si en el bimestre de noviembre-diciembre de 2007 no hubo luz ni habitamos nuestra casa? Pero lo peor del asunto es que cuando quise arreglar el problema me dijeron que tenía que pagar no solo una sino las tres facturas que ilegalmente me estaban cobrando. Desde ahí estoy en resistencia civil, comenta el agraviado”.

El martes pasado, el apoderado legal de CFE Suministrador de Servicios Básicos, Martín Avendaño González, acudió personalmente a cortar el servicio a la fábrica tabasqueña de hielo y agua purificada La Victoria; este negocio tiene 50 años de fortalecer la economía local y generar empleo para una gran cantidad de gente. Al abogado no le importó que el juez federal emitiera una orden para no interrumpir el suministro de energía eléctrica. Ahora ¿Quién responderá por las pérdidas?

Lo más interesante de todo esto es que el actual presidente de la república fue quien más juzgó en su momento a la CFE por cobros indebidos y, a través de su partido Morena, organizó brigadas de reinstalación del servicio; Manuel Bartlett, titular de la empresa federal, dijo en su momento que se daría electricidad barata, además de que no pagar los altos costos de energía eléctrica representan una cuestión de justicia social. ¡Toma tu justicia social!, diría el choco.

Sassón

Tan mal estuvo el (des) gobierno de Arturo Núñez que ocultó datos oficiales de delitos cometidos en la entidad. El pueblo pregunta ¿cuándo veremos la primera denuncia en su contra?


La resistencia civil a la que el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, convocó desde 1995 en la explana del Injudet de la ciudad deportiva de Villahermosa, Tabasco, no parece tener fin, pues ahora se enfrenta a una resistencia gubernamental. La CFE, como “empresa productiva” del gobierno, se ha convertido en la representación más obstinada de la usura, y los deudores no pretenden pagar ni un peso hasta que se decrete el borrón y cuenta nueva. “A ver quién se cansa primero”.

En este desacuerdo todos pierden. La CFE en Tabasco ha dejado de percibir más de 3 mil millones de pesos desde que inició la desobediencia civil, arengada por Andrés Manuel López (líder opositor) antes de que se convirtiera en gobernante, con el argumento de que, a través del fraude electoral en Tabasco, el PRI y Roberto Madrazo Pintado le habían robado la elección de gobernador del estado en 1994. En todo el país el adeudo supera los 45 mil millones de pesos.

Los usuarios, por su parte, son acosados a través de correos electrónicos, mensajes de texto y visitas a domicilio; se ven en la penosa necesidad de reconectarse cuando la codiciosa CFE les corta el servicio de energía eléctrica, pierden alimentos o medicamentos que necesitan refrigeración y, en el caso de algunas empresas, tienen que alquilar plantas generadoras de corriente para no dejar de producir y desatender a sus clientes. Esto, lógicamente, les provoca pérdidas financieras en tiempos de crisis.

Si el origen de la resistencia fue político, posteriormente se acrecentó por el abuso en el cobro de las facturas emitidas por la empresa de gobierno. Miles de personas en todo el país dejaron de pagar sus recibos porque regularmente venían alterados. Ahí está el caso del tabasqueño José del Carmen López, quien desde 2008 dejó de pagar porque en octubre de 2007, cuando su casa desapareció durante dos meses por la inundación, en enero le llegaron tres recibos del mismo bimestre con cantidades distintas a liquidar.

“¿Cómo iba yo a apagar si en el bimestre de noviembre-diciembre de 2007 no hubo luz ni habitamos nuestra casa? Pero lo peor del asunto es que cuando quise arreglar el problema me dijeron que tenía que pagar no solo una sino las tres facturas que ilegalmente me estaban cobrando. Desde ahí estoy en resistencia civil, comenta el agraviado”.

El martes pasado, el apoderado legal de CFE Suministrador de Servicios Básicos, Martín Avendaño González, acudió personalmente a cortar el servicio a la fábrica tabasqueña de hielo y agua purificada La Victoria; este negocio tiene 50 años de fortalecer la economía local y generar empleo para una gran cantidad de gente. Al abogado no le importó que el juez federal emitiera una orden para no interrumpir el suministro de energía eléctrica. Ahora ¿Quién responderá por las pérdidas?

Lo más interesante de todo esto es que el actual presidente de la república fue quien más juzgó en su momento a la CFE por cobros indebidos y, a través de su partido Morena, organizó brigadas de reinstalación del servicio; Manuel Bartlett, titular de la empresa federal, dijo en su momento que se daría electricidad barata, además de que no pagar los altos costos de energía eléctrica representan una cuestión de justicia social. ¡Toma tu justicia social!, diría el choco.

Sassón

Tan mal estuvo el (des) gobierno de Arturo Núñez que ocultó datos oficiales de delitos cometidos en la entidad. El pueblo pregunta ¿cuándo veremos la primera denuncia en su contra?