/ miércoles 11 de noviembre de 2020

Tabasco político | El paisano, tiene la palabra 

El titular del Poder Ejecutivo Federal, Andrés Manuel López Obrador, está más que obligado “a meter toda la carne al asador” en lo que resta de su sexenio. Si es que en efecto siente amor verdadero por su tierra y sus paisanos.

De lo contrario, Tabasco y su pueblo seguirá inundándose en las temporadas de lluvias -como ha venido ocurriendo en los últimos años- que, de acuerdo a los especialistas en materia ambiental, climatológica e hidráulica, cada vez serán más violentos.

Si el presidente de la República no actúa con la responsabilidad que los tabasqueños, y avecindados aquí están ansiosamente esperando nadie lo va a hacer. Él tiene todos los recursos económicos, humanos, técnicos… para evitar que la entidad continúe anegándose, y qué miles de familias paguen a un alto costo por la incompetencia de funcionarios federales, verbigracia, el cínico e hipócrita de Manuel Bartlett Díaz.

Que es el responsable inmediato de que varios municipios, como son los casos de Macuspana, Jalapa, Teapa, Nacajuca, Centro, entre otros, muchos más, se hayan ido al agua.

Ineficacia e ineficiencia y perversidad que va a agravar la de por sí dificilísima situación económica. Todo por el inútil e inepto de quien en tono de burla afirmó que: “Tabasco es su segunda patria”.

Por si fuera poco, hace algunas horas, volvió a mofarse de la demanda que el gobierno de Adán Augusto López Hernández va a poner en contra de quienes resulten culpables de que gran parte del territorio tabasqueño esté en ruinas.

El daño provocado por la negligencia e ignorancia de quienes se encargan del manejo de la presa Peñitas es inconmensurable, ya que, no solo daño hogares, sino miles de hectáreas de cultivos, cientos de kilómetros de carreteras, caminos, hato ganadero, etcétera. Sin olvidar a las personas que perdieron la vida en su desesperación por salvarse.

Lo que Manuel Bartlett Díaz y sus subalternos hicieron no tiene nombre. Y por ello, deben de responder ante la justicia. Más aún cuando ha reconocido públicamente que se equivocaron en el manejo de la presa Peñitas.

Si en los tribunales se comprueba “con pelos y señales”, como se dice en el argot policiaco, que el ex gobernador poblano pudo haber evitado la tragedia que se está sufriendo localmente, como ha asegurado el inquilino de la Quinta Grijalva, hay que aplicarle todo el peso de la ley. Ni más ni menos.

No vaya a ser que nos salgan más tarde: “con que a chuchita la bolsearon”, porque nadie se va a tragar ese cuento.

Las consecuencias serían realmente funestas en el 2021 para el partido en el gobierno.

Si no, al tiempo.


“SQUOD SCRIPSI, SCRIPSI”

(LO ESCRITO, ESCRITO ESTÁ)


Aquí lo que nos corresponde como ciudadanos es cerrar filas en torno a los gobiernos estatal y municipal, porque si nos seguimos echando las culpas unos y otros, como hasta ahora, la situación va a seguir empeorando.

Hay que dejar la politiquería para otra ocasión, ahora lo importante es que la Federación nos apoye con todo, capitalmente, a aquellas familias que están pasando las de Caín.

Ya habrá tiempo, para ajustar cuentas.

El titular del Poder Ejecutivo Federal, Andrés Manuel López Obrador, está más que obligado “a meter toda la carne al asador” en lo que resta de su sexenio. Si es que en efecto siente amor verdadero por su tierra y sus paisanos.

De lo contrario, Tabasco y su pueblo seguirá inundándose en las temporadas de lluvias -como ha venido ocurriendo en los últimos años- que, de acuerdo a los especialistas en materia ambiental, climatológica e hidráulica, cada vez serán más violentos.

Si el presidente de la República no actúa con la responsabilidad que los tabasqueños, y avecindados aquí están ansiosamente esperando nadie lo va a hacer. Él tiene todos los recursos económicos, humanos, técnicos… para evitar que la entidad continúe anegándose, y qué miles de familias paguen a un alto costo por la incompetencia de funcionarios federales, verbigracia, el cínico e hipócrita de Manuel Bartlett Díaz.

Que es el responsable inmediato de que varios municipios, como son los casos de Macuspana, Jalapa, Teapa, Nacajuca, Centro, entre otros, muchos más, se hayan ido al agua.

Ineficacia e ineficiencia y perversidad que va a agravar la de por sí dificilísima situación económica. Todo por el inútil e inepto de quien en tono de burla afirmó que: “Tabasco es su segunda patria”.

Por si fuera poco, hace algunas horas, volvió a mofarse de la demanda que el gobierno de Adán Augusto López Hernández va a poner en contra de quienes resulten culpables de que gran parte del territorio tabasqueño esté en ruinas.

El daño provocado por la negligencia e ignorancia de quienes se encargan del manejo de la presa Peñitas es inconmensurable, ya que, no solo daño hogares, sino miles de hectáreas de cultivos, cientos de kilómetros de carreteras, caminos, hato ganadero, etcétera. Sin olvidar a las personas que perdieron la vida en su desesperación por salvarse.

Lo que Manuel Bartlett Díaz y sus subalternos hicieron no tiene nombre. Y por ello, deben de responder ante la justicia. Más aún cuando ha reconocido públicamente que se equivocaron en el manejo de la presa Peñitas.

Si en los tribunales se comprueba “con pelos y señales”, como se dice en el argot policiaco, que el ex gobernador poblano pudo haber evitado la tragedia que se está sufriendo localmente, como ha asegurado el inquilino de la Quinta Grijalva, hay que aplicarle todo el peso de la ley. Ni más ni menos.

No vaya a ser que nos salgan más tarde: “con que a chuchita la bolsearon”, porque nadie se va a tragar ese cuento.

Las consecuencias serían realmente funestas en el 2021 para el partido en el gobierno.

Si no, al tiempo.


“SQUOD SCRIPSI, SCRIPSI”

(LO ESCRITO, ESCRITO ESTÁ)


Aquí lo que nos corresponde como ciudadanos es cerrar filas en torno a los gobiernos estatal y municipal, porque si nos seguimos echando las culpas unos y otros, como hasta ahora, la situación va a seguir empeorando.

Hay que dejar la politiquería para otra ocasión, ahora lo importante es que la Federación nos apoye con todo, capitalmente, a aquellas familias que están pasando las de Caín.

Ya habrá tiempo, para ajustar cuentas.