/ sábado 7 de septiembre de 2019

Justicia para vivos y olvido para muertos

La duda razonable:

Por tercera vez consecutiva –desde el 11 de abril- el Fiscal General del Estado, Jaime Humberto Lastra Bastar volvió a referirse a la solicitud no culminada del acta de defunción que –certifica la muerte- de Amet Ramos Troconis, secretario de finanzas de la administración de Arturo Núñez Jiménez en el periodo comprendido de Enero 2015 a Diciembre del 2018.

Ramos Troconis quien de acuerdo a la versión de su viuda falleció víctima de un infarto la mañana del 11 de abril de este año, enfrentaba un proceso por diversas irregularidades acreditadas a su gestión.

Tras el repentino deceso y ante el procedimiento que afrontaba la Fiscalía informó en un primer momento que, habrían solicitado el documento certificado a los familiares.

No obstante, de manera posterior y ante el incumplimiento de la petición se optó por solicitar el documento a la Dirección del Registro Civil correspondiente mismo que tampoco se ha cumplido.

A casi cinco meses del deceso, resulta inconcebible que el documento siga –en el limbo- cuando según información oficial, la expedición de un certificado de defunción puede tardar tres días para emitirse y en casos muy complicados o de excesivos trámites hasta quince y ha pasado casi medio año.

En plena discusión pública por la aprobación o reprobación del dictamen de la Cuenta Pública 2018 de la administración de Arturo Núñez Jiménez lo menos que se necesita es más incertidumbre.

CONTORNO

Conservación: ante la crisis

12 mil árboles frutales de 22 especies comenzaron a sembrarse en fraccionamientos, colonias, escuelas, parques y domicilios particulares del Municipio de Centro con la finalidad de reactivar la producción y cosechar en un plazo mínimo de tres años dos de estas variedades: limón y mango.

El programa que es una réplica del federal, denominado “sembrando comida en tu colonia” busca retomar una tradición histórica que en el siglo pasado sirvió como sustento a miles de familias que crecieron consumiendo las frutas que cosechaban directamente de sus huertos.

A diferencia de otros programas, se anunció que este contará con una plataforma digital que tendrá un sistema de control de referencia, ubicación, características y etapas de crecimiento de los árboles para aprovechar de manera oportuna su etapa de producción.

Esta podría ser una buena idea y aún más un si fructifica un programa adicional en el que se capacitaría a la población para aprovechar la producción de mangos de temporada –por citar un ejemplo- que después de extirparles la pulpa de –manera artesanal o industrial- podrían congelarse para utilizarlas durante todo el año para consumo familiar o incluso para su comercialización.

En la era de la gran depresión en Estados Unidos las conservas de frutas y mermeladas fueron parte del sustento y de la supervivencia de muchas familias, incluso ahora, es una tradición en las temporadas invernales donde la agricultura enfrenta ciclos improductivos.

Mientras que aquí, en el Centro y en muchas partes de la entidad aún pueden observarse toneladas de frutas de todo tipo que se pudren por la falta de interés y aprovechamiento.

Para quien aún no lo entiende la crisis agroalimentaria es toda una realidad.

Las dificultades que enfrentan los estados del norte con la producción de frutas y vegetales por sequía extrema, inundaciones atípicas, granizo y hasta nevadas a los que se le suman ahora retrasos en la entrega de fertilizantes complicará el abasto del mercado de consumo nacional.

Lo importante es intentar algo distinto.

La duda razonable:

Por tercera vez consecutiva –desde el 11 de abril- el Fiscal General del Estado, Jaime Humberto Lastra Bastar volvió a referirse a la solicitud no culminada del acta de defunción que –certifica la muerte- de Amet Ramos Troconis, secretario de finanzas de la administración de Arturo Núñez Jiménez en el periodo comprendido de Enero 2015 a Diciembre del 2018.

Ramos Troconis quien de acuerdo a la versión de su viuda falleció víctima de un infarto la mañana del 11 de abril de este año, enfrentaba un proceso por diversas irregularidades acreditadas a su gestión.

Tras el repentino deceso y ante el procedimiento que afrontaba la Fiscalía informó en un primer momento que, habrían solicitado el documento certificado a los familiares.

No obstante, de manera posterior y ante el incumplimiento de la petición se optó por solicitar el documento a la Dirección del Registro Civil correspondiente mismo que tampoco se ha cumplido.

A casi cinco meses del deceso, resulta inconcebible que el documento siga –en el limbo- cuando según información oficial, la expedición de un certificado de defunción puede tardar tres días para emitirse y en casos muy complicados o de excesivos trámites hasta quince y ha pasado casi medio año.

En plena discusión pública por la aprobación o reprobación del dictamen de la Cuenta Pública 2018 de la administración de Arturo Núñez Jiménez lo menos que se necesita es más incertidumbre.

CONTORNO

Conservación: ante la crisis

12 mil árboles frutales de 22 especies comenzaron a sembrarse en fraccionamientos, colonias, escuelas, parques y domicilios particulares del Municipio de Centro con la finalidad de reactivar la producción y cosechar en un plazo mínimo de tres años dos de estas variedades: limón y mango.

El programa que es una réplica del federal, denominado “sembrando comida en tu colonia” busca retomar una tradición histórica que en el siglo pasado sirvió como sustento a miles de familias que crecieron consumiendo las frutas que cosechaban directamente de sus huertos.

A diferencia de otros programas, se anunció que este contará con una plataforma digital que tendrá un sistema de control de referencia, ubicación, características y etapas de crecimiento de los árboles para aprovechar de manera oportuna su etapa de producción.

Esta podría ser una buena idea y aún más un si fructifica un programa adicional en el que se capacitaría a la población para aprovechar la producción de mangos de temporada –por citar un ejemplo- que después de extirparles la pulpa de –manera artesanal o industrial- podrían congelarse para utilizarlas durante todo el año para consumo familiar o incluso para su comercialización.

En la era de la gran depresión en Estados Unidos las conservas de frutas y mermeladas fueron parte del sustento y de la supervivencia de muchas familias, incluso ahora, es una tradición en las temporadas invernales donde la agricultura enfrenta ciclos improductivos.

Mientras que aquí, en el Centro y en muchas partes de la entidad aún pueden observarse toneladas de frutas de todo tipo que se pudren por la falta de interés y aprovechamiento.

Para quien aún no lo entiende la crisis agroalimentaria es toda una realidad.

Las dificultades que enfrentan los estados del norte con la producción de frutas y vegetales por sequía extrema, inundaciones atípicas, granizo y hasta nevadas a los que se le suman ahora retrasos en la entrega de fertilizantes complicará el abasto del mercado de consumo nacional.

Lo importante es intentar algo distinto.