/ lunes 2 de marzo de 2020

Entorno | “Aguanten, que vamos llegando…” solicitud y exigencia

El pueblo indígena que logró la visita de dos Presidentes de México. Quintín Arauz, Centla.

El Presidente Andrés Manuel López Obrador es el segundo mandatario en acudir al Poblado Quintín Arauz, un sitio al que se accede por vía fluvial, cruzando en una lancha o en una rústica panga para vehículos y carga.

El mandatario federal arribó el sábado a esa comunidad indígena de –1 mil 700 habitantes- donde se habla español e igual lengua chontal.

Lo primero que el mandatario encontró fue una manta en letras grandes: ¡ALTO! Sr. Presidente, ¡POR FAVOR! esta es una de nuestras primeras necesidades, ¡EL PUENTE!

Casi 4 kilómetros adelante en pleno centro del poblado, un centenar de habitantes lo detiene justo frente al centro de salud, un recibimiento cordial y la exigencia para descender de la camioneta y testificar las pésimas condiciones en que se encuentra, transcurren casi cinco minutos y no para de recibir peticiones en hojas y folders, finalmente accede, ingresa al centro de salud, lo acompaña el gobernador, mueve la cabeza de un lado a otro y pide que llamen a Merino (el coordinador de programas del Gobierno Federal en Tabasco) para darle una instrucción sobre lo que hará.

Reclaman también sobre la carretera que les acaban de entregar y acusan que no sirvió, porque se hunde.

Del embarcadero hasta la calle principal del poblado, se recorren 2.5 kilómetros de una carretera recién pavimentada y conecta con la calle principal de concreto y banquetas, que tiene más de 20 años de haber sido construida, según refieren los pobladores.

En el tumulto, frente al centro de salud, el mandatario federal recibe muchos señalamientos críticos –desde la masa- hacia la alcaldesa, Guadalupe Cruz Izquierdo a la que culpan de todo; un grupo de hombres –en defensa presuntamente del Ayuntamiento de Centla y la alcaldesa- piden a un grupo de mujeres inconformes esperando contener la ira ciudadana:

“Aguanten, aguanten, que vamos llegando…” lo que se escucha como respuesta de las señoras son más gritos y destaca el de una de ellas que revira:

“¿Aguantar? ni que “#”&%... si van a cumplir dos años y ya casi se van”.

Antes del arribo del Presidente, los pobladores –coinciden- en la demanda principal, construcción del puente y centro de salud nuevo.

El Presidente cede: vamos a construir el puente y un hospital. Les recuerda todos los apoyos entregados hasta la fecha y compromete la construcción de 2 mil 500 viviendas para indígenas.

Camino al embarcadero, en el mismo pochimovil que transportó al secretario de gobierno, Marcos Rosendo Medina Filigrana quien descendió antes, el anciano conductor de la moto, recuerda una anécdota:

“Es la segunda vez que viene un Presidente a nuestro pueblo y también le sacamos apoyo al paisano”.

Intrigado, pregunto ¿y quién fue el primer presidente en venir? Salinas, responde, ¿Carlos Salinas de Gortari? si, ese, contesta.

¿Y qué les dio? La panga, pavimentó todo el centro, el centro de salud, la biblioteca y creo que la escuela.

¿Entonces, ustedes no odian a Salinas? ironizo; ¡Claro que no! sí ese hombre nos sacó del atraso, remarca.

El pueblo sabio…

Y el regaño en Macuspana

Probablemente harto, de lo que escuchó en las comunidades indígenas de Centro, Nacajuca, Centla y el último ayer en San Carlos, Macuspana –mismo lugar al que asistió el 24 de diciembre de 2017- el Presidente, Andrés Manuel López Obrador en su turno para hablar y después de un abucheo impresionante al alcalde Roberto Villalpando (que no habló) y en los temas de borrón y cuenta nueva y empleo al gobernador Adán Augusto López Hernández, el presidente inició con un reto:

¿A mí también me van a gritar?

Nooo fue el grito unánime, pero también se llevó sus reclamos y gritos, en el tema de CFE que aprovechó para ofrecer una solución definitiva y en las becas que no están llegándole a todos.

Y al enumerar todos los beneficios uno a uno, les preguntó ¿Es lo mismo? y otra pregunta ¿Qué no todos los que estudian preparatoria reciben sus becas? y ahí recibió un grito uniforme; nooo, a lo que respondió: “ahh, como que no, como que no, la mentira es del demonio…la verdad revolucionaria”.

Los rostros de algunos funcionarios estatales y municipales son de desconcierto.

En una sección donde pobladores gritan injurias al alcalde de Macuspana y exigen la planta purificadora de agua que ofrecieron en campaña, en un rincón, de pie, un funcionario federal –al que no identifican- les pregunta, ¿Qué no existe un proyecto? y uno de ellos responde, solo el proyecto pero no han cumplido, que no el que está en (inaudible) les recuerda, sí, ese, reafirman, bueno, se les va a construir, ahorita, se los va a anunciar el Presidente, ¿y quién es usted? le preguntan con desconfianza, soy el delegado de Conagua, Felipe Irineo. Y el Presidente, minutos después, lo anunció. ¿Fin de la historia?


CONTORNO

Y por si no fueran suficientes los reclamos, también PEMEX surgió…