/ miércoles 4 de diciembre de 2019

Emilio De Ygartua | Proyectos estratégicos para impulsar a Tabasco

Hoy, las expectativas de desarrollo para Tabasco son muy altas; el hecho de que el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, sea originario de estas tierras del trópico húmedo es un factor que permite anticipar que, no solo nuestra entidad, el sur-sureste en general, será considerado para la implementación de proyectos económicos que detonen el desarrollo de esta región tan olvidada durante tanto tiempo.

La Cuarta Transformación a la que ha convocado el mandatario federal, pasa necesariamente por un cambio de paradigmas, por la implementación de un nuevo modelo económico que vea más por la gente que por el mercado; que considere el crecimiento económico como un proceso y no como el fin último, que debe ser el desarrollo compartido. Pasar de lo cuantitativo, característica del desarrollismo, a lo cualitativo, es un proceso complejo, pero ineludible si en realidad se quieren revertir las desigualdades que siguen existiendo en esta región que tanto ha aportado en recursos naturales, pero que no ha merecido la redituabilidad necesaria para provocar un desarrollo igualitario.

¿Por qué consideramos que vienen buenos tiempos para Tabasco? Porque los recursos presupuestales y los proyectos que se han anunciado para nuestra entidad, permiten anticipar que se logrará revertir el estancamiento económico que se vive, que se refleja en una muy alta tasa de desempleo y, por ende, en una caída tendencial de los niveles de consumo de la población.

La reducción drástica del circulante monetario derivado de la caída de los precios del petróleo, que contrajo notablemente la presencia de PEMEX en la entidad, y con ella, de las empresas relacionadas con la actividad petrolera, fue la principal causa del deterioro de nuestra economía, sumada a la inexistencia de un plan estratégico capaz de enfrentar las nuevas circunstancias económicas que se vivieron durante la anterior administración.

Sumado a la ventaja que conlleva que el primer mandatario de la nación sea tabasqueño, está el hecho de que el gobernador del estado, Adán Augusto López Hernández, mantiene una comunicación permanente con el presidente López Obrador, a la vez que, derivado de su convergencia partidaria y programática, es un persistente impulsor de los programas federales. A ello debemos añadir las estrategias locales, implementadas por el dirigente estatal, orientadas a atender los enormes rezagos y a revertir la pobreza y la marginación presente en muchas de las comunidades de nuestra entidad.

La Refinería de Dos Bocas y el Tren Maya, son dos proyectos que, sin duda, contribuirán a detonar el desarrollo del estado y la región. El gobierno estatal, además, está apostando por generar los escenarios pertinentes para impulsar la inversión privada, local, nacional e internacional, a realizarse a partir de un nuevo instrumento promocional recientemente aprobado por la legislatura local cuyo objetivo es alentar la presencia de inversión directa como promotora del desarrollo, sumada a los proyectos de infraestructura y sociales que la administración estatal ha delineado en su Plan de Desarrollo.

En este entorno, los retos para las instituciones de educación superior en el estado, tanto públicas como privadas, será garantizar la formación de los profesionales que se requieren para apoyar un proceso desarrollo sustentable y sostenible. No basta que la educación que se ofrezca sea de calidad, debe ser, sobre todo, pertinente. Este es el compromiso permanente de la Universidad Olmeca.

Doctor Emilio Alberto De YgartuaMonteverde, Rector de la Universidad Olmeca

Hoy, las expectativas de desarrollo para Tabasco son muy altas; el hecho de que el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, sea originario de estas tierras del trópico húmedo es un factor que permite anticipar que, no solo nuestra entidad, el sur-sureste en general, será considerado para la implementación de proyectos económicos que detonen el desarrollo de esta región tan olvidada durante tanto tiempo.

La Cuarta Transformación a la que ha convocado el mandatario federal, pasa necesariamente por un cambio de paradigmas, por la implementación de un nuevo modelo económico que vea más por la gente que por el mercado; que considere el crecimiento económico como un proceso y no como el fin último, que debe ser el desarrollo compartido. Pasar de lo cuantitativo, característica del desarrollismo, a lo cualitativo, es un proceso complejo, pero ineludible si en realidad se quieren revertir las desigualdades que siguen existiendo en esta región que tanto ha aportado en recursos naturales, pero que no ha merecido la redituabilidad necesaria para provocar un desarrollo igualitario.

¿Por qué consideramos que vienen buenos tiempos para Tabasco? Porque los recursos presupuestales y los proyectos que se han anunciado para nuestra entidad, permiten anticipar que se logrará revertir el estancamiento económico que se vive, que se refleja en una muy alta tasa de desempleo y, por ende, en una caída tendencial de los niveles de consumo de la población.

La reducción drástica del circulante monetario derivado de la caída de los precios del petróleo, que contrajo notablemente la presencia de PEMEX en la entidad, y con ella, de las empresas relacionadas con la actividad petrolera, fue la principal causa del deterioro de nuestra economía, sumada a la inexistencia de un plan estratégico capaz de enfrentar las nuevas circunstancias económicas que se vivieron durante la anterior administración.

Sumado a la ventaja que conlleva que el primer mandatario de la nación sea tabasqueño, está el hecho de que el gobernador del estado, Adán Augusto López Hernández, mantiene una comunicación permanente con el presidente López Obrador, a la vez que, derivado de su convergencia partidaria y programática, es un persistente impulsor de los programas federales. A ello debemos añadir las estrategias locales, implementadas por el dirigente estatal, orientadas a atender los enormes rezagos y a revertir la pobreza y la marginación presente en muchas de las comunidades de nuestra entidad.

La Refinería de Dos Bocas y el Tren Maya, son dos proyectos que, sin duda, contribuirán a detonar el desarrollo del estado y la región. El gobierno estatal, además, está apostando por generar los escenarios pertinentes para impulsar la inversión privada, local, nacional e internacional, a realizarse a partir de un nuevo instrumento promocional recientemente aprobado por la legislatura local cuyo objetivo es alentar la presencia de inversión directa como promotora del desarrollo, sumada a los proyectos de infraestructura y sociales que la administración estatal ha delineado en su Plan de Desarrollo.

En este entorno, los retos para las instituciones de educación superior en el estado, tanto públicas como privadas, será garantizar la formación de los profesionales que se requieren para apoyar un proceso desarrollo sustentable y sostenible. No basta que la educación que se ofrezca sea de calidad, debe ser, sobre todo, pertinente. Este es el compromiso permanente de la Universidad Olmeca.

Doctor Emilio Alberto De YgartuaMonteverde, Rector de la Universidad Olmeca