/ martes 5 de octubre de 2021

Punto y Aparte | Nuevos ediles, renovadas ilusiones ciudadanas

Llegan con el mes, 17 nuevas administraciones municipales. Representan recicladas esperanzas para la angustiada ciudadanía, que ve como muchos servicios públicos de sus comunidades, simplemente no funcionan o lo hacen a medias. Los ediles que se van, arrasan con todo, incluyendo los botes de basura y los garrafones para el agua. Dejan más empleados en sus municipios, en contubernio con nefastos líderes sindicales y concesionan todo lo posible, a sus amigos o a ellos mismos, a través de testaferros.

No dejan lo suficiente para cubrir el gasto corriente de: octubre, noviembre y diciembre. Ni siquiera para gasolina y pagos para la electricidad. Sus funcionarios administrativos y financieros, ya no le responden o contestan a los incautos proveedores y prestadores de servicios. Ni que decir, de los adeudos, por despidos injustificados, propios o de administraciones anteriores.

Algunos, aplicarán la política del chango, haciendo el salto a otro cargo, ya gubernamental, ya partidista. Otros, ante el final del “hueso”, buscaran guarecer y ocultar sus nuevas fortunas, dejando algo por si se requiere para los abogados y auditores. Ya piensan en la siguiente investidura política. Desde luego, ya procuran amarres políticos con los hipotéticos futuros aspirantes del 2024. Debe aclararse que todo lo dicho, es desde siempre, sin importar el color ideológico que se defienda.

Los que llegan, rebosan de optimismo y de ganas de castigar lo que sea necesario, sin recordar que las cuentas públicas se negocian políticamente, y que si acaso fuese prudente, algún escarmiento, se ubicará a los que ya no sean útiles o aquellos que le jugaron las contras a los ganadores. También, hay que pagar favores, políticos y financieros. Ya algunos, pretenden desconocer, adeudos, laudos, y, concesiones.

Otros más, vienen “empoderados” por sus triunfos, que atribuyen a su “carisma” y supuestos méritos ante sus su pueblos; desconociendo las operaciones que hicieron quienes movieron las estructuras y las estrategias electorales. Por ello, ya buscan descalificar todo lo antes hecho, sin analizar, fríamente, su continuidad, ante la posible comprobación de eficaces resultados. Como ejemplo, hay por ahí alguien de los ganadores, que ya ofreció correr a toda la policía de su municipio, sin percatarse del dinero que costaría tal osadía, amén de probar, jurídicamente, las supuestas razones de sus despidos.

Empero, a pesar de todo, los ciudadanos de a pie, los que sufren la impericia y negligencia de las administraciones municipales; aprovechan el cambio de actores y actrices políticas, para renovar sus esperanzas. Es la mayoría, normalmente, silenciosa, que aún tiene fe, de que las cosas cambien.

En especial, tienen sus ojos y esperanzas puestas en los únicos 3 municipios donde no arrolló Morena: Paraíso, Cunduacán, y, Tacotalpa. Tan oscuro ve el panorama la dama del primer municipio, que mejor se encomienda a Dios. Otro más, insinúa cambiarse a vivir de tiempo completo al palacio municipal, en vil acción populista. Dos de ellos, además, recibirán presiones de sus institutos políticos para anotar listas enteras de empleados reales o ficticios.

Todos esperan que los gabinetes estén conformados por profesionales probados y operativamente experimentados, no por profesionistas llenos de Maestrías y Doctorados, pero sin probar resultados en los hechos. Algunos ya apuestan a pagos de facturas políticas o a favores a funcionarios, periodistas, o a grupos políticos.

Así que por sus gabinetes lo conoceréis. Hasta ahora, la mayoría guardó hasta el último momento, el anuncio de sus integrantes, quizás por discreción, secrecía, o, simplemente, por temor a que sus gobernados repudien los nombramientos, o en su caso corroboren que la mayoría de los que estuvieron en las campañas, no recibirán sus esperadas recompensas, de un trabajo o de un emolumento.

Políticamente, los ojos puestos en Centro, Cárdenas, Comalcalco, Huimanguillo y Macuspana, donde se concentra el 60% de la población que vota. Algunos de ellos pueden crecer, porque además van acompañados y cobijados por sus grupos políticos. Basta darle seguimiento a sus trayectorias, para verificar que antes trabajaron juntos.

Lo cierto es que hay de todo: jóvenes con incipiente carrera; también experimentados en ambos campos, y uno que otro, que no pinta. Veremos.

Llegan con el mes, 17 nuevas administraciones municipales. Representan recicladas esperanzas para la angustiada ciudadanía, que ve como muchos servicios públicos de sus comunidades, simplemente no funcionan o lo hacen a medias. Los ediles que se van, arrasan con todo, incluyendo los botes de basura y los garrafones para el agua. Dejan más empleados en sus municipios, en contubernio con nefastos líderes sindicales y concesionan todo lo posible, a sus amigos o a ellos mismos, a través de testaferros.

No dejan lo suficiente para cubrir el gasto corriente de: octubre, noviembre y diciembre. Ni siquiera para gasolina y pagos para la electricidad. Sus funcionarios administrativos y financieros, ya no le responden o contestan a los incautos proveedores y prestadores de servicios. Ni que decir, de los adeudos, por despidos injustificados, propios o de administraciones anteriores.

Algunos, aplicarán la política del chango, haciendo el salto a otro cargo, ya gubernamental, ya partidista. Otros, ante el final del “hueso”, buscaran guarecer y ocultar sus nuevas fortunas, dejando algo por si se requiere para los abogados y auditores. Ya piensan en la siguiente investidura política. Desde luego, ya procuran amarres políticos con los hipotéticos futuros aspirantes del 2024. Debe aclararse que todo lo dicho, es desde siempre, sin importar el color ideológico que se defienda.

Los que llegan, rebosan de optimismo y de ganas de castigar lo que sea necesario, sin recordar que las cuentas públicas se negocian políticamente, y que si acaso fuese prudente, algún escarmiento, se ubicará a los que ya no sean útiles o aquellos que le jugaron las contras a los ganadores. También, hay que pagar favores, políticos y financieros. Ya algunos, pretenden desconocer, adeudos, laudos, y, concesiones.

Otros más, vienen “empoderados” por sus triunfos, que atribuyen a su “carisma” y supuestos méritos ante sus su pueblos; desconociendo las operaciones que hicieron quienes movieron las estructuras y las estrategias electorales. Por ello, ya buscan descalificar todo lo antes hecho, sin analizar, fríamente, su continuidad, ante la posible comprobación de eficaces resultados. Como ejemplo, hay por ahí alguien de los ganadores, que ya ofreció correr a toda la policía de su municipio, sin percatarse del dinero que costaría tal osadía, amén de probar, jurídicamente, las supuestas razones de sus despidos.

Empero, a pesar de todo, los ciudadanos de a pie, los que sufren la impericia y negligencia de las administraciones municipales; aprovechan el cambio de actores y actrices políticas, para renovar sus esperanzas. Es la mayoría, normalmente, silenciosa, que aún tiene fe, de que las cosas cambien.

En especial, tienen sus ojos y esperanzas puestas en los únicos 3 municipios donde no arrolló Morena: Paraíso, Cunduacán, y, Tacotalpa. Tan oscuro ve el panorama la dama del primer municipio, que mejor se encomienda a Dios. Otro más, insinúa cambiarse a vivir de tiempo completo al palacio municipal, en vil acción populista. Dos de ellos, además, recibirán presiones de sus institutos políticos para anotar listas enteras de empleados reales o ficticios.

Todos esperan que los gabinetes estén conformados por profesionales probados y operativamente experimentados, no por profesionistas llenos de Maestrías y Doctorados, pero sin probar resultados en los hechos. Algunos ya apuestan a pagos de facturas políticas o a favores a funcionarios, periodistas, o a grupos políticos.

Así que por sus gabinetes lo conoceréis. Hasta ahora, la mayoría guardó hasta el último momento, el anuncio de sus integrantes, quizás por discreción, secrecía, o, simplemente, por temor a que sus gobernados repudien los nombramientos, o en su caso corroboren que la mayoría de los que estuvieron en las campañas, no recibirán sus esperadas recompensas, de un trabajo o de un emolumento.

Políticamente, los ojos puestos en Centro, Cárdenas, Comalcalco, Huimanguillo y Macuspana, donde se concentra el 60% de la población que vota. Algunos de ellos pueden crecer, porque además van acompañados y cobijados por sus grupos políticos. Basta darle seguimiento a sus trayectorias, para verificar que antes trabajaron juntos.

Lo cierto es que hay de todo: jóvenes con incipiente carrera; también experimentados en ambos campos, y uno que otro, que no pinta. Veremos.