La teoría del gen suicida.
Dicen a manera de sarcasmo extendido que el sureño, particularmente el tabasqueño, tiene inserto en su estructura genética una peculiar composición que lo impulsa de manera natural e histórica a provocar el desacuerdo, el rompimiento con sus semejantes que incluso lo pueden llevar a la autoinmolación; sino es mío tampoco será tuyo.
Todos sabemos que los genes desempeñan un papel importante en la determinación de nuestros rasgos físicos, incluso nuestra forma de ser, muchos de esos rasgos se transmiten de generación en generación en el seno de una familia, de un pueblo, de un municipio de un estado.
De hecho los animales se parecen mucho a los humanos e incluso podría compararse con los sureños la historia conocida del comportamiento para escapar del cautiverio de los “cangrejos del sur y del norte” que se pueden comprobar en cualquier mercado o zona de playa.
Existe una fábula de los cangrejos mexicanos que lo resume bien:
En el puesto de un mercado había tres canastas con cangrejos, ante la curiosidad de un cliente, el encargado le explicó: “son de diferentes nacionalidades, por eso los tengo separados. La primera canasta tiene cangrejos norteamericanos, está tapada con una tabla porque si no trepan por su propio esfuerzo y escapan.
La segunda canasta –un poco más alta y tapada con ladrillos- contiene cangrejos japoneses, ellos se apoyan mutuamente forman una pirámide y cuando la mayoría ya está afuera ayuda a salir a los demás, por eso el cesto tiene ese tamaño y está tapado de esa forma”.
Y la tercera ¿Por qué está destapada? ah, ahí no hay problema, respondió el vendedor, “son cangrejos mexicanos y cuando uno quiere salir los demás lo jalan hacia abajo”.
Podrían invocarse hasta preceptos de Charles Darwin y su principal teoría que derivó en un libro ampliamente conocido: “El origen de las especies” por medio de la selección natural o la preservación de las razas preferidas en la lucha por la vida.
Con esa investigación se abre una discusión sobre la teoría de la evolución mediante la selección natural que en resumen considera que el medio ambiente en el que viven los seres humanos ofrece recursos limitados en el que organismos compiten por ellos y los que consigan adaptarse al medio lograrán más recursos y se reproducirán más y mejor.
Todo lo anterior tiene relación con el momento histórico que vive Tabasco y que conforme transcurre el tiempo parece diluirse y aquel sueño para construir un gran estado por las mismas divisiones políticas y enfrentamiento entre tabasqueños está dejando ir una invariable oportunidad que difícilmente se repetirá.
Desde aquel cliché noventero que dividió más a los tabasqueños entre “bien nacidos y mal nacidos” se extendió y profundizó entre la población hasta enfrentamientos absurdos entre pueblos y ciudadanos.
La construcción de la refinería de Dos Bocas aunque se pudiera estar en contra del proyecto, al convertirse en una realidad debería promover la suma y participación de los pequeños grupos empresariales con los grandes dueños del capital de Tabasco –que no son muchos- porque históricamente se ha beneficiado a los mismos de siempre, sin embargo en lugar de promover sinergias hacen lo contrario.
Ahora mismo existe una polémica por una presunta asignación millonaria irregular a una empresa tabasqueña y una de origen holandés para trabajar en Dos Bocas y aunque están identificados los “grandes tiburones” nacionales detrás de la campaña porque perderían una inversión importante una parte se alimenta de información de grupos tabasqueños.
No es necesario explicar lo que pasa en Tabasco con un desacuerdo hasta para construir un hospital por una diferencia de metros, abasto de medicinas, obras públicas, transportación, logística y demás.
Mientras, Nuevo León, Querétaro, Jalisco, Puebla por citar algunos estados con crecimiento económico importante pelean por más recursos y se esfuerzan por consolidarlos y mantenerlos en una lógica en que ganan todos.
CONTORNO
Una semana decisiva…
