/ martes 15 de septiembre de 2020

Punto y Aparte | El pecado de la Señora Falcón: ser pariente de un político

Dice un viejo adagio, que a los amigos, se les escoge; pero, a la familia, no. Una dama perfectamente conocida en la sociedad de Macuspana, es cobardemente atacada mediáticamente, sólo por el hecho de ser pariente, de un político de alto rango.

No les ha importado, si es inocente o no. Quizás partiendo de aquella máxima, tú difama, que algo queda. Para nada, han tomado en cuenta, la presunción de inocencia; y aquella premisa que señala que nadie puede ser molestado en su persona, sin antes, haber sido juzgada y vencida, en juicio.

Lapidariamente, los enemigos, detractores, y opositores del pariente político de la dama mencionada, han usado el hecho de su renuncia al cargo de Síndica de Hacienda, del desaparecido Ayuntamiento de Macuspana, para acusar, sin pruebas, ni fundamentos, un supuesto mal manejo de fondos del erario municipal.

Nada está probado, ni sustentado. Todo es violencia mediática, para “castigar” al político, que les roba el sueño. Es decir, vulneran, arbitrariamente, la individualidad de la señora, en aras, de dañar o deteriorar la imagen pública del servidor público.

Con el hambre de nota de color, muchos han seguido el juego. Unos por simple imitación, mientras otros, con toda alevosía, premeditación, y, ventaja. “Me la debes AMLO, te la cobro, a través de tu pariente”.

Debe quedar claro, que la presunta culpabilidad debe sustentarse y comprobarse, ante las instancias legales que corresponden, no en los medios de comunicación.

El órgano técnico del Congreso local, así como los legisladores que lo conforman, habrán de revisar y calificar, en tiempo y forma, todas las inconsistencias jurídicas del Ayuntamiento desaparecido, para posteriormente, deslindar las responsabilidades legales, de cada servidor público involucrado.

Nadie puede declarar culpabilidad alguna, antes de agotarse los plazos y las formas, perfectamente señaladas en la ley. Y menos, si no se sustentan con fehacientes pruebas.

Doña Concepción Falcón Montejo, nació el 8 de diciembre de 1963, en Macuspana, Tabasco. Hija de la señora Concepción Montejo López (cariñosamente, Chonita), y, del señor Don Abel Falcón Cámara, ganadero y empresario, quien fuera Presidente Municipal de la tierra de los llamados Tumbapatos (1956-1958).

Sus hermanos, son, de padre y madre: Ignacio Falcón Montejo y la Sra. Marlene Falcón Montejo.

Únicamente de padre: Angélica María Falcón Ruiz; Norma Falcón Ruiz; Luis Abel Falcón Ruiz; Jorge Falcón Ruiz; y, José Francisco Falcón Ruiz.

Es madre de: Anabel, Abel Ignacio y Perla. Casada actualmente con José Ramiro López Obrador.

Estudió la Primaria en la Escuela "José Narciso Rovirosa", y la secundaria en la Escuela Secundaria Federal "Rómulo Hernández García", ambas en Macuspana, Tabasco.

La Preparatoria, la cursó en la ciudad de Puebla, Puebla, y la carrera de Licenciada en Educación Preescolar, en la Escuela Normal “Rosario María Gutíerrez Eskildsen”, en Villahermosa, Tabasco.

Además de ser profesora, en toda su vida productiva, se desempeñó varios años, como titular de la URSE Macuspana (Unidades Regionales de Servicios Educativos). Entre otros jardines donde impartió clases, sobresalen: “Mis Blancas Mariposas”, y el “Primavera”. Actualmente jubilada.

Obradorista de “hueso colorado”, mucho antes de que fuera pariente política de Andrés. Cuando tuvo la oportunidad de estar en el DIF durante el gobierno de su esposo José Ramiro, la gente la recuerda, como alguien, que sirvió, ayudando a niños desprotegidos, enfermos, discapacitados y personas de la tercera edad, incluso con dinero propio.

Nunca, antes de estar casada con su actual esposo, tuvo interés en cargos públicos. Sin embargo, quienes la conocen afirma que tiene alta sensibilidad social. Sostiene que “ayudar a quienes más lo necesitan, es la mayor satisfacción que alguien puede tener y es la respuesta de gratitud, por la confianza que han depositado en las urnas”.

Desde luego, ella tendrá que responder sobre sus actividades como funcionaria municipal. Nadie duda que así debe ser. Lo que no se vale, es que en aras de venganzas, y linchamientos mediáticos para “ablandar” a su pariente, “la lleven al baile a ella”. Debe concedérsele cuando menos, el beneficio de la duda. Cualquier otra cosa, es mezquindad, protagonismo y oportunismo.

Dice un viejo adagio, que a los amigos, se les escoge; pero, a la familia, no. Una dama perfectamente conocida en la sociedad de Macuspana, es cobardemente atacada mediáticamente, sólo por el hecho de ser pariente, de un político de alto rango.

No les ha importado, si es inocente o no. Quizás partiendo de aquella máxima, tú difama, que algo queda. Para nada, han tomado en cuenta, la presunción de inocencia; y aquella premisa que señala que nadie puede ser molestado en su persona, sin antes, haber sido juzgada y vencida, en juicio.

Lapidariamente, los enemigos, detractores, y opositores del pariente político de la dama mencionada, han usado el hecho de su renuncia al cargo de Síndica de Hacienda, del desaparecido Ayuntamiento de Macuspana, para acusar, sin pruebas, ni fundamentos, un supuesto mal manejo de fondos del erario municipal.

Nada está probado, ni sustentado. Todo es violencia mediática, para “castigar” al político, que les roba el sueño. Es decir, vulneran, arbitrariamente, la individualidad de la señora, en aras, de dañar o deteriorar la imagen pública del servidor público.

Con el hambre de nota de color, muchos han seguido el juego. Unos por simple imitación, mientras otros, con toda alevosía, premeditación, y, ventaja. “Me la debes AMLO, te la cobro, a través de tu pariente”.

Debe quedar claro, que la presunta culpabilidad debe sustentarse y comprobarse, ante las instancias legales que corresponden, no en los medios de comunicación.

El órgano técnico del Congreso local, así como los legisladores que lo conforman, habrán de revisar y calificar, en tiempo y forma, todas las inconsistencias jurídicas del Ayuntamiento desaparecido, para posteriormente, deslindar las responsabilidades legales, de cada servidor público involucrado.

Nadie puede declarar culpabilidad alguna, antes de agotarse los plazos y las formas, perfectamente señaladas en la ley. Y menos, si no se sustentan con fehacientes pruebas.

Doña Concepción Falcón Montejo, nació el 8 de diciembre de 1963, en Macuspana, Tabasco. Hija de la señora Concepción Montejo López (cariñosamente, Chonita), y, del señor Don Abel Falcón Cámara, ganadero y empresario, quien fuera Presidente Municipal de la tierra de los llamados Tumbapatos (1956-1958).

Sus hermanos, son, de padre y madre: Ignacio Falcón Montejo y la Sra. Marlene Falcón Montejo.

Únicamente de padre: Angélica María Falcón Ruiz; Norma Falcón Ruiz; Luis Abel Falcón Ruiz; Jorge Falcón Ruiz; y, José Francisco Falcón Ruiz.

Es madre de: Anabel, Abel Ignacio y Perla. Casada actualmente con José Ramiro López Obrador.

Estudió la Primaria en la Escuela "José Narciso Rovirosa", y la secundaria en la Escuela Secundaria Federal "Rómulo Hernández García", ambas en Macuspana, Tabasco.

La Preparatoria, la cursó en la ciudad de Puebla, Puebla, y la carrera de Licenciada en Educación Preescolar, en la Escuela Normal “Rosario María Gutíerrez Eskildsen”, en Villahermosa, Tabasco.

Además de ser profesora, en toda su vida productiva, se desempeñó varios años, como titular de la URSE Macuspana (Unidades Regionales de Servicios Educativos). Entre otros jardines donde impartió clases, sobresalen: “Mis Blancas Mariposas”, y el “Primavera”. Actualmente jubilada.

Obradorista de “hueso colorado”, mucho antes de que fuera pariente política de Andrés. Cuando tuvo la oportunidad de estar en el DIF durante el gobierno de su esposo José Ramiro, la gente la recuerda, como alguien, que sirvió, ayudando a niños desprotegidos, enfermos, discapacitados y personas de la tercera edad, incluso con dinero propio.

Nunca, antes de estar casada con su actual esposo, tuvo interés en cargos públicos. Sin embargo, quienes la conocen afirma que tiene alta sensibilidad social. Sostiene que “ayudar a quienes más lo necesitan, es la mayor satisfacción que alguien puede tener y es la respuesta de gratitud, por la confianza que han depositado en las urnas”.

Desde luego, ella tendrá que responder sobre sus actividades como funcionaria municipal. Nadie duda que así debe ser. Lo que no se vale, es que en aras de venganzas, y linchamientos mediáticos para “ablandar” a su pariente, “la lleven al baile a ella”. Debe concedérsele cuando menos, el beneficio de la duda. Cualquier otra cosa, es mezquindad, protagonismo y oportunismo.