/ sábado 1 de agosto de 2020

Punto y Aparte | Arvide, una “perioactriz”  venida a menos

En Tabasco, causó algarabía, el nombramiento de Isabel Arvide, como Cónsul, en Estambul, Turquía. Ello, porque muchos la consideran tabasqueña, toda vez que vivió en Villahermosa, junto con su familia, algún tiempo, por allá de los años 70´s.

En cambio, en el resto del país, y sobre todos en las redes sociales, la noticia generó un sinnúmero de acres y ácidos comentarios, toda vez, que a la ahora, diplomática, no se le conocen antecedentes en la materia, así como tampoco, trayectoria académica alguna.

Ella misma anunció la primicia, ganándole incluso a la autoridad que debía dar a conocer la noticia. Nota es nota, y, ella, la ganó.

Vale comentar que ella es una mujer, de las que llaman atrabancada, “tirada para adelante”, quien desafía a cualquiera, eterna rebelde, temeraria, y, “gustosa” polemista.

En 1997 publicó el artículo “A mí también me da pena” donde calificó a Sasha Montenegro, como “encueratriz venida a menos”, lo cual le valió una demanda que la obligó a pagar cinco millones de pesos por difamación y calumnias. Perdió gran parte de su patrimonio.

La polémica, súper informada y combativa periodista, autora de la columna “Sin Gafete”, también recibió diversas felicitaciones tras su nombramiento y no dejó de contestar algunas alusiones personales.

María Isabel Arvide Limón, nació el 12 de noviembre de 1951, en la CDMX. Hija del doctor Antonio Arvide Abdala, y de la señora Aurelia Sara Limón Castillo. Hermana de Javier y Antonio. Su bisabuelo paterno, llegó de Líbano, vía Francia, a finales del siglo XIX.

Casada muy joven, rápidamente se divorció. Es mamá de Bruno Rafael Cárcamo Arvide. Se le relacionó sentimentalmente con políticos y militares de alto rango, sin que ello le incomode, incluso, algunos, ella misma los ha difundido. Sin embargo, si dejo testimonios de algunos: Francisco Arellano Noblecía, Tulio Hernández, Ernesto Leal, entre otros.

Durante su estancia en Villahermosa, estudió la Secundaria, en el Colegio Tabasco de Niñas, ubicado en la calle Lino Merino donde también tuvo su domicilio.

Sus condiscípulas, la apodaron “La Despeinada”, por poseer un cabello muy parecido al de la cantante Amanda Miguel. La recuerdan por poner de moda la mini-falda, con lo que presumía sus torneadas y firmes extremidades inferiores.

Inició estudios universitarios, de la carrera de Medicina, mismos que tuvo que abandonar. Meses después, en 1976, llegó a la redacción de Excélsior.

Empezó a redactar cables, a realizar guardias y a acompañar a los reporteros a cubrir notas. Posteriormente, fue enviada a cubrir la Presidencia de la República en el ocaso del sexenio de Luis Echeverría.

Desenvuelta, atrevida y decidida, Arvide demuestra facilidad y calidad para la escritura. Habilidad forjada, en su época universitaria, a través de sus poemas, cuentos y narraciones.

Una de sus primeras crónicas titulada “El convoy de la esperanza”, recogió una de las últimas giras de Echeverría, siendo portada del periódico y ameritó una invitación del mandatario.

Ha colaborado con los principales medios nacionales. Recibió el Premio Nacional de Periodismo en 1984, por artículo de opinión.

Es una comentarista política respetada y temida por sus críticas directas y políticamente sustentadas. Además, ha publicado novela, poesía erótica, crónica y entrevistas.

Entre sus libros destacan, "La Decisión Presidencial" y "Asunto de Familia", ambos analizando la corrupta relación entre Manuel Camacho, Carlos Salinas de Gortari y Luis Donaldo Colosio.

En "La Guerra de los Espejos" narra el conflicto armado de Chiapas. Con la misma editorial publicó, en 1999, "La Sucesión Milenaria”.

Fue la efímera directora del diario Summa, de la empresa Televisa, hasta el primer día de diciembre de 1994, de donde salió por el encabezado: "Decepcionó el Gabinete".

Periodista con acceso privilegiado a altos mandos militares en distintos gobiernos. Incluso, escribió “Mis generales”, un libro inédito donde narra, sus más de 35 años de convivir con ellos.

Asesora en temas de seguridad pública en gobiernos estatales, así como analista política y militar. Algunas veces publirrelacionista de Medios y cabildera política.

Esa es la defeña-jarocha-tabasqueña que deja el periodismo, para dedicarse a la diplomacia. Incluso su blog Estado Mayor dejó de funcionar.

En Tabasco, causó algarabía, el nombramiento de Isabel Arvide, como Cónsul, en Estambul, Turquía. Ello, porque muchos la consideran tabasqueña, toda vez que vivió en Villahermosa, junto con su familia, algún tiempo, por allá de los años 70´s.

En cambio, en el resto del país, y sobre todos en las redes sociales, la noticia generó un sinnúmero de acres y ácidos comentarios, toda vez, que a la ahora, diplomática, no se le conocen antecedentes en la materia, así como tampoco, trayectoria académica alguna.

Ella misma anunció la primicia, ganándole incluso a la autoridad que debía dar a conocer la noticia. Nota es nota, y, ella, la ganó.

Vale comentar que ella es una mujer, de las que llaman atrabancada, “tirada para adelante”, quien desafía a cualquiera, eterna rebelde, temeraria, y, “gustosa” polemista.

En 1997 publicó el artículo “A mí también me da pena” donde calificó a Sasha Montenegro, como “encueratriz venida a menos”, lo cual le valió una demanda que la obligó a pagar cinco millones de pesos por difamación y calumnias. Perdió gran parte de su patrimonio.

La polémica, súper informada y combativa periodista, autora de la columna “Sin Gafete”, también recibió diversas felicitaciones tras su nombramiento y no dejó de contestar algunas alusiones personales.

María Isabel Arvide Limón, nació el 12 de noviembre de 1951, en la CDMX. Hija del doctor Antonio Arvide Abdala, y de la señora Aurelia Sara Limón Castillo. Hermana de Javier y Antonio. Su bisabuelo paterno, llegó de Líbano, vía Francia, a finales del siglo XIX.

Casada muy joven, rápidamente se divorció. Es mamá de Bruno Rafael Cárcamo Arvide. Se le relacionó sentimentalmente con políticos y militares de alto rango, sin que ello le incomode, incluso, algunos, ella misma los ha difundido. Sin embargo, si dejo testimonios de algunos: Francisco Arellano Noblecía, Tulio Hernández, Ernesto Leal, entre otros.

Durante su estancia en Villahermosa, estudió la Secundaria, en el Colegio Tabasco de Niñas, ubicado en la calle Lino Merino donde también tuvo su domicilio.

Sus condiscípulas, la apodaron “La Despeinada”, por poseer un cabello muy parecido al de la cantante Amanda Miguel. La recuerdan por poner de moda la mini-falda, con lo que presumía sus torneadas y firmes extremidades inferiores.

Inició estudios universitarios, de la carrera de Medicina, mismos que tuvo que abandonar. Meses después, en 1976, llegó a la redacción de Excélsior.

Empezó a redactar cables, a realizar guardias y a acompañar a los reporteros a cubrir notas. Posteriormente, fue enviada a cubrir la Presidencia de la República en el ocaso del sexenio de Luis Echeverría.

Desenvuelta, atrevida y decidida, Arvide demuestra facilidad y calidad para la escritura. Habilidad forjada, en su época universitaria, a través de sus poemas, cuentos y narraciones.

Una de sus primeras crónicas titulada “El convoy de la esperanza”, recogió una de las últimas giras de Echeverría, siendo portada del periódico y ameritó una invitación del mandatario.

Ha colaborado con los principales medios nacionales. Recibió el Premio Nacional de Periodismo en 1984, por artículo de opinión.

Es una comentarista política respetada y temida por sus críticas directas y políticamente sustentadas. Además, ha publicado novela, poesía erótica, crónica y entrevistas.

Entre sus libros destacan, "La Decisión Presidencial" y "Asunto de Familia", ambos analizando la corrupta relación entre Manuel Camacho, Carlos Salinas de Gortari y Luis Donaldo Colosio.

En "La Guerra de los Espejos" narra el conflicto armado de Chiapas. Con la misma editorial publicó, en 1999, "La Sucesión Milenaria”.

Fue la efímera directora del diario Summa, de la empresa Televisa, hasta el primer día de diciembre de 1994, de donde salió por el encabezado: "Decepcionó el Gabinete".

Periodista con acceso privilegiado a altos mandos militares en distintos gobiernos. Incluso, escribió “Mis generales”, un libro inédito donde narra, sus más de 35 años de convivir con ellos.

Asesora en temas de seguridad pública en gobiernos estatales, así como analista política y militar. Algunas veces publirrelacionista de Medios y cabildera política.

Esa es la defeña-jarocha-tabasqueña que deja el periodismo, para dedicarse a la diplomacia. Incluso su blog Estado Mayor dejó de funcionar.