¿Cómo entender esa contradicción?
El pasado sábado, el gobernador de Tabasco, Adán Augusto López Hernández reveló que la entidad mantenía una tendencia a la baja en cuanto al número de casos positivos a Covid-19 que coincidía plenamente con los casos negativos en mayor número, esta semana reiteró que esa constante en declive de confirmados parece consolidarse, no obstante, dijo que aumentarían la capacidad de atención a pacientes positivos habilitando un nuevo pabellón hospitalario en la Nave del Parque Tabasco.
Este miércoles el director de Epidemiología de la Secretaría de Salud Federal, José Luis Alomía informó que Tabasco se colocó en el primer lugar de la lista de los estados que reportaron una alta ocupación de camas de hospitalización general al mostrar un 68 por ciento y en segundo lugar Puebla con 61 por ciento.
Sin embargo, en cuanto a disponibilidad de camas con ventilador el estado se ubica en octavo lugar con una ocupación del 46 por ciento.
Cabe señalar que las camas con ventilador son el último recurso para un paciente que llega a intubarse en el que sus posibilidades de supervivencia se reducen casi a cero, de 10 pacientes que ocupan respiración mecánica casi 9 mueren, de manera que esa disponibilidad no es como para celebrarse.
La explicación de la ocupación hospitalaria es de cierta manera sencilla y está relacionada con el incremento casi al doble de los casos positivos que se registraron solo en junio con 6 mil 553 positivos, mientras que en el mes de mayo hubo 3 mil 158.
El número de casos confirmados aumentó de manera natural la ocupación de camas de hospital aunado al largo periodo de recuperación de cada paciente ingresado y que suman en promedio 15 días, más los nuevos casos, terminan por saturar la capacidad de atención.
Lo que realmente resulta positivo es que la tendencia de casos a la baja se afiance y con ello despresurizar el sistema hospitalario y la enorme carga de médicos, personal de enfermería, ambulancias y administrativos que además han sufrido las consecuencias con casi un 30 por ciento de ellos que resultaron contagiados.
Ojalá.
CONTORNO
Obra pública y vivienda, la apuesta
Alrededor de 5 mil millones de pesos se invertirán en total en obra pública durante el 2020 en distintos proyectos que comenzaron a ejecutarse en el primer trimestre del año, proceso que se detuvo durante el segundo trimestre con la emergencia sanitaria por Covid-19.
Al iniciar el segundo semestre del año, esa derrama se ha reactivado y esa es la apuesta del Gobierno de Tabasco para incentivar el empleo y buscar que esta incida en los casi 50 rubros que abarca la industria de la construcción.
Por la parte social, el titular de la Secretaría del Bienestar, Mario Llergo Latournerie confirmó que aumentaron los recursos para desarrollar obras y servicios a comunidades de muy alta y alta marginación en los 17 municipios de Tabasco, este programa arrancó en 2019.
Así también el director del Instituto de Vivienda de Tabasco (INVITAB) Daniel Casasús Ruz anunció que lograron llenar una bolsa de recursos con los que se desarrollarán 4 mil 715 acciones de vivienda en zonas indígenas de alta marginación en los municipios de Centro, Centla, Nacajuca, Macuspana y Cárdenas.
Si son constructores tabasqueños –como se prometió- en su mayoría los que participen, ganen, desarrollen y cumplan de manera responsable con las obras comprometidas esa derrama será de mucha ayuda para la economía de la entidad, en un momento altamente complicado.
