/ lunes 17 de agosto de 2020

Entorno | Odio, resentimiento, ira colectiva y la aportación política

“Nada en la tierra consume tanto a un hombre más rápido que la pasión del resentimiento”

“El rencor, el cual nace de la debilidad, no lastima a nadie más que a la persona débil en cuestión” Friedrich Nietzsche.

Tabasco: el mejor lugar para vivir…

Un siniestro de tráfico ocurrido la noche del jueves 13 en el que estuvo involucrado el ex gobernador de Tabasco, Manuel Andrade Díaz y la sucesión de reacciones “en masa” que casi provocan una tragedia mayor confirman lo que aquí se ha insistido desde hace muchos años respecto a la frustración colectiva, que está muy lejos de esa felicidad prometida con el simple acto de gobernar.

En esta ira acumulada los políticos de todos los partidos y corrientes tienen una gran parte de esa culpa, en una entidad donde como se ha dicho mitad en broma, mitad en serio, su población es la más politizada de todo México.

2012.

En una charla entre un ex alcalde, un funcionario importante en el ámbito federal y estatal y el reportero se planteó el momento difícil de crispación social que se respiraba en la sociedad tabasqueña por lo que había ocurrido, particularmente, en el último año de la administración de Andrés Granier.

Arturo Núñez Jiménez había sido electo gobernador y él interlocutor alcalde, a la preocupación sobre el crecimiento del sentimiento de ira y protesta agregué que de no mejorar –en un entorno que en ese momento ya era complicado per sé- no dudaría que en algún momento, Núñez Jiménez podría resultar agredido, quizá no ahora, dije, pero sí después, el edil pasó de la sonrisa a la estupefacción y repuso, que era demasiado pesimista y me recomendaba reflexionar sobre el impresionante apoyo en las urnas que habían obtenido.

Casi un año y medio después de aquella charla, el 7 de enero de 2014, el secretario de gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, Núñez Jiménez y el presidente municipal de Centro, Humberto de

los Santos Bertruy cuando concluían un recorrido por la zona conocida como los Pedrero, en la ranchería Río Viejo para conocer las afectaciones por lluvias atípicas registradas la última semana de

diciembre de 2013, un grupo de señoras comenzaron a susurrar reclamos que terminaron en gritos, algunas de esas expresiones eran tales como “lo que queremos es despensa para que traen tantos zalameros, sino traen ayuda”; “si le hubiera tocado al químico (Granier) desde el primer día habría estado con nosotros aquí tomando café y comiendo galletas no hasta ahorita y sin nada en las manos” los funcionarios federales y estatales continuaron su camino y el único que se detuvo fue el edil de Centro, al escuchar una mentada de madre generalizada para increpar a una de ellas “señora así no, no sea grosera, se les va a apoyar, pero no con insultos” al darse la vuelta y alcanzar a la comitiva los gritos fueron injurias al por mayor.

A mediados de la administración de Núñez Jiménez hay un mito urbano que no parece tal, ocurrió en un tramo de la carretera Cárdenas-Huimanguillo cuando la directora del DIF, Marta Lilia López Aguilera recibió un mensaje hostil. Fin de la historia.

El último año de la anterior administración, López Aguilera fue literalmente secuestrada en el Hospital del Niño y que al liberarla horas después casi termina en una tragedia.

Historias de este tipo no hay pocas más bien cientos.

2020

Ni el mismo-amado y respetado por muchos en su tierra- presidente Andrés Manuel López Obrador se ha salvado de la ira acumulada tabasqueña, en Quintín Arauz, Centla, en febrero de este año fue obligado a descender de su camioneta para que revisara las condiciones de una casa de salud, se resistió y al final cedió, enojado –en lo personal, no lo había visto antes así- y esa suma terminó con una confrontación verbal en el último acto de esa gira en su natal Macuspana.

La semana pasada, Andrade Díaz sintió en carne propia eso, seguro pasaron muchas cosas por su cabeza, como aquella exitosa frase en su campaña electoral para gobernador en el año 2000 “a las mujeres se les respeta, ustedes serán las consentidas de mi gobierno, si su marido llega borracho a su casa, o les quiere comenzar a molestar, garrote con el cliente” esa noche, desde distintos callejones salieron decenas de hombres y “pocas mujeres” con sus garrotes, dispuestos a destruir todo a su paso. La policía pudo rescatarlo, pero no impidió que la turba volteara el coche.

¿En un Estado de Derecho?

Un fémur roto y recuperado: el primer acto de civilización.

Existe una historia hermosa sobre lo que podría interpretarse como el primer acto de civilización en la historia de la humanidad, que pudo ser el descubrimiento del fuego por todo lo que implicó o los utensilios elaborados en el neolítico u otros, pero no, está antropológicamente aceptado que la representación más fiel es la de un fémur roto y recuperado de un ser humano y que data de casi un millón de años atrás.

Era imposible, en aquel tiempo, que un hombre herido –en modo primitivo- pudiera ser rescatado y menos aún que recibiera cuidados hasta sanar, porque así como los animales, eran abandonados a su suerte.

Aquí es más importante ahora lo que se pueda ganar, sea un tráiler cargado de alimentos o de vacas, sea incluso un prudente o imprudente conductor.

Sigan atizando el fuego y avivando el discurso del odio.

El pueblo sabio…

CONTORNO

Ya casi…

La decisión del gobernador de Tabasco Adán Augusto López Hernández de mantener a la entidad en semáforo rojo por quince días más, pese a que la autoridad federal –López Gatell- determinó que hemos pasado al naranja, es lo más adecuado.

Esto aún no termina.

“Nada en la tierra consume tanto a un hombre más rápido que la pasión del resentimiento”

“El rencor, el cual nace de la debilidad, no lastima a nadie más que a la persona débil en cuestión” Friedrich Nietzsche.

Tabasco: el mejor lugar para vivir…

Un siniestro de tráfico ocurrido la noche del jueves 13 en el que estuvo involucrado el ex gobernador de Tabasco, Manuel Andrade Díaz y la sucesión de reacciones “en masa” que casi provocan una tragedia mayor confirman lo que aquí se ha insistido desde hace muchos años respecto a la frustración colectiva, que está muy lejos de esa felicidad prometida con el simple acto de gobernar.

En esta ira acumulada los políticos de todos los partidos y corrientes tienen una gran parte de esa culpa, en una entidad donde como se ha dicho mitad en broma, mitad en serio, su población es la más politizada de todo México.

2012.

En una charla entre un ex alcalde, un funcionario importante en el ámbito federal y estatal y el reportero se planteó el momento difícil de crispación social que se respiraba en la sociedad tabasqueña por lo que había ocurrido, particularmente, en el último año de la administración de Andrés Granier.

Arturo Núñez Jiménez había sido electo gobernador y él interlocutor alcalde, a la preocupación sobre el crecimiento del sentimiento de ira y protesta agregué que de no mejorar –en un entorno que en ese momento ya era complicado per sé- no dudaría que en algún momento, Núñez Jiménez podría resultar agredido, quizá no ahora, dije, pero sí después, el edil pasó de la sonrisa a la estupefacción y repuso, que era demasiado pesimista y me recomendaba reflexionar sobre el impresionante apoyo en las urnas que habían obtenido.

Casi un año y medio después de aquella charla, el 7 de enero de 2014, el secretario de gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, Núñez Jiménez y el presidente municipal de Centro, Humberto de

los Santos Bertruy cuando concluían un recorrido por la zona conocida como los Pedrero, en la ranchería Río Viejo para conocer las afectaciones por lluvias atípicas registradas la última semana de

diciembre de 2013, un grupo de señoras comenzaron a susurrar reclamos que terminaron en gritos, algunas de esas expresiones eran tales como “lo que queremos es despensa para que traen tantos zalameros, sino traen ayuda”; “si le hubiera tocado al químico (Granier) desde el primer día habría estado con nosotros aquí tomando café y comiendo galletas no hasta ahorita y sin nada en las manos” los funcionarios federales y estatales continuaron su camino y el único que se detuvo fue el edil de Centro, al escuchar una mentada de madre generalizada para increpar a una de ellas “señora así no, no sea grosera, se les va a apoyar, pero no con insultos” al darse la vuelta y alcanzar a la comitiva los gritos fueron injurias al por mayor.

A mediados de la administración de Núñez Jiménez hay un mito urbano que no parece tal, ocurrió en un tramo de la carretera Cárdenas-Huimanguillo cuando la directora del DIF, Marta Lilia López Aguilera recibió un mensaje hostil. Fin de la historia.

El último año de la anterior administración, López Aguilera fue literalmente secuestrada en el Hospital del Niño y que al liberarla horas después casi termina en una tragedia.

Historias de este tipo no hay pocas más bien cientos.

2020

Ni el mismo-amado y respetado por muchos en su tierra- presidente Andrés Manuel López Obrador se ha salvado de la ira acumulada tabasqueña, en Quintín Arauz, Centla, en febrero de este año fue obligado a descender de su camioneta para que revisara las condiciones de una casa de salud, se resistió y al final cedió, enojado –en lo personal, no lo había visto antes así- y esa suma terminó con una confrontación verbal en el último acto de esa gira en su natal Macuspana.

La semana pasada, Andrade Díaz sintió en carne propia eso, seguro pasaron muchas cosas por su cabeza, como aquella exitosa frase en su campaña electoral para gobernador en el año 2000 “a las mujeres se les respeta, ustedes serán las consentidas de mi gobierno, si su marido llega borracho a su casa, o les quiere comenzar a molestar, garrote con el cliente” esa noche, desde distintos callejones salieron decenas de hombres y “pocas mujeres” con sus garrotes, dispuestos a destruir todo a su paso. La policía pudo rescatarlo, pero no impidió que la turba volteara el coche.

¿En un Estado de Derecho?

Un fémur roto y recuperado: el primer acto de civilización.

Existe una historia hermosa sobre lo que podría interpretarse como el primer acto de civilización en la historia de la humanidad, que pudo ser el descubrimiento del fuego por todo lo que implicó o los utensilios elaborados en el neolítico u otros, pero no, está antropológicamente aceptado que la representación más fiel es la de un fémur roto y recuperado de un ser humano y que data de casi un millón de años atrás.

Era imposible, en aquel tiempo, que un hombre herido –en modo primitivo- pudiera ser rescatado y menos aún que recibiera cuidados hasta sanar, porque así como los animales, eran abandonados a su suerte.

Aquí es más importante ahora lo que se pueda ganar, sea un tráiler cargado de alimentos o de vacas, sea incluso un prudente o imprudente conductor.

Sigan atizando el fuego y avivando el discurso del odio.

El pueblo sabio…

CONTORNO

Ya casi…

La decisión del gobernador de Tabasco Adán Augusto López Hernández de mantener a la entidad en semáforo rojo por quince días más, pese a que la autoridad federal –López Gatell- determinó que hemos pasado al naranja, es lo más adecuado.

Esto aún no termina.