/ lunes 30 de agosto de 2021

Entorno | El relevo generacional

Los ríos más profundos corren con menos ruido

Curcio


La incorporación del gobernador con licencia Adán Augusto López Hernández, a la Secretaría de Gobernación no es, en lo absoluto, un hecho fortuito, existen razones profundas y coincidencias políticas, más allá de la anécdota y la referencia histórica vinculante y recurrente con el actual presidente Andrés Manuel López Obrador, incluso ahora, de algunos redactores con presencia nacional, respecto a su ascenso político.

El nombramiento es un reconocimiento a ello, aunque hay muchas anécdotas, desconocidas públicamente, algunas, retratan con claridad la afinidad en el proyecto político, en el momento más crítico de las inundaciones del año 2007, el ahora secretario de gobernación, desde Paseo Tabasco coordinó personalmente la evacuación de familias afectadas de la zona de Gaviotas, lo mismo que en Acachapan o en otras zonas siempre acompañadas del mensaje y la representación de López Obrador. Días después el actual presidente recorría en una lancha parte de esas zonas afectadas.

Algo similar ocurrió con la denominada resistencia civil, una de las banderas de lucha política y social más importante del movimiento, se compraron cientos de transformadores, se crearon grupos de reconexión y hasta se adquirieron unidades móviles para resolver un problema ampliamente extendido en todos los municipios de la entidad.

Era posible, encontrarse una mañana cualquiera de un sábado en marzo del 2015 caminando al actual presidente, López Obrador en el “Tintal” de Jalapa, sin ningún otro acompañante más que el propio López Hernández, incluso hasta para descender sostener un diálogo con el reportero y hasta la foto del recuerdo.

Pero Tabasco no es México, aunque, ese llamado laboratorio de la revolución al que acuñó y perpetuó con su frase el General Lázaro Cárdenas durante una visita a la entidad en referencia al pasado relevante de la lucha revolucionaria que se gestó desde aquí y se extendió a todo el país con la rebelión garridista, a lo largo de las generaciones ha persistido esa resistencia a lo convencional, a romper paradigmas lo que podría robustecer la idea de todo proyecto que se precie de serlo, la consolidación.

Difícilmente habrá una coyuntura similar en los próximos años y esta es la gran y muy posible última oportunidad de esta generación.

Es otro tiempo, pero la idea debe ser clara y se necesita de todos.

CONTORNO

El gobernador Merino

La noche del pasado jueves, antes de que se conociera el nombre de quien sería el gobernador interino o quien supliera al ahora secretario de gobernación, mis apreciados colegas, Filiberto Lastra y el director de Tabasco Hoy Radio, Fredy Velazco me ofrecieron la oportunidad de compartir una opinión, en entrevista, para la transmisión en vivo que realizaban en las inmediaciones de la sede de los tres Poderes.

El nombre más recurrente entre todos los ahí presentes era el de Raúl Ojeda, también el de Jaime Lastra, Enrique Priego y José Antonio de la Vega, -tratando de interpretar la reflexión política del gobernador que presentaría la licencia-, concluí en esa entrevista que, aunque “el mensaje de la movilidad y el placeo podría dar la señal de que sería Ojeda” en realidad podría tratarse de un simple simbolismo, no sería él; del titular del Poder Judicial dije que, no creía que fuese y expuse las razones; tampoco Jaime Lastra; si creía podría ser el entonces secretario de gobierno, José Antonio de la Vega por lo que contemplaba la Constitución Política de Tabasco, no obstante, igual suponía que su destino -por su conocimiento legal- sería irse a Gobernación. Lo que también parece sucederá.

En la parte final de esa entrevista, declaré como colofón que, no se podía descartar a Carlos Manuel Merino Campos.

Y fue él precisamente quien asumió como gobernador de Tabasco, la única diferencia con el análisis previo de esa noche fue que se cumplió el pronóstico de la forma en como asumiría el cargo, solo que para ello De la Vega Asmitia dimitió para que Merino Campos fuera designado secretario de gobierno y como tal rindiera protesta como gobernador de Tabasco por Ministerio de Ley.

¿Y qué sigue?

Aunque el actual gobernador ha mantenido una relación política afín con el actual secretario de gobernación, tendrá que enfrentar con mucha responsabilidad todos los compromisos y cumplir con las metas programadas como parte de un Plan de Desarrollo a ejecutarse durante la actual administración.

El nombramiento de Guillermo del Rivero León como secretario de gobierno, el segundo funcionario más importante de la administración, en este nuevo periodo, representa una señal institucional clara respecto al rumbo que se pretende mantener.

Del Rivero León se ganó un lugar preponderante en el funcionamiento de la estructura gubernamental, fue artífice de iniciativas polémicas pero que, al final prosperaron y que incluso han sentado un precedente nacional.

Aún comienza esta nueva historia y ya habrá tiempo de analizar, de criticar o reconocer.

Alegoría tabasqueña…

Había una vez un gran dinosaurio que había asolado regiones y comarcas, causando siempre, conflicto, caos y desolación, había sobrevivido a muchas Eras y por ello se creía invencible.

Un primer personaje tropical, apasionado y convencido rompió las inercias, esa valentía empujó a otros para creer que podrían hacer lo mismo, cierto es que, muchos aplaudirían la caída de semejante depredador, como ha pasado antes, un premio mayor a los que reclaman justicia.

Esa figura, pareciera decidida a marcar su impronta, no para satisfacer a nostálgicos del autoritarismo, sino como una forma de decir, aquí estoy, para encontrar donde sean necesarias, todas las salidas posibles.

La caída de uno solo, sería un mensaje claro y entendible para el resto de las fieras de la selva y del pantano…

Los ríos más profundos corren con menos ruido

Curcio


La incorporación del gobernador con licencia Adán Augusto López Hernández, a la Secretaría de Gobernación no es, en lo absoluto, un hecho fortuito, existen razones profundas y coincidencias políticas, más allá de la anécdota y la referencia histórica vinculante y recurrente con el actual presidente Andrés Manuel López Obrador, incluso ahora, de algunos redactores con presencia nacional, respecto a su ascenso político.

El nombramiento es un reconocimiento a ello, aunque hay muchas anécdotas, desconocidas públicamente, algunas, retratan con claridad la afinidad en el proyecto político, en el momento más crítico de las inundaciones del año 2007, el ahora secretario de gobernación, desde Paseo Tabasco coordinó personalmente la evacuación de familias afectadas de la zona de Gaviotas, lo mismo que en Acachapan o en otras zonas siempre acompañadas del mensaje y la representación de López Obrador. Días después el actual presidente recorría en una lancha parte de esas zonas afectadas.

Algo similar ocurrió con la denominada resistencia civil, una de las banderas de lucha política y social más importante del movimiento, se compraron cientos de transformadores, se crearon grupos de reconexión y hasta se adquirieron unidades móviles para resolver un problema ampliamente extendido en todos los municipios de la entidad.

Era posible, encontrarse una mañana cualquiera de un sábado en marzo del 2015 caminando al actual presidente, López Obrador en el “Tintal” de Jalapa, sin ningún otro acompañante más que el propio López Hernández, incluso hasta para descender sostener un diálogo con el reportero y hasta la foto del recuerdo.

Pero Tabasco no es México, aunque, ese llamado laboratorio de la revolución al que acuñó y perpetuó con su frase el General Lázaro Cárdenas durante una visita a la entidad en referencia al pasado relevante de la lucha revolucionaria que se gestó desde aquí y se extendió a todo el país con la rebelión garridista, a lo largo de las generaciones ha persistido esa resistencia a lo convencional, a romper paradigmas lo que podría robustecer la idea de todo proyecto que se precie de serlo, la consolidación.

Difícilmente habrá una coyuntura similar en los próximos años y esta es la gran y muy posible última oportunidad de esta generación.

Es otro tiempo, pero la idea debe ser clara y se necesita de todos.

CONTORNO

El gobernador Merino

La noche del pasado jueves, antes de que se conociera el nombre de quien sería el gobernador interino o quien supliera al ahora secretario de gobernación, mis apreciados colegas, Filiberto Lastra y el director de Tabasco Hoy Radio, Fredy Velazco me ofrecieron la oportunidad de compartir una opinión, en entrevista, para la transmisión en vivo que realizaban en las inmediaciones de la sede de los tres Poderes.

El nombre más recurrente entre todos los ahí presentes era el de Raúl Ojeda, también el de Jaime Lastra, Enrique Priego y José Antonio de la Vega, -tratando de interpretar la reflexión política del gobernador que presentaría la licencia-, concluí en esa entrevista que, aunque “el mensaje de la movilidad y el placeo podría dar la señal de que sería Ojeda” en realidad podría tratarse de un simple simbolismo, no sería él; del titular del Poder Judicial dije que, no creía que fuese y expuse las razones; tampoco Jaime Lastra; si creía podría ser el entonces secretario de gobierno, José Antonio de la Vega por lo que contemplaba la Constitución Política de Tabasco, no obstante, igual suponía que su destino -por su conocimiento legal- sería irse a Gobernación. Lo que también parece sucederá.

En la parte final de esa entrevista, declaré como colofón que, no se podía descartar a Carlos Manuel Merino Campos.

Y fue él precisamente quien asumió como gobernador de Tabasco, la única diferencia con el análisis previo de esa noche fue que se cumplió el pronóstico de la forma en como asumiría el cargo, solo que para ello De la Vega Asmitia dimitió para que Merino Campos fuera designado secretario de gobierno y como tal rindiera protesta como gobernador de Tabasco por Ministerio de Ley.

¿Y qué sigue?

Aunque el actual gobernador ha mantenido una relación política afín con el actual secretario de gobernación, tendrá que enfrentar con mucha responsabilidad todos los compromisos y cumplir con las metas programadas como parte de un Plan de Desarrollo a ejecutarse durante la actual administración.

El nombramiento de Guillermo del Rivero León como secretario de gobierno, el segundo funcionario más importante de la administración, en este nuevo periodo, representa una señal institucional clara respecto al rumbo que se pretende mantener.

Del Rivero León se ganó un lugar preponderante en el funcionamiento de la estructura gubernamental, fue artífice de iniciativas polémicas pero que, al final prosperaron y que incluso han sentado un precedente nacional.

Aún comienza esta nueva historia y ya habrá tiempo de analizar, de criticar o reconocer.

Alegoría tabasqueña…

Había una vez un gran dinosaurio que había asolado regiones y comarcas, causando siempre, conflicto, caos y desolación, había sobrevivido a muchas Eras y por ello se creía invencible.

Un primer personaje tropical, apasionado y convencido rompió las inercias, esa valentía empujó a otros para creer que podrían hacer lo mismo, cierto es que, muchos aplaudirían la caída de semejante depredador, como ha pasado antes, un premio mayor a los que reclaman justicia.

Esa figura, pareciera decidida a marcar su impronta, no para satisfacer a nostálgicos del autoritarismo, sino como una forma de decir, aquí estoy, para encontrar donde sean necesarias, todas las salidas posibles.

La caída de uno solo, sería un mensaje claro y entendible para el resto de las fieras de la selva y del pantano…